Reflexión diaria
Los Santos dicen …
Los Santos dicen que la Santa Misa es el sol que ilumina toda nuestra semana.
P. Eliécer Sálesman; Cien noticias acerca de la Santa Misa
Reflexión diaria
Para participar de la Eucaristía…
A nadie le es lícito participar de la Eucaristía sino al que crea que son verdad las cosas que enseñamos, y se haya lavado en aquel baño que da el perdón de los pecados y la nueva vida, y lleve una vida tal como Cristo enseñó.
San Justino
Reflexión diaria
¿Cuál es la importancia de la Eucaristía para la Iglesia?
La celebración de la Eucaristía es el centro de la comunidad cristiana. En ella la Iglesia se convierte en Iglesia.
No somos Iglesia porque colaboramos a su sostenimiento, porque nos llevamos bien unos con otros o porque casualmente hayamos caído en una comunidad, sino porque en la Eucaristía recibimos el Cuerpo de Cristo y continuamente somos transformados en el Cuerpo de Cristo.
YouCat, n. 211
Reflexión diaria
La Eucaristía debe ser el centro de nuestra vida.
“La Eucaristía debe ser el centro de nuestra vida”.
San Francisco de Asís
“Entre las prácticas de la religión, la Eucaristía es lo que el Sol entre los astros”.
San Francisco de Sales
Reflexión diaria
La Eucaristía es fuente y cima de toda la vida cristiana.
La Eucaristía es “fuente y cima de toda la vida cristiana”. Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1324
Reflexión diaria
La Eucaristía es manantial de vida divina.
El don de la Eucaristía es, en efecto, manantial de vida divina para quienes avanzan por las rutas de la fe, que están llenas de inefables misterios y empapadas de suavidad y dulzura.
P. Guillermo Pons; La Eucaristía, en los textos de los Padres de la Iglesia
Reflexión diaria
La Eucaristía es el don más grande que el Señor ha ofrecido a su Esposa.
La Eucaristía es el don más grande que el Señor ha ofrecido a su Esposa, la Iglesia permanente… Es compendio de las palabras, vida y obra de Jesús, ofrecida al Padre por nosotros… Es gloria de su Cuerpo Resucitado… Es fuente, centro y culmen de la vida cristiana.
Concilio Vaticano II
Reflexión diaria
La Eucaristía centro y raíz de nuestra vida.
“Un sacerdote vale tanto cuanto su vida eucarística, especialmente su celebración eucarística… Ningún sacerdote puede realizarse plenamente si la Eucaristía no es el centro y la raíz de su vida…
No creáis que las horas pasadas delante del Sagrario son horas perdidas o de menos valor pastoral. Lo que se da a Dios nunca se pierde”.
San Juan Pablo II
Febrero 16, 1984
Reflexión diaria
La Eucaristía constituye una especie de antídoto.
En una cultura cada vez más individualista, como lo es aquella en la que estamos inmersos en las sociedades occidentales, y que tiende a difundirse en todo el mundo, la Eucaristía constituye una especie de “antídoto”, que actúa en las mentes y en los corazones de los creyentes y que siembra continuamente en ellos la lógica de la comunión, del servicio, del compartir, en resumen, la lógica del Evangelio.
SS Benedicto XVI; Corpus Domini, Junio 26, 2011
Reflexión diaria
Vivamos una vida intensamente eucarística llena de fe, de esperanza y amor verdadero.
“Mira, sacerdote mío, despreocúpate tú de la sugestión del número y preocúpate más de la calidad. Más que llenarme de gente mis iglesias, preocúpate en llenármela de buen olor de Comuniones fervorosas, de adoraciones rendidas, de suspiros de amor, de aspiraciones de esperanza, de inspiraciones de fe, de oraciones bien rezadas, de lágrimas de pecadores, de propósitos eficaces de enmienda, de vida intensamente eucarística.
Déjame a mí multiplicar la gente cuando tú con mi gracia, multipliques la alegría que en mí y en ti ha de producir el olor de esas cosas buenas.
Llena mi templo de olor de cosas buenas y yo te prometo que ese olor se extenderá por las calles y las casas de tu feligresía, y verás cómo la iglesia tuya será pequeña, y tendrás que levantar más iglesias para los que han de venir…
Pero sabe que no puede haber cosas buenas con mi Sagrario cerrado. Mira que hombres y obras que no pasen por el Sagrario abierto, no pueden oler bien y al fin y a la postre olerán a muerto.
Mira que si te duelen las injusticias que padecen los pobres, las penas de los enfermos, los escándalos de los niños…, te debe doler sobre todo dolor el abandono que padezco en el Sagrario, que es la injusticia de más urgente y transcendental reparación y la pena que más enardece y el escándalo que más ruinas trae a las almas…”
San Manuel González; en su libro, “Aunque todos yo no”
Reflexión diaria
Tributen los fieles la máxima veneración a la Santísima Eucaristía.
Tributen los fieles la máxima veneración a la Santísima Eucaristía, tomando parte activa en la celebración del Sacrificio augustísimo, recibiendo este sacramento frecuentemente y con mucha devoción, y dándole culto con suma adoración; los pastores de almas, al exponer la doctrina sobre este sacramento, inculquen diligentemente a los fieles esta obligación.
Código de Derecho Canónico, n. 898
Reflexión diaria
¿Cuáles son los frutos y efectos que recibimos en la Comunión?
D.- La Comunión borra los pecados veniales.
“Como el alimento corporal sirve para restaurar la pérdida de fuerzas, la Eucaristía fortalece la caridad que, en la vida cotidiana, tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados veniales (Cf. C.C. de Trento: DS 1638).
Dándose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y nos hace capaces de romper los lazos desordenados con las criaturas y de arraigarnos en Él”.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1394.
En la Comunión Jesús es Médico, que suministra el remedio para la enfermedad y fortalece nuestra debilidad, preservándonos de los pecados futuros: por ello el Concilio de Trento llama a la Eucaristía “antídoto”, con el que somos liberados de las culpas cotidianas y somos preservados de los pecados mortales (Dz 875).
Reflexión diaria
Es imperativo instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.
La Iglesia desea y pide que los cristianos no asistan a este Misterio de fe que es la Santa Misa como extraños y espectadores, sino que participen consciente, piadosa y activamente, y procuren instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.
Concilio Vaticano II; Lit. 48