Reflexión diaria
Se le llama también Comunión.
Se la llama Comunión porque por ella comulgamos con Cristo, por ella participamos de su Carne y de su Divinidad, y por ella comulgamos y nos unimos mutuamente.
San Juan Damasceno
Reflexión diaria
El cuerpo esta verdaderamente unido a la divinidad.
El cuerpo esta verdaderamente unido a la divinidad, el cuerpo nacido de la Santisima Virgen: no porque el mismo cuerpo encarnado descienda del Cielo, sino porque el mismo pan y vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.
San Juan Damasceno
Reflexión diaria
Se cambian en el cuerpo y sangre de Dios.
Está unido a la divinidad el cuerpo que nació de la Santa Virgen, no que descienda aquel cuerpo que ascendió al cielo, sino que el mismo pan y el vino se cambian en el cuerpo y sangre de Dios.
San Juan Damasceno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Venimos a ser miembros unos de los otros.
Se llama la oblación eucarística participación, porque por medio de ella participamos de la Divinidad de Jesús. Se dice comunión, y lo es realmente, porque por ella comulgamos nosotros con Cristo y recibimos su carne y su Divinidad; y por medio de ella nos unimos y comulgamos unos con otros, ya que, por participar de un mismo pan, todos somos un mismo cuerpo de Cristo, y una misma sangre, y venimos a ser miembros unos de los otros, puesto que somos concorpóreos de Cristo.
San Juan Damasceno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Venimos a ser miembros unos de los otros.
Se llama la oblación eucarística participación, porque por medio de ella participamos de la Divinidad de Jesús. Se dice comunión, y lo es realmente, porque por ella comulgamos nosotros con Cristo y recibimos su carne y su Divinidad; y por medio de ella nos unimos y comulgamos unos con otros, ya que, por participar de un mismo pan, todos somos un mismo cuerpo de Cristo, y una misma sangre, y venimos a ser miembros unos de los otros, puesto que somos concorpóreos de Cristo.
San Juan Damasceno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Participaremos de la visión beatífica.
Y se los llama imágenes de las cosas futuras no porque no sean realmente Cuerpo y Sangre de Cristo, sino porque ahora participamos, por medio de ellos, de la Divinidad de Cristo, y entonces participaremos con el entendimiento por medio de sola la visión.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
La unión con Cristo y de unos con otros es absoluta.
Pues si la unión con Cristo y de unos con otros es absoluta, nos unimos también, en cuanto a las voluntades, con todos los que juntamente con nosotros comulgan. Pues esta unión viene a realizarse por voluntad y no sin nuestro consentimiento: Porque todos somos un solo cuerpo, porque participamos de un mismo pan, como dice San Pablo 1 Cor 10,17.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Tercera plegaria eucarística de San Juan Damasceno.
Tengo herido el corazón; me ha derretido el ardor por ti, me ha transformado el amor a ti, ¡oh Señor!; estoy encadenado a tu amor. Quede yo lleno con tu carne; quede yo saciado con tu vivífica y divinizadora sangre; goce yo de tus bienes; sumérjame yo en las delicias de tu Divinidad; sea yo hecho digno de que cuando vengas glorioso salga a tu encuentro, arrebatado yo entre nubes al aire 1 Tes 4,17 con todos tus escogidos, para que te alabe, y te adore, y te glorifique, dándote gracias y confesándote juntamente con tu Padre, que no tiene principio, y con tu santísimo y bueno y vivificante Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Tercera plegaria eucarística
Reflexión diaria
Segunda plegaria eucarística de San Juan Damasceno.
Ante las puertas de tu iglesia estoy y no me libro de los malos pensamientos. Pero tú ¡oh Cristo Dios!, que justificaste al publicano Mt 9,9-13, y te compadeciste de la cananea Mt 15,22-28, y abriste al ladrón las puertas del paraíso Lc 23,40-43, ábreme las entrañas de tu bondad, y ya que me acerco y te toco, recíbeme como a la pecadora Lc 7,37-50 y a la hemorroísa Lc 8,43-48. Pues ésta, habiendo tocado tu franja (del manto), fácilmente recobró la salud; y aquélla, habiendo abrazado tus pies inmaculados, obtuvo el perdón de sus pecados. Pero yo , miserable, que me atrevo a recibir todo tu cuerpo, no sea arrojado al fuego, sino recíbeme como a ellas e ilumíname los sentidos del alma, consumiendo los reatos de mis pecados. Por los ruegos de la que te engendró virgen y de las potestades celestiales; porque eres bendito por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Segunda plegaria eucarística
Reflexión diaria
Primera plegaria eucarística de San Juan Damasceno.
Señor Jesucristo, Dios nuestro, el único que tienes poder para perdonar los pecados a los hombres, no tomes en cuenta, como bueno y amador de los hombres que eres, ninguno de mis deslices conscientes o inconscientes, y hazme digno de recibir sin condenación tus divinos, gloriosos, inmaculados y vivíficos misterios, no para castigo, no para aumento de pecados, sino para purificación y santificación y arras de la vida y del reino futuro, para muralla y socorro contra los enemigos y para destrucción de éstos; para borrar mis muchos delitos. Porque tú eres Dios de misericordia, de compasión y de amor a los hombres; y a ti entonamos la gloria con el Padre y con el Espíritu Santo ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Primera plegaria eucarística
Reflexión diaria
Para rechazar todo el mal y para purificar toda inmundicia.
El cuerpo y la sangre de Cristo es lo que viene para sostén de nuestro cuerpo y alma; cuerpo de Cristo, que no se consume ni se corrompe…, sino que entra en nuestra sustancia y sirve para nuestra conservación, para rechazar todo el mal y para purificar toda inmundicia.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Nos hacemos cuerpo de Cristo.
Purificado por él, nos unimos al cuerpo de Cristo y a su Espíritu y nos hacemos cuerpo de Cristo.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Venimos a ser miembros unos de otros.
Se llama (la oblación eucarística) participación, porque por medio de ella participamos de la Divinidad de Jesús. Se dice comunión, y lo es realmente, porque por ella comulgamos nosotros con Cristo y recibimos su carne y su Divinidad, y por medio de ella nos unimos y comulgamos unos con otros, ya que, por participar de un mismo pan 1Cor 10,17, todos somos un mismo cuerpo de Cristo y una misma sangre, y venimos a ser miembros unos de otros, puesto que somos concorpóreos de Cristo.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Nos divinizamos al contacto del fuego divino.
Honrémoslo con toda pureza espiritual y corporal… Lleguémonos a él con ardiente deseo y recibamos al cuerpo del Crucificado. Y presentando ojos, labios y frente, recibamos la brasa divina, para que el fuego del amor impaciente que hay en nosotros, tomando calor de este carbón encendido, queme nuestros pecados e ilumine nuestros corazones y ardamos y nos deifiquemos con el contacto del fuego divino.
San Juan Damasceno,Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 C.13
Reflexión diaria
¡Sucederá lo que creemos!
Con todo temor, con pura conciencia y fe firme acerquémonos a este Cuerpo y enteramente será [sucederá] para nosotros como creemos, sin que dudemos.
San Juan Damasceno,Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 C.13