Reflexión diaria
Realmente comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
La sacramentalidad de la Palabra se puede entender en analogía con la presencia real de Cristo bajo las especies del pan y del vino consagrados. Al acercarnos al altar y participar en el banquete eucarístico, realmente comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La proclamación de la Palabra de Dios en la celebración comporta reconocer que es Cristo mismo quien está presente y se dirige a nosotros para ser recibido.
SS Benedicto XVI
Reflexión diaria
Reproducir en nuestra alma todo lo que se realiza sobre el Altar.
El Sacerdote debe procurar reproducir en su alma todo lo que se realiza sobre el Altar. Como Jesucristo se inmola a sí mismo, así su Ministro debe inmolarse con él; como Jesús expía los pecados de los hombres, así él, siguiendo el arduo camino de la ascética cristiana, debe alcanzar la propia purificación y la de los demás.
S.S. Pio XII
Reflexión diaria
Se ha perdido del todo la esencia de la liturgia.
Ahí donde irrumpe el aplauso por la obra humana en la liturgia, se está frente a un signo seguro de que se ha perdido del todo la esencia de la liturgia y se ha sustituido con una especie de entretenimiento religioso.
S.S.Benedicto XVI
Reflexión diaria
Quien tiene conciencia de estar en pecado grave.
« Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar
» .CIC.1385 Deseo, por tanto, reiterar que está vigente, y lo estará siempre en la Iglesia, la norma con la cual el Concilio de Trento ha concretado la severa exhortación del apóstol Pablo, al afirmar que, para recibir dignamente la Eucaristía, debe preceder la confesión de los pecados, cuando uno es consciente de pecado mortal.
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
La Misa hace presente el sacrificio de la Cruz.
La Misa hace presente el sacrificio de la Cruz, no se le añade y no lo multiplica. Lo que se repite es su celebración memorial, la « manifestación memorial
» por la cual el único y definitivo sacrificio redentor de Cristo se actualiza siempre en el tiempo. La naturaleza sacrificial del Misterio eucarístico no puede ser entendida, por tanto, como algo aparte, independiente de la Cruz o con una referencia solamente indirecta al sacrificio del Calvario.
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
La Eucaristía es un don demasiado grande.
El hombre está siempre tentado a reducir a su propia medida la Eucaristía, mientras que en realidad es él quien debe abrirse a las dimensiones del misterio. La Eucaristía es un don demasiado grande para admitir ambigüedades y reducciones.
San Juan Pablo II
Mane nobiscum Dómine
Reflexión diaria
Ofrecernos a Dios junto con Cristo.
No olviden los cristianos que, junto con su divina Cabeza, han de ofrecerse ellos mismos con sus preocupaciones, dolores, angustias, miserias y necesidades.
S.S. Pio II
Reflexión diaria
Sin el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. 2
“Sine dominico non possumus”. Precisamente de aquí brota nuestra oración: que también nosotros, los cristianos de hoy, recobremos la conciencia de la importancia decisiva de la celebración dominical y tomemos de la participación en la Eucaristía el impulso necesario para un nuevo empeño en el anuncio de Cristo, “nuestra paz” (Ep 2,14), al mundo. Amén.
S.S. Benedicto XVI
Misa de clausura del Congreso Eucarístico Italiano (Bari)
Reflexión diaria
Sin el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. 1
En Abitina, pequeña localidad de la actual Túnez, 49 cristianos fueron sorprendidos un domingo mientras, reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristía desafiando así las prohibiciones imperiales. Tras ser arrestados fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procónsul Anulino. Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procónsul que le preguntaba por qué habían transgredido la severa orden del emperador. Respondió: “Sine dominico non possumus”; es decir, sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir. Después de atroces torturas, estos 49 mártires de Abitina fueron asesinados. Así, con la efusión de la sangre, confirmaron su fe. Murieron, pero vencieron; ahora los recordamos en la gloria de Cristo resucitado.
S.S. Benedicto XVI
Misa de clausura del Congreso Eucarístico Italiano (Bari)
Reflexión diaria
Todas las cosas referentes a nuestro Redentor.
Todas las cosas referentes a nuestro Redentor, que antes eran visibles, ha pasado a ser ritos sacramentales.
San Leon Magno
Reflexión diaria
Sobre el altar del mundo.
Cuando se celebra en el pequeño altar de una iglesia de campo, la Eucaristía se celebra,en cierto sentido, sobre el altar del mundo. Une el cielo y la tierra. Abarca e impregna toda la creación.
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
Hemos de imitar lo que hacemos.
Quienes celebramos los misterios de la pasión del Señor, hemos de imitar lo que hacemos. Y entonces la hostia ocupará nuestro lugar ante Dios, si nos hacemos hostia nosotros mismos.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
¿Cómo podríamos remediar nuestra indigencia?
En la Eucaristía tenemos a Jesús, tenemos su sacrificio, tenemos su resurrección, tenemos el don del Espíritu Santo, tenemos la adoración, la obediencia y el amor al Padre. Si descuidáramos la Eucaristía, ¿cómo podríamos remediar nuestra indigencia?
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
Es certeza para los cristianos. 3
Pero con humilde confianza la Iglesia hace suya la fe de Pedro y de los demás Apóstoles, y con ellos proclama, y proclamamos nosotros: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna” Jn 6, 68. Renovemos también nosotros esta tarde la profesión de fe en Cristo vivo y presente en la Eucaristía. Sí, “es certeza para los cristianos: el pan se convierte en carne, y el vino en sangre”.
S.S. Benedicto XVI
Homilia de Corpus Christi, 2007
Reflexión diaria
¡No hay peligro de exagerar!
No hay peligro de exagerar en la consideración de este Misterio, porque “en este Sacramento se resume todo el misterio de nuestra salvación”.
San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 61