Reflexión diaria
Culto eucarístico y perfección sacerdotal. 2. Acción de gracias.
El segundo fin del sacrificio eucarístico es la acción de gracias por todos los beneficios divinos, esto es, por la creación y elevación del género humano al orden de la gracia y de la gloria, por la Encarnación redentora, por la institución misma de la Eucaristía y las gracias que de ella proceden, por las innumerables Misas y comuniones celebradas durante veinte siglos para confortamiento de las almas.
P. Reginald Garrigou-Lagrange OP
La santificación del Sacerdote
Reflexión diaria
Este culto eucarístico nos une íntimamente con Cristo-Sacerdote.
Esta consideración de los cuatro fines del sacrificio es sumamente práctica porque el alma, adorando a Dios, lo considera primero en su eternidad; luego mira al pasado, los beneficios recibidos, y da gracias, o los pecados cometidos para repararlos; finalmente, mira el futuro para pedir el auxilio divino.
Además, este culto eucarístico así concebido nos une íntimamente con Cristo-Sacerdote, con su adoración íntima y reparadora, con su intercesión y acción de gracias.
P. Reginald Garrigou-Lagrange OP
La santificación del Sacerdote
Reflexión diaria
Lo único que puede pagar nuestra deuda es la misma Eucaristía.
He estado agradecidísimo con Jesús porque nos dio su Eucaristía: ¿Qué sería de nosotros sin ella?, ¿no es verdad que tenemos una deuda inmensa de gratitud por ese don?
Y es preciso que procuremos pagar, por nosotros y por los que que no piensan en ello, esa deuda inmensa. Lo único que puede pagar esa deuda es la misma Eucaristía, es Jesús, que siendo nuestro, puede y debe ser nuestra acción de gracias.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez
Reflexión diaria
Celebrar, hacer celebrar y participar en la santa Misa en honor de la Santísima Virgen.
El santo sacrificio de la Misa siempre se ofrece a Dios en reconocimiento de su supremo dominio, pero esto no impide, dice el sagrado Concilio de Trento, que pueda ofrecerse a la vez a Dios en agradecimiento por las gracias concedidas a a su Santísima Madre y a los santos para que haciendo memoria de ellos se dignen interceder por nosotros. Por eso se dice en la Misa: “Para que a ellos les sirva de honor y a nosotros de salvación”.
San Alfonso María de Ligorio
Doctor de la Iglesia
Las Gloria de María; Obseqio 10**
Reflexión diaria
El verdadero antídoto al individualismo y al egoísmo.
Una espiritualidad eucarística, es verdadero antídoto al individualismo y al egoísmo que tantas veces caracterizan la vida cotidiana, lleva al redescubrimiento de la gratuidad, de la centralidad de las relaciones.
S.S. Benedicto XVI
25° Congreso Eucarístico Nacional italiano
Septiembre 11 del 2011
Reflexión diaria
Es un don muy grande.
¡No agradeceremos nunca suficientemente al Señor por el don que nos ha hecho con la Eucaristía! Es un don muy grande.
S.S. Francisco
Catequesis del 5 de febrero del 2014
Reflexión diaria
La Eucaristía es el supremo agradecimiento al Padre.
El gesto de Jesús cumplido en la Última Cena es el extremo agradecimiento al Padre por su amor, por su misericordia. “Agradecimiento” en griego se dice “eucaristía”. Y por esto el sacramento se llama Eucaristía: es el supremo agradecimiento al Padre que nos ha amado tanto hasta darnos a su Hijo por amor. He aquí por qué el término Eucaristía resume todo aquel gesto, que es gesto de Dios y del hombre juntos, gesto de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
S.S. Francisco
Catequesis del 5 de febrero del 2014
Reflexión diaria
Los consagrados se ofrecen a sí mismos en Cristo.
Al ofrecer la víctima divina, los consagrados se ofrecen a sí mismos con ella; pero lo hacen en fidelidad al propio carisma. Entiende, por tanto, modular también esta acción de gracias con gestos excesivos de amor, cuales son sus votos, en correspondencia al amor excesivo de Cristo redentor.
Cardenal Antonio María Javierre Ortas S.D.B.
«Intervención en la IX Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos
Reflexión diaria
Los principales frutos y beneficios del Santo Sacrificio de la Misa. 2
2. Este sacrificio ofrece el medio de dar gracias a Dios por sus beneficios, de la forma más perfecta que pueda hacerse, al ofrecerle a su propio Hijo en acción de gracias.
3. Nos permite obtener de la bondad de Dios nuevos beneficios.
4. Este sacrificio libera a las almas que sufren en el purgatorio, o alivia sus sufrimientos, en la medida en que esas almas son aún deudoras a la justicia de Dios.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,2,5-10