Reflexión diaria
Quien tiene conciencia de estar en pecado grave.
« Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar
» .CIC.1385 Deseo, por tanto, reiterar que está vigente, y lo estará siempre en la Iglesia, la norma con la cual el Concilio de Trento ha concretado la severa exhortación del apóstol Pablo, al afirmar que, para recibir dignamente la Eucaristía, debe preceder la confesión de los pecados, cuando uno es consciente de pecado mortal.
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
La Misa hace presente el sacrificio de la Cruz.
La Misa hace presente el sacrificio de la Cruz, no se le añade y no lo multiplica. Lo que se repite es su celebración memorial, la « manifestación memorial
» por la cual el único y definitivo sacrificio redentor de Cristo se actualiza siempre en el tiempo. La naturaleza sacrificial del Misterio eucarístico no puede ser entendida, por tanto, como algo aparte, independiente de la Cruz o con una referencia solamente indirecta al sacrificio del Calvario.
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
La Eucaristía es un don demasiado grande.
El hombre está siempre tentado a reducir a su propia medida la Eucaristía, mientras que en realidad es él quien debe abrirse a las dimensiones del misterio. La Eucaristía es un don demasiado grande para admitir ambigüedades y reducciones.
San Juan Pablo II
Mane nobiscum Dómine
Reflexión diaria
Sobre el altar del mundo.
Cuando se celebra en el pequeño altar de una iglesia de campo, la Eucaristía se celebra,en cierto sentido, sobre el altar del mundo. Une el cielo y la tierra. Abarca e impregna toda la creación.
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
¿Cómo podríamos remediar nuestra indigencia?
En la Eucaristía tenemos a Jesús, tenemos su sacrificio, tenemos su resurrección, tenemos el don del Espíritu Santo, tenemos la adoración, la obediencia y el amor al Padre. Si descuidáramos la Eucaristía, ¿cómo podríamos remediar nuestra indigencia?
San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
¡No hay peligro de exagerar!
No hay peligro de exagerar en la consideración de este Misterio, porque “en este Sacramento se resume todo el misterio de nuestra salvación”.
San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 61
Reflexión diaria
Amad a Jesús presente en la Eucaristía.
Jesús no es una idea ni un sentimiento ni un recuerdo. Jesús es una persona viva siempre y presente entre nosotros. Amad a Jesús presente en la Eucaristía […]. Viene a nosotros en la santa comunión y queda presente en el sagrario de nuestras iglesias, porque Él es nuestro amigo, amigo de todos, y desea ser especialmente amigo y fortaleza en el camino de vuestra vida de muchachos y jóvenes que tenéis tanta necesidad de confianza y amistad.
San Juan Pablo II
Reflexión diaria
Venid a Mí, todos los que estáis fatigados y cargados…
Aquí es Cristo en persona quien acoge al hombre, maltratado por las asperezas del camino, y lo conforta con el calor de su comprensión y de su amor. En la Eucaristía hallan su plena actuación las dulcísimas palabras: Venid a Mí, todos los que estáis fatigados y cargados, que yo os aliviare Mt ll, 28. Ese alivio personal y profundo, que constituye la razón ultima de toda nuestra fatiga por los caminos del mundo, lo podemos encontrar, al menos como participación y pregustación, en ese Pan divino que Cristo nos ofrece en la mesa eucarística.
San Juan Pablo II
Reflexión diaria
La Eucaristía es el culmen de toda la vida cristiana.
La Eucaristía es el culmen de toda la vida cristiana, porque los fieles llevan a ella todas sus oraciones y obras buenas, sus gozos y sufrimientos, y estas modestas ofrendas se unen a la oblación perfecta de Cristo, quedan plenamente santificadas y se elevan hasta Dios en un culto perfectamente agradable, que introduce a los fieles en la intimidad divina Jn 6, 56-57. Por ello, como escribe santo Tomás de Aquino, la Eucaristía es “el coronamiento de la vida espiritual y el fin de todos los sacramentos”.
San Juan Pablo II
Audiencia General, 8 de abril de 1992
Reflexión diaria
La Iglesia y la Eucaristía.
Guiada por el Espíritu Santo, la Iglesia desde el principio se manifestó y se confirmó a sí misma a través de la Eucaristía.
San Juan Pablo II
Encíclica Dominum et Vivificantem
Reflexión diaria
El efecto de este sacramento es la unidad del cuerpo místico .
Santo Tomás de Aquino hace notar que “el efecto de este sacramento es la unidad del cuerpo místico (la Iglesia), sin la cual no puede existir la salvación. Por ello, es necesario recibir la Eucaristía, al menos con el deseo, para salvarse”. En estas palabras se percibe el eco de lo que dijo Jesús mismo acerca de la necesidad de la Eucaristía para la vida cristiana: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día Jn 6, 53.54.
Según estas palabras de Jesús, la Eucaristía es prenda de la resurrección futura, pero ya en el tiempo es fuente de vida eterna. Jesús no dice ‘tendrá vida eterna’ sino ‘tiene vida eterna’. La vida eterna de Cristo, con el pan eucarístico, penetra y se da en la vida humana.
San Juan Pablo II
Audiencia General, 8 de abril de 1992
Reflexión diaria
Unida al sacerdocio ministerial.
La Eucaristía, el supremo sacramento de la Iglesia, está unida al sacerdocio ministerial, que nació también en el Cenáculo, como don del gran amor de Jesús, que “sabiendo que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” Jn 13, 1
San Juan Pablo II
Reflexión diaria
Un solo corazón y una sola alma.
La Iglesia primitiva era una comunidad fundada en la enseñanza de los Apóstoles Hech 2, 42 y animada en su totalidad por el Espíritu Santo, el cual infundía luz a los creyentes para que comprendiesen la Palabra, y los congregaba en la caridad en torno a la Eucaristía. Así la Iglesia crecía y se propagaba en una muchedumbre de creyentes que ‘no tenía sino un solo corazón y una sola alma’ Hech 4, 32.
San Juan Pablo II
Encíclica Dominum et Vivificantem
Reflexión diaria
El día de la esperanza cristiana.
El domingo es el “día supremo de la fe”, “un día indispensable”, “el día de la esperanza cristiana”.
Juan Pablo II
Reflexión diaria
Contemplando a María.
Contemplando a María, comprenderemos mejor la fuerza transformadora que posee la Eucaristía. Al escucharla a ella, encontraremos en el misterio eucarístico la valentía y el vigor para seguir a Cristo, buen Pastor, y para servirle en los hermanos.
San Juan Pablo II
Solemnidad de Corpus Christi
10 de junio de 2004