Reflexión diaria
Jesús se sacrifica al Padre eterno como víctima gloriosa.
Aunque el sacrificio de la Santa Misa sea el mismo que el de la cruz, y aunque sea su continuación, entre uno y otro existe, con todo, esta diferencia: que Jesucristo se ofreció en la cruz para satisfacer a la justicia de Dios por los pecados de todos los hombres, y con ese fin derramó su preciosa sangre; mientras que en la Santa Misa no derrama ya su sangre, sino que se sacrifica al Padre eterno como víctima gloriosa, para aplicar a los hombres, por la virtud de este sacrificio, las gracias que les mereció mediante sus padecimientos y su muerte.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
El más augusto y el más santo de todos los sacramentos.
El sacramento de la Eucaristía es el más augusto y el más santo de todos los sacramentos, porque contiene lo que hay de más grande y santo, que es Jesucristo como Dios y como hombre, y porque produce admirables efectos en nuestras almas.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Nombres que se le dan al Sacramento de la Eucaristía. 4
Se lo llama Viático, porque es sólo para los hombres que son viajeros sobre la tierra; pero se lo llama así, de modo muy particular, con relación a los enfermos, que al recibir este sacramento en el lecho de muerte son fortificados espiritualmente para terminar su viaje, y para pasar con mayor seguridad y facilidad de la tierra al Cielo. En la Iglesia primitiva también se llamaba viático porque los primeros cristianos tenían la costumbre de no emprender ningún viaje sin llevar con ellos el sacramento de la Eucaristía. Los santos Padres le han dado todavía varios otros nombres, pero esos son los principales y los que están más en uso en la Iglesia.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Nombres que se le dan al Sacramento de la Eucaristía. 3
Se lo llama Santa Hostia, porque contiene a Jesucristo, que se ofreció en sacrificio muriendo en la cruz, y se ofrece aún cada día en este sacramento, cuando se consagra.
Se lo llama Pan de los hijos, porque es el alimento del alma y el pan de los hijos de Dios.
Se lo llama Santa Mesa (Misa), porque es un banquete en el que los fieles son alimentados con el cuerpo y con la sangre de Jesucristo.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Nombres que se le dan al Sacramento de la Eucaristía. 2
Se lo llama Santísimo Sacramento porque contiene a Jesucristo, que es la santidad misma, y porque comunica elevada santidad a quienes lo reciben dignamente.
Se lo llama Sacramento del Altar, porque el altar es el lugar donde es consagrado y donde se lo conserva.
Se lo llama Comunión porque une estrechamente a Jesucristo a aquellos que lo reciben, y porque quienes comulgan se unen entre sí por caridad sincera y visible.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Nombres que se le dan al Sacramento de la Eucaristía. 1
De ordinario, al sacramento de la Eucaristía se le dan siete nombres. La palabra eucaristía significa gracia o acción de gracias. A este sacramento se lo llama gracia, porque contiene al autor de la gracia y porque comunica la gracia en abundancia. Se lo llama acción de gracias, porque fue instituido y se ofrece como sacrificio, para dar gracias a Dios por medio de Jesucristo, por todos los bienes, tanto corporales como espirituales, que hemos recibido de Él.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Transubstanciación. 3
La sangre de Jesucristo Nuestro Señor se contiene también bajo las apariencias de pan, igual que su cuerpo, ya que todo cuerpo vivo, tal como lo es actualmente el de Jesucristo, nunca está sin su sangre; e igualmente, el cuerpo de Jesucristo se contiene bajo las especies o apariencias del vino, ya que la sangre no puede estar separada del cuerpo.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Transubstanciación. 2
A este cambio que se verifica, de la sustancia del pan y del vino en el cuerpo y en la sangre de Jesucristo, se lo llama transubstanciación, y este cambio sustancial se realiza por las palabras de la consagración, tan pronto como el sacerdote las ha pronunciado.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Transubstanciación. 1
Hay, pues, que persuadirse y creer verdaderamente que después de la consagración ya no hay ni pan ni vino, sino que el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Jesucristo, bajo las apariencias de pan y de vino, y que el mismo Jesucristo, que está en el Cielo, está al mismo tiempo sobre nuestros altares en el Santísimo Sacramento.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Lo que la fe nos debe hacer confesar.
San Agustín dice que Jesucristo se llevaba en sus propias manos, porque llevaba su mismo cuerpo, cuando al dárselo a sus apóstoles les dijo: Éste es mi cuerpo. También el mismo San Agustín nos enseña muy bien esta verdad, cuando dice que la fe nos debe hacer confesar que antes de la consagración el pan y el vino son tal como la naturaleza los ha formado, pero que después de la consagración se han convertido en el cuerpo y en la sangre de Jesucristo, consagrados por la bendición, es decir, por las palabras de la consagración.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
Lo que testifican los santos Padres desde los primeros siglos.
Tal ha sido siempre la creencia de la Iglesia, y es lo que testifican los santos Padres desde los primeros siglos. San Gregorio de Nisa dice que es justo que creamos que el pan se ha cambiado en el cuerpo del Verbo de Dios, cuando fue el mismo Verbo quien dijo: Éste es mi cuerpo. San Cirilo dice que si Jesucristo ha dicho de lo que hay en el cáliz Ésta es mi sangre, ¿quién se atreverá a dudarlo y decir que no es su sangre? En otra ocasión, en las bodas de Caná, cambió el agua en vino, ¿y no es digno de ser creído cuando dice que ha cambiado el vino en su sangre?
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
El pan de los hijos de Dios.
Así como hemos llegado a ser hijos de Dios por el bautismo y en la confirmación hemos recibido la fuerza que necesitamos, también hemos de contar con un alimento que sea capaz de conservarnos esa fuerza: el pan de los hijos de Dios, que se llama Eucaristía; este sacramento, que instituyó Jesucristo para que sirva de alimento a nuestra alma, contiene el verdadero cuerpo y la verdadera sangre del mismo Jesucristo, bajo los accidentes o apariencias de pan y de vino.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
La transustanciación.
En la Eucaristía el pan y el vino son considerados como la materia del sacramento, aunque ni uno ni otro subsisten una vez que la forma, que no es otra que las palabras Éste es mi cuerpo, pronunciadas sobre el pan, y Ésta es mi sangre, pronunciadas sobre el vino, se han aplicado a una y otra de estas materias. Pues, entonces, la sustancia de pan es totalmente cambiada en la sustancia del cuerpo de Jesucristo, por las palabras de la consagración del pan; y la sustancia del vino, también se cambia en la de la sangre de Jesucristo, por las palabras de la consagración del vino.
San Juan Bautista de la Salle
Reflexión diaria
La Santa Misa nuestra primera preocupación y nuestra primera acción.
Quienes trabajan manualmente y cuya mente se ha de ocupar en asuntos temporales y externos durante el día, deben hacer de la Santa Misa su primera preocupación y su primera acción, con el fin de no distraerse con facilidad, al asistir a ella, con los pensamientos con que se llenaría su mente si oyeran la santa Misa después de haberse dedicado a lo que es propio de su empleo; así se separa lo santo de lo profano y no se corre el peligro de perder el fruto que se pueda obtener de la práctica más santa de nuestra religión.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,3,3
Reflexión diaria
No faltar a la Santa Misa ni un solo día.
No hay obligación de oír la misa los demás días; con todo, no se debe descuidar y, a pesar de las ocupaciones que se tenga, hay que hacer lo posible para no faltar a ella ni un solo día. Hay que convencerse de que ese tiempo no estará perdido, sino bien empleado, y de ordinario, mucho mejor que si se empleara en el trabajo; pues por medio de tan santa acción se atraerán las gracias y bendiciones de Dios sobre todo lo que hay que hacer a lo largo del día.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,3,2