Reflexión diaria
Fortaléceme, purifícame, hazme como Dios.
En la Sagrada Comunión, Jesús se da a mí y se hace mío, todo mío, en su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad: “Yo soy tu dueña.”
Jesús, Alimento de las almas fuertes, fortaléceme, purifícame, hazme como Dios.
Santa Gemma Galgani
Reflexión diaria
Cristo el Señor quiso que nosotros perteneciéramos a él, y consagró en su mesa el misterio de nuestra paz y unidad.
Para que exista esta especie visible de pan se han conglutinado muchos granos en una sola masa, como si sucediera aquello mismo que dice la Sagrada Escritura a propósito de los fieles: Tenían una sola alma y un solo corazón hacia Dios. Lo mismo ha de decirse del vino. Recordad, hermanos, cómo se hace el vino. Son muchas las uvas que penden del racimo, pero el zumo de las mismas se mezcla, formando un solo vino. Así también nos simbolizó a nosotros Cristo el Señor; quiso que nosotros perteneciéramos a él, y consagró en su mesa el misterio de nuestra paz y unidad.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Sermón 272
Reflexión diaria
En la Santa Misa se consuma el misterio celestial y espiritual.
…Por esto la Iglesia, es decir la multitud que está constituida en Iglesia y persevera fiel y firmemente en su fe no podrá por nada ser separada de Cristo, ni nada podrá hacer que no permanezca adherida a él e indivisa en el amor. Por esto al consagrar el cáliz del Señor no se puede ofrecer ni agua sola ni vino solo: si uno ofrece sólo vino, se hará presente la sangre de Cristo sin nosotros; si sólo hay agua, se hará presente el pueblo sin Cristo. En cambio, cuando se mezclan ambas cosas hasta formar un todo sin distinción y perfectamente uno, entonces se consuma el misterio (sacramentum) celestial y espiritual…
San Cipriano de Cartago,
Padre de la Iglesia
Reflexión diaria
El agua y vino en el cáliz del Señor hace una mezcla que ya no puede deshacerse.
Puesto que Cristo nos llevaba en sí a todos nosotros, ya que hasta llevaba nuestros pecados, vemos que el agua representa al pueblo, mientras que el vino representa la sangre de Cristo. Así pues, cuando en el cáliz se mezclan el agua y el vino, el pueblo se une con Cristo, y la multitud de los creyentes se une y se junta a aquel en quien cree. Esta unión y conjunción de agua y vino en el cáliz del Señor hace una mezcla que ya no puede deshacerse…
San Cipriano de Cartago,
Padre de la Iglesia
Reflexión diaria
Los nombres del Banquete del Señor: G. Santa Comunión.
Dado que en la Santa Misa nos unimos con Cristo y por él unos con otros, se habla de la Santa Comunión (communio = comunidad, comunión).
YouCat, n. 212
Reflexión diaria
La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida con Dios.
La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad del pueblo de Dios, por las que la Iglesia es ella misma. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica el mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre.
Instrucción sobre el culto a la Eucaristía, Eucharisticum Mysterium, n. 6
Reflexión diaria
Debemos llegar a ser un solo pan, un solo cuerpo.
“Como este fragmento de pan estaba disperso sobre los montes y reunido se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino” (IX, 4: Padres Apostólicos, BAC, Madrid 1993, p. 86).
El pan, hecho de muchos granos de trigo, encierra también un acontecimiento de unión: el proceso por el cual muchos granos molidos se convierten en pan es un proceso de unificación.
Como nos dice san Pablo (cf. 1 Co 10, 17), nosotros mismos, que somos muchos, debemos llegar a ser un solo pan, un solo cuerpo. Así, el signo del pan se convierte a la vez en esperanza y tarea.
SS Benedicto XVI; Homilía de Corpus Christi, 2006
Reflexión diaria
Sin la Eucaristía, la Iglesia sencillamente no existiría.
La Eucaristía es como el corazón latiente que da vida a todo el cuerpo místico de la Iglesia: un organismo social basado totalmente en el vínculo espiritual pero concreto con Cristo… Sin la Eucaristía, la Iglesia sencillamente no existiría. La Eucaristía es, de hecho, la que hace de una comunidad humana un misterio de comunión, capaz de llevar a Dios al mundo y el mundo a Dios. El Espíritu Santo, que transforma el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, transforma también a cuantos lo reciben con fe en miembros del cuerpo de Cristo, para que la Iglesia sea realmente sacramento de unidad de los hombres con Dios y entre ellos.
SS Benedicto XVI; Corpus Domini, Junio 26, 2011
Reflexión diaria
Debemos alimentar y aumentar la piedad de todos por la Santa Misa.
Para animar a los católicos a profesar valientemente su fe y a practicar las virtudes cristianas, ningún medio es más eficaz que el que consiste en alimentar y aumentar la piedad del pueblo hacia aquella admirable prenda de amor, lazo de paz y de unidad, que es el sacramento de la Eucaristía.
S.S. León XIII
Reflexión diaria
¿Cuáles son los frutos y efectos que recibimos en la Comunión?
E.- La Unidad del Cuerpo místico: La Eucaristía hace la Iglesia.
Los que reciben la Eucaristía se unen más estrechamente a Cristo. Por ello mismo, Cristo une a todos los fieles en un solo cuerpo: La Iglesia.
La comunión renueva, fortifica, profundiza esta incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo. En el Bautismo fuimos llamados a no formar más que un solo cuerpo (cf 1 Co 12, 13).
La Eucaristía realiza esta llamada: “El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan” (1 Co 10, 16-17).
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1396
Reflexión diaria
¿Cuáles son los frutos y efectos que recibimos en la Comunión?
A.- La Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo.
“Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dice: ‘Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él’ (Jn 6, 56). La vida en Cristo encuentra su fundamento en el banquete eucarístico: ‘Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí’ (Jn 6, 57) “.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1391
La Sagrada Eucaristía es capaz de producir por sí misma un aumento de gracia santificante mayor que cualquier otro sacramento, por contener al mismo Autor de la gracia. Por eso se puede decir que, al ser la gracia unión con Cristo, el fruto principal de la Eucaristía es la unión íntima que se establece entre quien recibe el sacramento y Cristo mismo.
Reflexión diaria
¡No sé si jamás ha salido de la mano del Altísimo misterio más profundo!
Hay en la Santa Misa tantos misterios como gotas de agua en el mar, como átomos de polvo en el aire y como ángeles en el cielo; no sé si jamás ha salido de la mano del Altísimo misterio más profundo.
San Buenaventura, Doctor de la Iglesia