Reflexión diaria
Volver una y otra vez a la fuente.
La Iglesia es joven cuando recibe cada día la fuerza siempre nueva de la Palabra de Dios, de la Eucaristía, de la presencia de Cristo y de la fuerza de su Espíritu: cuando es capaz de volver una y otra vez a su fuente.
SS Francisco
Reflexión diaria
Experimentar que murió y resucitó por ti.
En la Eucaristía encuentras realmente a Jesús, compartes su vida, sientes su amor; allí puedes experimentar que murió y resucitó por ti.
SS Francisco
Reflexión diaria
La Eucaristía nos configura con Jesús.
La Eucaristía nos configura de modo único y profundo con Jesús, renovando nuestro corazón, nuestra existencia y nuestra relación con él.
S.S. Francisco
Reflexión diaria
En el Pan eucarístico la creación está orientada hacia la divinización.
La Eucaristía une el cielo y la tierra, abraza y penetra todo lo creado. El mundo que salió de las manos de Dios vuelve a él en feliz y plena adoración. En el Pan eucarístico, la creación está orientada hacia la divinización, hacia las santas bodas, hacia la unificación con el Creador mismo. Por eso, la Eucaristía es también fuente de luz y de motivación para nuestras preocupaciones por el ambiente, y nos orienta a ser custodios de todo lo creado.
S.S. Francisco
Carta encíclica Laudato Sí, N. 236
Reflexión diaria
El que come de este pan vivirá eternamente.
Jesús concluye su discurso con estas palabras: “El que come de este pan vivirá eternamente (Jn 6,58). Si, vivir en comunión real con Jesús sobre esta tierra nos hace ya pasar de la muerte a la vida. El cielo comienza precisamente en esta comunión con Jesús.
Y en el Cielo ya nos espera María nuestra Madre – ayer hemos celebrado este misterio. Ella nos obtenga la gracia de nutrirnos de Jesús, Pan de Vida, siempre con fe.
S.S. Francisco
Angelus 16 de agosto del 2015
Reflexión diaria
la Comunión transforma nuestra vida en un don a Dios y en un don a los hermanos.
La Eucaristía es Jesús mismo que se dona totalmente a nosotros. Nutrirnos de Él y vivir en Él mediante la Comunión eucarística, si lo hacemos con fe, transforma nuestra vida, la transforma en un don a Dios y en un don a los hermanos. Nutrirnos de aquel “Pan de vida” significa entrar en sintonía con el corazón de Cristo, asimilar sus elecciones, sus pensamientos, sus comportamientos. Significa entrar en un dinamismo de amor y convertirnos en personas de paz, personas de perdón, de reconciliación, de compartir solidario. Lo mismo que Jesús ha hecho.
S.S. Francisco
Angelus 16 de agosto del 2015
Reflexión diaria
Un gesto que actualiza y hace presente.
A veces, con respecto a la santa Misa, se siente esta objeción: “¿Para qué sirve la Misa? Yo voy a la iglesia cuando tengo ganas, y rezo mejor solo”. Pero la Eucaristía no es una oración privada o una bella experiencia espiritual, no es una simple conmemoración de aquello que Jesús ha hecho en la Última Cena. Decimos, para entender bien, que la Eucaristía es “memorial”, o sea un gesto que actualiza y hace presente el evento de la muerte y resurrección de Jesús: el pan es realmente su Cuerpo ofrecido por nosotros, el vino es realmente su Sangre derramada por nosotros.
S.S. Francisco
Angelus 16 de agosto del 2015
Reflexión diaria
Requiere nuestro sí.
Jesús se identifica con aquel pan partido y compartido, y eso se convierte para Él en el “signo” del Sacrificio que lo espera. Este proceso tiene su cúlmen en la Última Cena, donde el pan y el vino se transforman realmente en su Cuerpo y en su Sangre. Es la Eucaristía, que Jesús nos deja con una finalidad precisa: que nosotros podamos convertirnos en una sola una cosa con Él. De hecho dice: “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él”(Jn 6,56). Aquel “permanecer”: Jesús en nosotros y nosotros en Jesús. La comunión es asimilación: comiéndolo a Él, nos transformamos en Él. Pero esto requiere nuestro “si”, nuestra adhesión a la fe.
S.S. Francisco
Angelus 16 de agosto del 2015
Reflexión diaria
La Eucaristía es el centro vital del universo.
En la Eucaristía ya está realizada la plenitud, y es el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable. Unido al Hijo encarnado, presente en la Eucaristía, todo el cosmos da gracias a Dios. En efecto, la Eucaristía es de por sí un acto de amor cósmico: ¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo.
S.S. Francisco
Carta encíclica Laudato Sí, N. 236
Reflexión diaria
Quiso llegar a nuestra intimidad a través de un pedazo de materia.
En la Eucaristía lo creado encuentra su mayor elevación. La gracia, que tiende a manifestarse de modo sensible, logra una expresión asombrosa cuando Dios mismo, hecho hombre, llega a hacerse comer por su criatura. El Señor, en el colmo del misterio de la Encarnación, quiso llegar a nuestra intimidad a través de un pedazo de materia. No desde arriba, sino desde adentro, para que en nuestro propio mundo pudiéramos encontrarlo a él.
S.S. Francisco
Carta encíclica Laudato Sí, N. 236
Reflexión diaria
El Pan vivo.
Creer en Jesús significa hacer de Él el centro, el sentido de nuestra vida. Cristo no es un elemento accesorio: es el Pan vivo, el alimento indispensable. Unirse a Él, en una verdadera relación de fe y de amor, no significa estar encadenados, sino ser profundamente libres, siempre en camino.
S.S. Francisco
Ángelus, 23 de agosto del 2015
Reflexión diaria
Recuérdate de Jesucristo.
Recuérdate de Jesucristo. Cuando estoy en la Misa, es ahí que está dando su vida por mí. Y así profundizas el Misterio. Y cuando no vas a Misa, pero vas a orar ante el Tabernáculo, recuérdate que él está ahí y que ha dado su vida por ti. La memoria. Fue el mandato que Jesús le dio a los suyos: “Hagan esto en memoria mía”. Es decir, cada vez que realicen esta celebración, recuérdense de mí; cada vez que vayan a orar ante el tabernáculo, recuérdense de esto. Y no se olviden de lo que San Pablo le decía a su discípulo, también obispo: ¡Recuérdate de Jesucristo! (cfr 2 Tm 2,8)**
S.S. Francisco
Encuentro con el Movimiento Eucarísitico Juvenil
agosto 7, 2015
Reflexión diaria
La gracia de la memoria.
La gracia de la memoria… es ir ahí, al Calvario, donde Jesús dio su vida por mi. Cada uno de nosotros debe decir esto. Y con esta memoria, viendo a Jesús, recibiendo el Cuerpo y la Sangre de Jesús, tú profundizas el misterio de la Eucaristía.
S.S. Francisco
Encuentro con el Movimiento Eucarístico Juvenil
agosto 7, 2015
Reflexión diaria
La profundidad de la Eucaristía.
Papa Francisco: ¿qué le diría a los jóvenes para que descubran La profundidad de la Eucaristía?
Siempre ayuda pensar en la Última Cena. Aquella palabra que Jesús dijo cuando nos dio el pan y el vino, su Cuerpo y su Sangre: “Hagan esto en memoria mía”. La memoria de Jesús está presente ahí; la memoria de Jesús, en cada Misa, está ahí y ¡nos salva ahí! La memoria de ese gesto de Jesús, que después se fue para el Huerto de los Olivos para dar inicio a su Pasión. ¡La memoria de un amor tan grande que ha querido dar su vida por mí! Cada uno de nosotros puede decir esto.
S.S. Francisco
Encuentro con el Movimiento Eucarísitico Juvenil
agosto 7, 2015
Reflexión diaria
El don más grande que sacia el alma y el cuerpo.
“Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed” (Jn. 6,35). Y ésta es la referencia a la Eucaristía, el don más grande que sacia el alma y el cuerpo. Encontrar y recibir en nosotros a Jesús, “pan de Vida”, da significado y esperanza al camino a menudo tortuoso de la vida. Pero este “”pan de Vida” nos es dado con una tarea, es decir, para que podamos, a su vez, saciar el hambre espiritual y material de los hermanos, anunciando el Evangelio por doquier. Con el testimonio de nuestra actitud fraterna y solidaria hacia el prójimo, hagamos presente a Cristo y su amor en medio de los hombres.
S.S. Francisco
Angelus agosto 2, 2015