Reflexión diaria
En reparación de los innumerables ultrajes que Jesús recibe.
En reparación de los innumerables ultrajes que Jesús recibe en el Sacramento de su amor, el alma amante debe ofrecerse como víctima, consumirse en el fuego de la soberana caridad, amarle, alabarle y visitarle a menudo por aquellos que le maltratan; visitarle sobre todo a las horas en que nadie le hace compañía. ¡Qué felicidad estar durante las horas más silenciosas al pie del santo altar!
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Se disponían con cuidado.
Los antiguos cristianos, aquellos grandes siervos de Dios, comulgaban rara vez, pero se disponían con cuidado, y por eso recibían tan grande abundancia de gracias, que en muy poco tiempo se elevaban a la cumbre de la más alta perfección.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
La fiesta del Santísimo Sacramento es la fiesta del amor.
La fiesta del Santísimo Sacramento es la fiesta del amor. ¡Oh, qué grande amor! ¡Oh caridad! ¡Oh amor imponderable! La mariposa vuela alrededor de la llama y se quema. Que vuestra alma vuele alrededor de esta luz divina y se queme, y se reduzca a cenizas, máxime en los días de la octava del Santísimo Sacramento.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
La Santa Misa es el acto más solemne de nuestra adorable religión.
La Santa Misa es el acto más solemne de nuestra adorable religión y el momento más favorable para negociar con el Eterno Padre; porque entonces se les ofrece a su Hijo único, encarnado y muerto por nuestra salvación. Antes de celebrar, o al asistir a tan solemne acto, revestíos de los sufrimientos de Jesucristo; conversad dulcemente con Él, aun en medio de las arideces, y llevad al santo altar las necesidades del mundo entero.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Deteneos a saborear las dulzuras que produce su presencia en el alma.
Después de la Santa Comunión, Jesús posee vuestro corazón; deteneos a saborear las dulzuras que produce su presencia en el alma. Pero no podréis amarle, si no tenéis la fuente viva del santo y puro amor, es decir, el Espíritu Santo. Es el mismo Jesucristo quien nos lo enseña; “El que cree en mí, dice, vera salir de su seno arroyos de agua viva”, según la expresión de las Escrituras.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
El corazón de el que le recibe debe ser nuevo.
El corazón del que comulga o celebra debe ser el sepulcro de Jesucristo; pues así como el sepulcro en donde fue puesto Jesús muerto, era nuevo, así el corazón de el que le recibe debe ser nuevo, es decir, puro, animado de fe viva, de firme confianza, de ardiente caridad y de un vivo deseo de la gloria de Dios y de la salvación de las almas.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Penetrándose de los más tiernos sentimientos.
Pues que la Santa Misa es la renovación del sangriento sacrificio del Calvario, cuando asistís a ella, o la celebráis, figuraos que asistís o celebráis las exequias del Salvador, penetrándose de los tiernos sentimientos de compunción y de amor de que estaban penetrados la Santísima Virgen y San Juan, José de Arimatea y Nicodemo.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Comulgad en forma de Viático.
Cada vez que os acerquéis al sagrado banquete, comulgad en forma de Viático, y luego guardad con sumo cuidado día y noche vuestro corazón, tabernáculo vivo de Jesús Eucarístico; el corazón de el que comulga ó celebra, que obra de esta suerte, no tardará en concebir el fuego del santo amor.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Que vuestro corazón sea un tabernáculo vivo.
El día que comulgáis debéis conduciros de manera que vuestro corazón sea un tabernáculo vivo del amabilísimo Jesús. Visitadle a menudo en lo interior de vos mismo, y ofrecedle los homenajes, los sentimientos y las acciones de gracias que os inspire el santo amor.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Ejercer una gran vigilancia sobre la lengua.
La más digna preparación para acercarse a la Sagrada mesa es tener el corazón bien limpio y purificado, ejercer una gran vigilancia sobre la lengua, que es la primera que toca el Santísimo Cuerpo de Jesús, tener una fe viva y una profunda humildad, de donde nace un gran conocimiento de Dios y de nuestra nada.
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Acercaos muy a menudo a los santos Sacramentos.
Para conservar e inflamar más y más el fuego del divino amor en vuestro corazón, acercaos muy a menudo, por cuanto vuestros deberes lo permitan, a los santos Sacramentos de la Confesión y Comunión. La Sagrada Eucaristía reanima el alma y robustece al mismo cuerpo, cuando se recibe con las debidas disposiciones. ¡Oh misericordia infinita de nuestro Soberano Bien!
San Pablo de la Cruz
Reflexión diaria
Yo os conjuro vivamente a comulgar con frecuencia.
La Santa Comunión es el medio más eficaz que se pueda imaginar para unirse a Dios. ¡Oh, qué inmensos son los tesoros que se encierran en la divina Eucaristía! Yo os conjuro vivamente a vosotros todos que vivís en el mundo a comulgar con frecuencia y a prepararos bien para este divino banquete.
San Pablo de la Cruz