Reflexión diaria
El alimento eucarístico y el alimento corporal.
Quien asimila el manjar corporal, lo transforma en sí; esa transformación repara las pérdidas del organismo y le da el desarrollo conveniente. No ocurre así en el alimento eucarístico, que, en vez de transformarse en el que lo toma, transforma en sí al que lo recibe. De ahí que el efecto propio de ese Sacramento sea transformar de tal modo al hombre en Cristo, que pueda con toda verdad decir: “Vivo yo; mas no yo, sino que vive Cristo en mí” Gál 2, 20.
Santo Tomás de Aquino
Doctor de la Iglesia
In IV Senten., Dist. 12, q.2, a.1
Reflexión diaria
Fortaléceme, purifícame, hazme como Dios.
En la Sagrada Comunión, Jesús se da a mí y se hace mío, todo mío, en su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad: “Yo soy tu dueña.”
Jesús, Alimento de las almas fuertes, fortaléceme, purifícame, hazme como Dios.
Santa Gemma Galgani
Reflexión diaria
La Eucaristía produce impulsos de un amor que es angélico.
La Eucaristía produce impulsos de un amor que es angélico, y tiene el poder único de poner en las almas un santo sentimiento de ternura hacia la Reina de los Ángeles. Ella nos ha dado a quien es Carne de su carne y Hueso de sus huesos, y en la Eucaristía ella continúa dándonos este banquete dulce, virginal, celestial.
San Alberto Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Se hace nuestro alimento para asimilarnos a Él.
Jesús, realmente presente en el Sacramento del altar con el supremo Sacrificio de amor en la Cruz, se dona a nosotros, se hace nuestro alimento para asimilarnos a Él, para hacernos entrar en comunión con Él.
S.S. Benedicto XVI
Audiencia general
Miércoles 13 de junio de 2012
Reflexión diaria
Esta comida es la Carne y la Sangre del mismo Jesús encarnado.
Porque no los tomamos como pan o bebida comunes, sino que, así como Jesucristo, Nuestro Salvador, se encarnó por virtud del Verbo de Dios para nuestra salvación, del mismo modo nos han enseñado que esta comida, de la cual se alimentan nuestra carne y nuestra sangre, es la Carne y la Sangre del mismo Jesús encarnado, pues en esos alimentos se ha realizado el prodigio mediante la oración que contiene las palabras del mismo Cristo.
San Justino Mártir
Reflexión diaria
Yo sé que lo es.
¿Pensáis que no es mantenimiento aun para estos cuerpos este santísimo Manjar, y gran medicina aun para los males corporales? Yo sé que lo es.
Santa Teresa de Jesús
Camino de perfección 34
Reflexión diaria
Jesús Eucaristía el único alimento digno del hombre.
Hijos míos, cuando Dios quiso dar alimento a nuestra alma para sostenerla en su peregrinación por este mundo, paseó su mirada sobre todas las cosas criadas y no encontró nada digno de ella. Entonces se concentró en sí mismo y resolvió entregarse.
San Juan María Vianney, el Cura de Ars
Reflexión diaria
“Quien come mi Carne tiene Vida Eterna”.
Todos los días debería yo de nutrir mi alma, igual que todos los días alimento a mi cuerpo a fin de darle vitalidad física.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Los nombres del Banquete del Señor: C. Fracción del Pan.
La “Fracción del Pan” era un antiguo rito del banquete judío, que Jesús utilizó en la Última Cena para expresar su entrega “por nosotros” (Rom 8,32). En la “Fraccción del Pan” lo reconocieron los discípulos después de la Resurrección. La comunidad primitiva llamaba “Fracción del Pan” a sus asambleas eucarísticas.
YouCat, n. 212
Reflexión diaria
Prefigura la sobreabundancia del pan Eucarístico.
Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf Mt 14, 13-21; 15, 32-29). El signo del agua convertida en vino en Caná (cf Jn 2, 11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf Mc 14, 25) convertido en Sangre de Cristo.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1335.
Reflexión diaria
En la Eucaristía somos comidos por Cristo.
La Eucaristía es un banquete en el que comemos con Cristo, comemos a Cristo, y somos comidos por Cristo.
San Agustín de Hipona, Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
¿Cuáles son los frutos y efectos que recibimos en la Comunión?
F.- La Comunión es prenda de vida eterna.
De acuerdo a las palabras de Cristo en Cafarnaúm, la Eucaristía constituye un adelanto de la bienaventuranza celestial y de la futura resurrección del cuerpo: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna, y yo lo resucitaré, en el último día” (Jn 6, 54; cfr. Dz. 875).
Que es verdaderamente prenda de la gloria futura, lo canta la liturgia: “Oh sagrado banquete, en el que Cristo es nuestra comida, se celebra el memorial de su Pasión, el alma se llena de gracia y se nos da la prenda de la gloria futura” (Himno, O Sacrum Convivium).
“Si la Eucaristía es el memorial de la Pascua del Señor y si por nuestra comunión en el altar somos colmados ‘de gracia y bendición’ (MR, Canon romano, 96: “Supplices te rogamus”), la Eucaristía es también la anticipación de la gloria celestial” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1402).
Reflexión diaria
¿Cuáles son los frutos y efectos que recibimos en la Comunión?
B.- La Comunión es el alimento del alma.
“Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la comunión lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual. La comunión con la Carne de Cristo resucitado, ‘vivificada por el Espíritu Santo vivificante’ (PO 5), conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento de la vida cristiana necesita ser alimentado por la comunión eucarística, pan de nuestra peregrinación, hasta el momento de la muerte, cuando nos sea dada como viático”.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1392
La gracia sacramental específica de la Eucaristía es llamada gracia nutritiva, porque se nos da a manera de alimento divino, que conforta y vigoriza en el alma la vida sobrenatural.
Todos los efectos que el manjar y la bebida corporal producen en relación con la vida del cuerpo, sustentándola, aumentándola, reparándola y deleitándola, todos esos los produce este sacramento en relación con la vida del espíritu.
Reflexión diaria
Tenemos el cáliz de tu Preciosa Sangre.
Oh Señor, no podemos ir a la piscina de Siloé a la que enviaste al ciego. Pero tenemos el cáliz de tu Preciosa Sangre, llena de vida y luz. Cuanto más puros somos, más recibimos.
San Efrén
Cuando la abeja ha recogido el rocío del cielo y el néctar de las flores más dulce de la tierra, se apresura a su colmena. De la misma forma, el sacerdote, habiendo del altar al Hijo de Dios (que es como el rocío del cielo y verdadero hijo de María, flor de nuestra humanidad), te lo da como manjar delicioso.
San Francisco de Sales