Reflexión diaria
¡Qué no harían por asistir a una sola Santa Misa!
¡Ah! Si las almas del purgatorio pudieran volver a este mundo, ¡qué no harían por asistir a una sola Santa Misa!
San Pedro Julián Eymard
Reflexión diaria
Si las almas del purgatorio pudieran volver a este mundo.
¡Ah! Si las almas del purgatorio pudieran volver a este mundo, ¡qué no harían por asistir a una sola Misa! Si pudierais vosotros mismos comprender su excelencia, sus ventajas y sus frutos, ni un solo día querríais pasar sin participar en ella.
San Pedro Julián Eymard
Reflexión diaria
Más honra a Dios una sola Misa que todas las demás obras.
Más honra a Dios una sola Misa -sobre todo si en ella comulgamos con la expresa intención de amar, mediante Cristo, infinitamente al Altísimo, es decir, de vivir por Cristo como Cristo vive por el Padre- que todas las demás obras -no revalorizadas con la Eucaristía- por fervorosas que sean.
San Claudio de la Colombière
Reflexión diaria
Una sola Santa Misa en vida.
Una sola Misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil Misas celebradas por la misma intención, después de la muerte.
San Anselmo, Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Los bienes de valor infinito de la Santa Misa.
“En la Santa Misa se elevan oraciones por los allí presentes y por todos los que viven en el mundo, especialmente por los creyentes”. (San Ireneo)
“Si supiéramos lo que ganamos con una Santa Misa, nos moriríamos de emoción”. (Santo Cura de Ars)
Reflexión diaria
Ni un solo día dejaríamos de ir a la Santa Misa.
¡Ah! Si las almas del purgatorio pudieran volver a este mundo, ¡qué no harían por asistir a una sola Misa! Si pudierais vosotros mismos comprender su excelencia, sus ventajas y sus frutos, ni un solo día querríais pasar sin participar en ella.
San Pedro Julián Eymard
Reflexión diaria
Fines y efectos de la Santa Misa.
Al incorporarla a la Santa Misa, nuestra oración no solamente entra en el río caudaloso de las oraciones litúrgicas—que ya le daría una dignidad y eficacia especial ex opere operantis Ecclesiae (por la acción de la Iglesia que obra)—, sino que se confunde con la oración infinita de Cristo. El Padre le escucha siempre: “Yo sé que siempre me escuchas” (Jn 11, 42), y en atención a Él nos concederá a nosotros todo cuanto necesitemos.
Por consiguiente: No hay novena ni triduo que se pueda comparar a la eficacia impetratoria de una sola Misa. ¡Cuánta desorientación entre los fieles en torno al valor objetivo de las cosas! Lo que no obtengamos con la Santa Misa, jamás lo obtendremos con ningún otro procedimiento. Está muy bien el empleo de esos otros procedimientos bendecidos y aprobados por la Iglesia; es indudable que Dios concede muchas gracias a través de ellos; pero coloquemos cada cosa en su lugar. La Misa por encima de todo.
P. Antonio Royo Marín O.P.
Reflexión diaria
Fines y efectos de la Santa Misa.
El sacrificio de la Misa, por ser sustancialmente el mismo que el de la cruz, es, en cuanto a reparación y súplica, causa universal de las gracias de iluminación, atracción y fortaleza. Su influencia sobre nosotros no está, pues, limitada sino por las disposiciones y el fervor de quienes las reciben.
Así, una sola Misa puede aprovechar tanto a un gran número de personas como a una sola; de la misma manera que el sacrificio de la cruz aprovechó al buen ladrón lo mismo que si por él sólo se hubiese realizado. Si el sol ilumina lo mismo a una que a mil personas, la influencia de esta fuente de calor y fervor espiritual como es la Misa, no es menos eficaz en el orden de la gracia. Cuanto es mayor la fe, confianza, religión y amor con que se asiste a ella, mayores son los frutos que en las almas produce.
P. Antonio Royo Marín O.P.
Reflexión diaria
Fines y efectos de la Santa Misa.
Remite siempre, infaliblemente si no se le pone obstáculo, parte al menos de la pena temporal que había que pagar por los pecados en este mundo o en el otro. De ahí que la Santa Misa aproveche también. El grado y medida de esta remisión depende de nuestras disposiciones.
Por consiguiente: ningún sufragio aprovecha tan eficazmente a las almas del purgatorio como la aplicación del Santo Sacrificio de la Misa. Y ninguna otra penitencia sacramental pueden imponer los confesores a sus penitentes cuyo valor satisfactorio pueda compararse de suyo al de una sola Misa ofrecida a Dios. ¡Qué dulce purgatorio puede ser para el alma la Santa Misa!
P. Antonio Royo Marín O.P.
Reflexión diaria
La Misa por encima de todo.
No hay novena ni triduo que se pueda comparar a la eficacia impetratoria de una sola Misa. ¡Cuánta desorientación entre los fieles en torno al valor objetivo de las cosas! Lo que no obtengamos con la Santa Misa, jamás lo obtendremos con ningún otro procedimiento. Está muy bien el empleo de esos otros procedimientos bendecidos y aprobados por la Iglesia; es indudable que Dios concede muchas gracias a través de ellos; pero coloquemos cada cosa en su lugar. La Misa por encima de todo.
P. Antonio Royo Marín op
Reflexión diaria
¡Oh riquezas inmensas de la Santa Misa!
Se gana más oyendo una sola Santa Misa con devoción que distribuyendo todos los bienes a los pobres y marchando en peregrinación a todos los santuarios más venerados del mundo. ¡Oh riquezas inmensas de la Santa Misa!
San Bernardo de Claraval
Reflexión diaria
El Sacrificio de Cristo en la Santa Misa es de valor infinito.
Una sola Misa glorifica más a Dios que lo que le glorifican en el cielo por toda la eternidad todos los ángeles y santos juntos, incluyendo a la Santísima Virgen María, Madre de Dios. La razón es que la Virgen y los Santos son criaturas limitadas, en cambio la Misa, como es el Sacrificio de Cristo-Dios, es de valor infinito.
P. Jorge Loring