Reflexión diaria
¡Qué tremendos misterios ocurren durante la Santa Misa!
¡Qué tremendos misterios ocurren durante la Santa Misa! Un gran misterio sucede en la Santa Misa. ¡Con cuánta devoción debiéramos seguir y participar en esta muerte de Jesús! Un día conoceremos lo que Dios hace por nosotros en cada Santa Misa y el don que nos prepara en ella. Solamente su amor divino podía concebir un don similar.
Santa Faustina Kowalska
Diario, Cuaderno II
Reflexión diaria
La Santa Misa es una aventura mística de alcance incalculable.
La Santa Misa es una aventura mística de alcance incalculable. El misterio de la cruz sangrante se renueva con dulzura, causando una herida al paraíso. El sueño de Jacob se cumple: los ángeles suben y bajan y su presencia afectiva hace que sea más suave nuestra participación afectiva al sacrificio austero. Quien sea que se acerque al altar suscita la ayuda amiga y la admiración de nuestros hermanos invisibles.
Dom Gérard Calvet
Reflexión diaria
Para rehacer la primordial unidad de la familia humana.
La fe y la comunión eucarística son realmente el vínculo ofrecido por Dios a los hombres para rehacer la primordial unidad de la familia humana, rota por el primer pecado.
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Reflexión diaria
La Santa Misa realiza la unión fraterna.
La fe en la Eucaristía, su perenne presencia, la mística renovación del sacrificio del Gólgota, la comunión física y espiritual con el único Redentor, Cristo, no sólo recuerda e impulsa a los hombres a la unión fraterna, sino que la realiza en aquel Cuerpo Místico del que forman parte muchísimos miembros actuales y al que todos están llamados a unirse
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Reflexión diaria
Dios siempre que ama se empequeñece.
Entreveo la razón de que Dios siempre que ama se empequeñece -la Encarnación, la Eucaristía, las comunicaciones íntimas con las almas-; se empequeñece, porque se comunica. Quizá por eso la unión del Verbo con el alma se verifica en el anonadamiento. Para Dios acomodarse es anonadarse.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez
Notas Íntimas
Reflexión diaria
Quedamos glorificados al ser hechos partícipes.
Quedamos consumados en la unidad con Dios Padre por el mediador Cristo, ya que al recibir en nosotros corporal y espiritualmente, como acabo de decir, al que es Hijo por naturaleza y en verdad, el cual tiene unión substancial con el Padre, quedamos glorificados al ser hechos partícipes y consortes de la naturaleza que está sobre todas las cosas.
San Cirilo de Alejandría
Comentario a San Juan L.11 c.12
Reflexión diaria
Debemos empezar a ser lo que recibimos.
Es preciso recibirle de tal forma, que no solamente reparemos con él las fuerzas del cuerpo, sino también las del alma. La virtud que este pan encierra es unidad, y reducidos a su cuerpo y convertidos en miembros suyos, debemos empezar a ser lo que recibimos.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Sermón 57 c.7 n.7
Reflexión diaria
La unión con Cristo y de unos con otros es absoluta.
Pues si la unión con Cristo y de unos con otros es absoluta, nos unimos también, en cuanto a las voluntades, con todos los que juntamente con nosotros comulgan. Pues esta unión viene a realizarse por voluntad y no sin nuestro consentimiento: Porque todos somos un solo cuerpo, porque participamos de un mismo pan, como dice San Pablo 1 Cor 10,17.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Nos hacemos cuerpo de Cristo.
Purificado por él, nos unimos al cuerpo de Cristo y a su Espíritu y nos hacemos cuerpo de Cristo.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Participación plena, consciente, activa y fructuosa. 2
¿Qué quiere decir plena? Que debe manifestarse tanto en lo exterior “actitudes, gestos, oraciones, cantos…” como en lo interior, con firme voluntad de unirse a Cristo y a todo el Cuerpo Místico.
P. Carlos Miguel Buela IVE, Nuestra Misa
* Concilio Vaticano II,
Sacrosanctum Concilium, 11
Reflexión diaria
Venimos a ser miembros unos de otros.
Se llama (la oblación eucarística) participación, porque por medio de ella participamos de la Divinidad de Jesús. Se dice comunión, y lo es realmente, porque por ella comulgamos nosotros con Cristo y recibimos su carne y su Divinidad, y por medio de ella nos unimos y comulgamos unos con otros, ya que, por participar de un mismo pan 1Cor 10,17, todos somos un mismo cuerpo de Cristo y una misma sangre, y venimos a ser miembros unos de otros, puesto que somos concorpóreos de Cristo.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Los principales frutos y beneficios del Santo Sacrificio de la Misa. 4
9. Da fortaleza para abandonar totalmente todas las ocasiones próximas del pecado.
10. Otorga la gracia de la unión y de la reconciliación con el prójimo, si hubiera alguien con quien no se estuviese tan unido como se debiera.
11. Alcanza poderosa ayuda para cumplir debidamente las obligaciones del propio estado y para realizar todas las acciones de manera cristiana.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,2,5-10
Reflexión diaria
La Eucaristía es la síntesis suprema.
La Eucaristía es la síntesis suprema en que parece que Dios ha querido condensar, sin confundirlos, lo ideal y lo real, lo natural y lo sobrenatural.
Don Juan Vázquez de Mella
Filosofía de la Eucaristía
Reflexión diaria
Tender con todas nuestras fuerzas a la unidad plena.
La Eucaristía -repitámoslo- es sacramento de la unidad. Pero, por desgracia, los cristianos están divididos, precisamente en el sacramento de la unidad. Por eso, sostenidos por la Eucaristía, debemos sentirnos estimulados a lo que Cristo deseó ardientemente en el Cenáculo cf. Jn 17, 21-22.
S.S. Benedicto XVI
Congreso Eucarístico de Bari
29 de mayo del 2005
Reflexión diaria
Sólo podemos recibirlo en la unidad.
El único y el mismo Cristo está presente en el pan eucarístico de todos los lugares de la tierra. Esto significa que sólo podemos encontrarlo junto con todos los demás. ¿No es esto lo que nos ha dicho el apóstol san Pablo? Escribiendo a los Corintios, afirma: “El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan” 1 Co 10, 17.
S.S. Benedicto XVI
Congreso Eucarístico de Bari
29 de mayo del 2005