Reflexión diaria
La santificación que vivifica para la eternidad.
Me he examinado y me he reconocido indigno. A los que así hablan les digo: ¿Y cuándo seréis dignos? ¿Cuándo os presentaréis entonces ante Cristo? Y si vuestros pecados os impiden acercaros y si nunca vais a dejar de caer “¿quién conoce sus delitos?”, dice el salmo, ¿os quedaréis sin participar de la santificación que vivifica para la eternidad?.
San Cirilo de Alejandría, Doctor de la Iglesia
In Joh. Evang. IV, 2: PG 73, 584-585
Reflexión diaria
En la Eucaristía se hace presente la realidad verdadera y definitiva.
En la Eucaristía se hace presente la realidad verdadera y definitiva, objeto de nuestra fe, que nos permite mirar y valorar cristianamente, a partir de ella, todo lo que existe.
Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata
Solemnidad de Corpus Christi, 1 de junio de 2013
Reflexión diaria
La Eucaristía para recuperar y reafirmar el primado de Dios.
¿De dónde partir, como de la fuente, para recuperar y reafirmar el primado de Dios? De la Eucaristía: que Dios se hace así cercano de modo que es nuestro alimento, Que Él se hace fuerza en el camino a menudo difícil, que se hace presencia amiga que transforma
S.S. Benedicto XVI
25° Congreso Eucarístico Nacional italiano
Septiembre 11 del 2011
Reflexión diaria
Tengo que recibirle siempre.
Tengo que recibirle siempre, para que siempre perdone mis pecados. Si peco continuamente, he de tener siempre un remedio.
San Ambrosio, Doctor de la Iglesia
De Sacramentis, IV, 6, 28: PL 16, 464
Reflexión diaria
La Eucaristía es un generoso remedio.
La Eucaristía no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y alimento para los débiles.
S.S. Francisco
Evangelii Gaudium, 47
Reflexión diaria
Comulgar cada día es bueno y muy útil.
El comulgar cada día y participar del santo cuerpo y sangre de Cristo es bueno y muy útil; pues dice él claramente: El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna Jn 6,54.
San Basilio, Doctor de la Iglesia
Carta a Cesárea, Patricia, acerca de la comunión
Reflexión diaria
De una Plegaria Eucarística del siglo IV.
…A fin de que los que hayan participado de él (el Santo Sacrificio de la Misa) se afirmen en la piedad, consigan el perdón de los pecados, se defiendan del diablo y de su engaño, se llenen del Espíritu Santo, se hagan dignos de tu Cristo, consigan la vida eterna, habiéndote reconciliado con ellos, Señor Omnipotente.
Constitución de los Apóstoles L.8 c.12
Reflexión diaria
Nada le hará daño al que comulga bien.
Cada fiel procure tomar la Eucaristía, antes que haya probado ninguna otra cosa. Pues si es fiel en tomarla, aunque se le dé veneno mortal, no tendrá (el veneno) poder sobre él.
San Hipólito
Tradición Apostólica
Dix; Funk 115s; Botte 66s
Reflexión diaria
Había comido y bebido dignamente el Cuerpo y la Sangre del Señor.
¿Cómo permaneció en él (permaneced en mí Jn 15,5) San Lorenzo?… Pues no le mataron rápidamente, sino que fue atormentado con el fuego; no se le concedió más tiempo de vida, sino que se le obligó a morir lentamente. Y en aquella prolongada muerte, en aquellos tormentos, no sintió los dolores, porque había comido y bebido dignamente (el Cuerpo y la Sangre del Señor).
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Sobre San Juan, Tratado 27 n.12
Reflexión diaria
La defensa de la saciedad del Señor.
Para esto se hace la Eucaristía, para que pueda ser protección para los que la reciben, a los que queremos que estén seguros contra el enemigo, armémosles con la defensa de la saciedad del Señor.
San Cipriano
Carta 57 n.2
Reflexión diaria
Tú sostuviste la humanidad con tu pan bendito.
El trigo, la oliva y las uvas que fueron creadas para nuestro uso, estos tres elementos místicos nos sirven a nosotros de tres maneras; con estos tres medicamentos sanaste nuestras enfermedades. Enfermó, padeció dolores y desfalleció la humanidad; tú la sostuviste con tu pan bendito, la consolaste con tu vino purísimo y la alegraste con tu óleo santísimo.
San Efrén, Doctor de la Iglesia
La Iglesia y la Virginidad, Himno 37 n.1
Reflexión diaria
Se hizo pan de vida para que la Iglesia le comiera.
Su cuerpo se ha mezclado últimamente en nuestros cuerpos, también su misma purísima sangre se ha difundido por nuestras venas; también su voz ha herido nuestros oídos y su manifestación nuestros ojos; él mismo todo se mezcló en nosotros íntegramente. Y porque amó mucho a su Iglesia no le dio el maná de su émula (la sinagóga), sino que se hizo pan de vida para que la Iglesia le comiera.
San Efrén, Doctor de la Iglesia
La Iglesia y la Virginidad, Himno 37 n.1
Reflexión diaria
Para rechazar todo el mal y para purificar toda inmundicia.
El cuerpo y la sangre de Cristo es lo que viene para sostén de nuestro cuerpo y alma; cuerpo de Cristo, que no se consume ni se corrompe…, sino que entra en nuestra sustancia y sirve para nuestra conservación, para rechazar todo el mal y para purificar toda inmundicia.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoza L.4 c.13
Reflexión diaria
Nos hacemos cuerpo de Cristo.
Purificado por él, nos unimos al cuerpo de Cristo y a su Espíritu y nos hacemos cuerpo de Cristo.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Participas en ese alimento de su divina sustancia.
Dice: Yo soy el pan vivo que bajé del cielo Jn 6,41. Pero la carne no bajó del cielo, esto es, la carne la tomó de la Virgen en la tierra. ¿Cómo, pues, bajó pan del cielo, y pan vivo? Porque el mismo Señor nuestro Jesucristo participa al mismo tiempo de la divinidad y del cuerpo, y tú, que recibes la carne, participas en ese alimento de su divina sustancia.
San Ambrosio, Doctor de la Iglesia
Los Sacramentos L.6 c.1 n.4