Reflexión diaria
La Santa Misa nos lleva hasta el Padre.
El Santo Sacrificio de la Misa eleva los hombres identificados con el Hijo, hasta el seno del Padre.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Nos transubstanciamos espiritualmente con Jesucristo Víctima.
Al participar personalmente en el estado de víctima de Jesucristo, nos transformamos en la Víctima divina. Como el pan se transubstancia realmente en el cuerpo de Cristo, así todos los fieles nos transubstanciamos espiritualmente con Jesucristo Víctima. Con esto, nuestras inmolaciones personales son elevadas a ser inmolaciones eucarísticas de Jesucristo, quien, como Cabeza, asume y hace propias las inmolaciones de sus miembros.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Todo se realiza en la Eucaristía.
Toda santidad viene del sacrificio del Calvario, él es el que nos abre las puertas de todos los bienes sobrenaturales. Todas las aspiraciones más sublimes del hombre, todas ellas, se encuentran realizadas en la Eucaristía.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
¡Mi Misa es mi vida, y mi vida es una Misa prolongada!
¡Qué horizontes se abren aquí a la vida cristiana! La Misa centro de todo el día y de toda la vida. Con la mira puesta en el sacrificio eucarístico, ir siempre atesorando sacrificios que consumar y ofrecer en la Misa.
¡Mi Misa es mi vida, y mi vida es una Misa prolongada!
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Quedar fieles a la gran transformación.
Después de la comunión quedar fieles a la gran transformación que se ha apoderado de nosotros. Vivir nuestro día como Cristo, ser Cristo para nosotros y para los demás. ¡Eso es comulgar!
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Ser como Dios.
2. Ser como Dios: El hombre siempre ha aspirado a ser como Dios, a transformarse en Dios, la sublime aspiración que lo persigue desde el Paraíso. Y en la Eucaristía ese cambio se produce: el hombre se transforma en Dios, es asimilado por la divinidad que lo posee; puede con toda verdad decir como San Pablo: “ya no vivo yo, Cristo vive en mí” Gál 2, 20.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Los hombres que reciben a Cristo se transforman en Él.
Con el Sacrificio de Cristo nace una nueva raza, raza que será Cristo en la tierra hasta el fin del mundo. Los hombres que reciben a Cristo se transforman en Él.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Jesús está real y verdaderamente presente en el altar.
Con toda nuestra mente, con todas nuestras fuerzas creemos los católicos, que “el Cuerpo y la Sangre y la Divinidad del Verbo Encarnado” están real y verdaderamente presentes en el altar en virtud de la Omnipotencia de Dios. El cuerpo y el alma de Cristo permanecen inseparablemente unidos a la persona del Verbo, el cual nos trae al Padre y al Espíritu, en la indivisible unión de la Trinidad.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
La consagración, elemento central de nuestra vida cristiana.
¡Oh, si fuéramos a la Santa Misa a renovar el drama sagrado, a ofrecernos en el ofertorio con el pan y el vino que van a ser transformados en Cristo pidiendo nuestra transformación! La consagración sería el elemento central de nuestra vida cristiana. Teniendo la conciencia de que ya no somos nosotros, sino que tras nuestras apariencias humanas vive Cristo y quiere actuar Cristo.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
El cristianismo es una vida entera de donación.
El cristianismo más que una doctrina es una vida, una actitud total del hombre. El cristianismo o es una vida entera de donación, una transubstanciación en Cristo, o es una ridícula parodia que mueve a risa y a desprecio.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Padre, que sean uno, como nosotros somos uno.
En la Santa Misa, también nuestra unión de caridad se realiza en el grado más íntimo. La plegaria de Cristo “Padre, que sean uno…, que sean consumados en la unidad” Jn 17,22-23, se realiza en el sacrificio eucarístico.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
¡Una sola Iglesia, Un solo Cristo!
No es un Cristo el que posee la Iglesia de la Tierra y Otro el que contemplan los bienaventurados en el Cielo: ¡Una sola Iglesia, Un solo Cristo!
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
La Santa Misa centro de todo el día y de toda la vida.
¡Qué horizontes se abren aquí a la vida cristiana! La Santa Misa centro de todo el día y de toda la vida. Con la mira puesta en el sacrificio eucarístico, ir siempre atesorando sacrificios que consumar y ofrecer en la Santa Misa.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
La consagración, elemento central de nuestra vida cristiana.
¡Oh, si fuéramos a la Misa a renovar el drama sagrado, a ofrecernos en el ofertorio con el pan y el vino que van a ser transformadas en Cristo pidiendo nuestra transformación! La consagración sería el elemento central de nuestra vida cristiana. Teniendo la conciencia de que ya no somos nosotros, sino que tras nuestras apariencias humanas vive Cristo y quiere actuar Cristo.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
4. Unión de caridad.
4. Unión de caridad: En la Misa, también nuestra unión de caridad se realiza en el grado más íntimo. La plegaria de Cristo “Padre, que sean uno”, “que sean consumados en la unidad” Jn 17, 22-23, se realiza en el sacrificio eucarístico.
San Alberto Hurtado