Reflexión diaria
Como nuestra Santísima Madre.
Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre; con el espíritu y fervor de los Santos.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Reflexión diaria
Cristo sigue presente entre nosotros.
De modo especial Cristo sigue presente entre nosotros, en esa entrega diaria de la Sagrada Eucaristía. Por eso la Santa Misa es centro y raíz de la vida cristiana. En toda Santa Misa está siempre el Cristo Total, Cabeza y Cuerpo. Per Ipsum, et cum Ipso et in Ipso (por Cristo, con Él y en Él). Porque Cristo es el Camino, el Mediador: en Él, lo encontramos todo; fuera de Él, nuestra vida queda vacía. En Jesucristo, e instruidos por Él, nos atrevemos a decir: Padre nuestro. Nos atrevemos a llamar Padre al Señor de los cielos y de la tierra. La presencia de Jesús vivo en la Hostia Santa es la garantía, la raíz y la consumación de su presencia en el mundo.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Es Cristo que pasa, 102
Reflexión diaria
En la Santa Misa interviene la Santísima Virgen.
En la Santa Misa, de algún modo, interviene la Santísima Virgen, por la íntima unión que tiene con la Trinidad Beatísima y porque es Madre de Cristo, de su Carne y de su Sangre: Madre de Jesucristo, perfecto Dios y perfecto Hombre. Jesucristo concebido en las entrañas de María Santísima sin obra de varón, por la sola virtud del Espíritu Santo, lleva la misma Sangre de su Madre: y esa Sangre es la que se ofrece en sacrificio redentor, en el Calvario y en la Santa Misa.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Reflexión diaria
Amemos la Santa Misa como los enamorados.
¿Por qué prisa? ¿La tienen acaso los enamorados, para despedirse? Parece que se van y no se van; vuelven una y otra vez, repiten palabras corrientes como si las acabasen de descubrir… No os importe llevar los ejemplos del amor humano noble y limpio, a las cosas de Dios. Si amamos al Señor con este corazón de carne -no poseemos otro-, no habrá prisa por terminar ese encuentro, esa cita amorosa con Él.
San Josemaría Escrivá; Amar a la Iglesia, n.45
Reflexión diaria
La Santa Misa cambia la vida.
La Santa Misa, bien vivida, puede cambiar la propia existencia.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Carta, 2/2/1945
Reflexión diaria
Muestren un amor muy delicado por la Santa Misa.
Les ruego que muestren un amor tan delicado por la Santa Misa, que nos empuje a los sacerdotes a celebrarla con dignidad “con elegancia” humana y sobrenatural: con limpieza en los ornamentos y en los objetos destinados al culto, con devoción, sin prisas.
San Josemaría Escrivá; Amar a la Iglesia, n.45
Reflexión diaria
Recen mucho por nosotros los sacerdotes.
Yo pido a todos los cristianos que recen mucho por nosotros los sacerdotes, para que sepamos realizar santamente el Santo Sacrificio.
San Josemaría Escrivá; Amar a la Iglesia, n. 45
Reflexión diaria
El sacerdote le presta a Nuestro Señor todo su ser.
Por el Sacramento del Orden, el sacerdote se capacita efectivamente para prestar a Nuestro Señor la voz, las manos, todo su ser; es Jesucristo quien, en la Santa Misa, con las palabras de la Consagración, cambia la sustancia del pan y del vino en su Cuerpo, su Alma, su Sangre y su Divinidad.
San Josemaría Escrivá de Balaguer; Amar a la Iglesia
Reflexión diaria
Mientras uno oye Misa no pierde el tiempo.
“Mientras uno oye la Santa Misa no pierde el tiempo, sino que gana mucho, por muy dilatado que el sacerdote se esté en el Santo Sacrificio de la Misa”.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
“Es tanto el Amor de Dios por sus criaturas, y habría de ser tanta nuestra correspondencia que, al decir la Santa Misa, deberían pararse los relojes”.
San Josemaría Escrivá; Forja, n. 436
Reflexión diaria
¿Qué sería yo, si no hubiera comulgado?
¡Cuántos años comulgando a diario! Otro sería santo -me has dicho-, y yo ¡siempre igual! Hijo -te he respondido-, sigue con la diaria Comunión, y piensa: ¿qué sería yo, si no hubiera comulgado?
San Josemaría Escrivá de Balaguer