Reflexión diaria
Falta de caridad.
¡Oh, cuán poca caridad y flaca devoción tienen los que tan fácilmente dejan la sagrada Comunión!
Beato Tomás de Kempis
La Imitación de Cristo
Reflexión diaria
No retardemos un bien tan grande.
¿De que sirve retardar mucho la confesión, o diferir la sagrada Comunión? Límpiate cuanto antes, vomita luego el veneno, como presto el remedio, y te hallarás mejor que si lo dilatares mucho tiempo. Si hoy la dejas por alguna causa, mañana te puede acaecer otra mayor; y así te apartarás mucho tiempo de la Comunión, y después estarás menos dispuesto. Lo más presto que pudieres, sacude tu pereza e inacción; porque nada se gana con angustiarse e inquietarse largo tiempo y apartarse del divino sacramento por obstáculos diarios. Al contrario, daña mucho el dilatar demasiado la Comunión; porque esto suele causar un grave entorpecimiento. Pero ¡Oh dolor! Algunos tibios y disipados dilatan con gusto la confesión, y desean retardar la sagrada Comunión por no verse obligados a guardar su alma con mayor cuidado.
Beato Tomás de Kempis
La Imitación de Cristo
Reflexión diaria
Importancia de la Comunión frecuente.
Muy a menudo debes acudir a la fuente de la gracia y de la misericordia divina; a la fuente de la bondad y de toda pureza, para que puedas sanar de tus pasiones y vicios, y merezcas hacerte más fuerte y más despierto contra todas las tentaciones y engaños del demonio. El enemigo, sabiendo el grandísimo fruto y remedio que hay en la sagrada Comunión, trabaja cuanto puede sin perder medio y ocasión por retraer y estorbar a los fieles y devotos.
Beato Tomás de Kempis
La Imitación de Cristo
Reflexión diaria
La comunión espiritual.
Cuando estuviere legítimamente impedido, tenga siempre buena voluntad y devota intención de comulgar, y así no carecerá del fruto del Sacramento. Porque cualquier devoto puede cada día y cada hora comulgar espiritualmente con fruto. Más en ciertos días y en el tiempo mandado, debe recibir sacramentalmente el cuerpo de su Redentor con afectuosa reverencia, y buscar más bien la gloria y honra de Dios, que su propia consolación. Porque tantas veces comulga místicamente y se alimenta invisiblemente su espíritu, cuantas se acuerda con devoción el misterio de la Encarnación y Pasión de Cristo, y se enciende en su amor.
Beato Tomás de Kempis
La Imitación de Cristo
Reflexión diaria
La sola oración no es suficiente.
“¡Perdóname querido amigo!, pero como me hallaba impedido de decir la Santa Misa por ti, recé y me sacrifiqué mucho con esta intención”. “Esto no basta -le dijo su amigo-, tu oración no es bastante poderosa para sacarme de estos tormentos. Me hace falta la Sangre de Cristo, esa misma Sangre que se ofrece en la Misa. Si hubieras guardado tu promesa, ya hubiera salido yo de ésta prisión de fuego, y si todavía me quemo en ella es por tu culpa”.
Beato Enrique Suso
Palabras de un amigo suyo que se encontraba en el Purgatorio
Reflexión diaria
Más vale una Santa Misa en vida que cien después muertos.
Beata Ana María Taigi asistió al funeral del cardenal Doria y el Señor le hizo entender que los cientos de Misas que el purpurado había dejado encargadas no le servirían a él sino a los pobres, porque durante su vida no había rezado por las almas del purgatorio.
Esto también nos podría suceder a nosotros, si en vida no nos preocupamos por ellas. Al fin de cuentas, Dios es el que distribuye los sufragios ofrecidos por nosotros y no basta con dejar dinero para Misas. Más vale “oír” una Santa Misa en vida que cien después muertos.
Reflexión diaria
Socorrido con muchas Santas Misas y oraciones.
He visto a un sacerdote muy piadoso y caritativo que murió anoche a las nueve. Ha pasado tres horas en el purgatorio por haber perdido el tiempo en hacer bromas. Este sacerdote tenía que haber permanecido varios años en el purgatorio, pero ha sido socorrido con muchas Santas Misas y oraciones. A este sacerdote lo he conocido mucho.
Beata Ana Catalina Emmerick
Reflexión diaria
¡Qué incomparable honor tenemos al participar de la Santa Misa!
¡Qué incomparable honor tenemos al participar de la Santa Misa! Si pusiéramos juntos todos los méritos y todas las virtudes de todos los santos que existieron y existirán, con todo el amor de los bienaventurados, incluidos los ángeles y la misma Santísima Virgen María, todos juntos no podrían dar a Dios tanto honor ni tanta alabanza ni satisfacción como recibe en una sola Santa Misa.
Beato Pedro Vignes
Reglamento de vida I, 21, art II
Reflexión diaria
Por cuantas veces se participa en la Santa Misa.
Mi Hijo ama tanto a quienes asisten al Santo Sacrificio de la Misa, que, si fuera necesario, él moriría por ellos tantas veces por cuantas veces han participado en la Santa Misa.
La Santísima Virgen María
al Beato Alain de La Roche op
Reflexión diaria
En La Santa Misa es que experimenta mayor gozo la Madre de Dios.
Así como la sabiduría divina escogió entre las vírgenes a una virgen de quien naciese el Salvador del mundo, del mismo modo instituyó Cristo el sacerdocio para repartir en todo tiempo al mundo los tesoros de la Redención por medio del santo sacrificio de la Misa y de los sacramentos; por esto la Santa Misa es en la que experimenta mayor gozo la Madre de Dios, y es la delicia de los bienaventurados, el auxilio más eficaz de los vivos y el mayor consuelo de las almas del purgatorio.
Beato Alain de La Roche op
Reflexión diaria
En cada Santa Misa se renueva la Encarnación.
Así como Jesucristo se hizo hombre cuando la virtud del Espíritu Santo cubrió con su sombra a la Santísima Virgen María, así renueva la Encarnación en cada Santa Misa sacramentalmente por obra del mismo Santo Espíritu.
Beato Alain de la Róche op
Reflexión diaria
Es como si Jesucristo descendiera por primera vez a la tierra.
Cuando celebras la Santa Misa o la oyes, debe ser para ti este misterio tan grande, tan digno de tu amor, tan nuevo, como si Jesucristo, descendiendo en aquel punto por primera vez a la tierra, se hiciera hombre en el seno de la Virgen.
Beato Tomás de Kempis
Reflexión diaria
Acérquense lo más posible a la mesa Eucarística.
Los exhorto con todas las fuerzas de mi alma a acercarse lo más posible a la mesa Eucarística; aliméntense de este pan de los Ángeles, del que sacaran las fuerzas para combatir las luchas internas, contra las pasiones y contra todas las adversidades.
Beato Pier Giorgio Frassati
Reflexión diaria
La sola oración no es suficiente.
“¡Perdóname querido amigo!, pero como me hallaba impedido de decir la Santa Misa por ti, recé y me sacrifiqué mucho con esta intención”. “Esto no basta -le dijo su amigo-, tu oración no es bastante poderosa para sacarme de estos tormentos. Me hace falta la Sangre de Cristo, esa misma Sangre que se ofrece en la Misa. Si hubieras guardado tu promesa, ya hubiera salido yo de ésta prisión de fuego, y si todavía me quemo en ella es por tu culpa”.
Beato Enrique Suso
Palabras de un amigo suyo que se encontraba en el Purgatorio
Reflexión diaria
Más vale una Santa Misa en vida que cien después muertos.
Beata Ana María Taigi asistió al funeral del cardenal Doria y el Señor le hizo entender que los cientos de Misas que el purpurado había dejado encargadas no le servirían a él sino a los pobres, porque durante su vida no había rezado por las almas del purgatorio.
Esto también nos podría suceder a nosotros, si en vida no nos preocupamos por ellas. Al fin de cuentas, Dios es el que distribuye los sufragios ofrecidos por nosotros y no basta con dejar dinero para Misas. Más vale “oír” una Santa Misa en vida que cien después muertos.