Reflexión diaria
¡Amo la Santa Misa!
El hombre que no ama la Santa Misa no ama a Jesucristo.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Reflexión diaria
Es el mismo sacrificio.
La Pasión de Cristo es el mismo sacrificio que ofrecemos en la Santa Misa.
San Cipriano
Reflexión diaria
Sólo podemos recibirlo en la unidad.
El único y el mismo Cristo está presente en el pan eucarístico de todos los lugares de la tierra. Esto significa que sólo podemos encontrarlo junto con todos los demás. ¿No es esto lo que nos ha dicho el apóstol san Pablo? Escribiendo a los Corintios, afirma: “El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan” 1 Co 10, 17.
S.S. Benedicto XVI
Congreso Eucarístico de Bari
29 de mayo del 2005
Reflexión diaria
¡Una sola Iglesia, Un solo Cristo!
No es un Cristo el que posee la Iglesia de la Tierra y Otro el que contemplan los bienaventurados en el Cielo: ¡Una sola Iglesia, Un solo Cristo!
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
La Santa Misa y la entrega personal.
Para meditar sobre la unidad que existe entre el Sacrificio de la Cruz y la Santa Misa, fijemos nuestra atención en la oblación interior que Cristo hace de sí mismo, con una total entrega y sumisión amorosa a su Padre.
La Santa Misa y el Sacrificio de la Cruz son el mismo y único sacrificio, aunque estén separados en el tiempo; se vuelve a hacer presente, no las circunstancias dolorosas y cruentas del Calvario, sino la total sumisión amorosa de Nuestro Señor a la voluntad del Padre.
Ese ofrecimiento interno de sí mismo es idéntico en el Calvario y en la Misa: es la oblación de Cristo. Es el mismo Sacerdote, la misma Víctima, la misma oblación y sumisión a la voluntad de Dios Padre; cambia la manifestación externa de esta misma entrega: en el Calvario, a través de la Pasión y Muerte de Jesús; en la Misa, por la separación sacramental, no cruenta, del Cuerpo y de la Sangre de Cristo mediante la transustanciación del pan y del vino.
P. Francisco Fernández Carvajal od
Meditación de “Hablar con Dios”; Cuaresma 4ª semana, jueves
Reflexión diaria
El sacrificio es siempre uno sólo.
Nosotros ofrecemos siempre el mismo Cordero, y no uno hoy y otro mañana, sino siempre el mismo. Por esta razón el sacrificio es siempre uno sólo… También nosotros ofrecemos ahora aquella víctima, que se ofreció entonces y que jamás se consumirá.
San Juan Crisóstomo
Reflexión diaria
Jesús en la Santa Misa es el mismo y único de siempre.
El Cristo eucarístico se identifica con el Cristo de la historia y el de la eternidad. No hay dos Cristos sino uno solo. Nosotros poseemos en la Hostia al Cristo del sermón de la montaña, al Cristo de la Magdalena, al que descansa junto al pozo de Jacob con la samaritana, al Cristo del Tabor y del Getsemaní, al Cristo resucitado de entre los muertos y sentado a la diestra del Padre. No es un Cristo el que posee la Iglesia en la tierra y otro el que contemplan los bienaventurados en el cielo: ¡Una sola Iglesia, un solo Cristo!
San Alberto Hurtado