Reflexión diaria
El sermón más convincente.
La Santa Misa celebrada dignamente, con reverencia y cuidadosamente es en sí misma el sermón más convincente.
Fr. Mark Daniel Kirby
Reflexión diaria
La Santa Misa celebrada devotamente inspira devoción.
La Santa Misa celebrada devotamente inspira devoción a cuantos la oyen. En cambio, cuando se la celebra atropelladamente consigue que se pierda la devoción y casi la fe.
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
La Misa Atropellada
Reflexión diaria
Temblorosos de reverencia.
Dios ordenó a los sacerdotes del Antiguo Testamento que se acercaran al Santuario temblorosos de reverencia. Y el sacerdote del Nuevo Testamento, ¿se atreverá a conducirse irreverentemente cuando, al hallarse en el altar ante la Presencia Real de Jesucristo, lo toma en sus manos, lo sacrifica y se alimenta de Él?
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
La Misa Atropellada
Reflexión diaria
El Santo Sacrificio infunde gran devoción y veneración.
Así como el Santo Sacrificio celebrado devotamente infunde gran devoción y veneración, de igual manera celebrado irreverentemente hace perder el concepto y veneración que le son debidos.
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
La Misa Atropellada
Reflexión diaria
La devoción requerida por tan augusto sacrificio.
Nunca podrá el sacerdote celebrar la Santa Misa con la devoción requerida por tan augusto sacrificio.
El hombre no puede llevar a acabo acción más sublime ni más santa.
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
Misa Atropellada
Reflexión diaria
¡Qué crezca en nosotros una piedad apasionada por la Santa Misa!
Al celebrar o al participar en la Santa Misa, sacerdotes y laicos han de actuar con piedad recia, doctrinal, y de forma amorosa, atenta, santamente apasionada. En la Eucaristía, donde tiempo y eternidad se encuentran, Cristo se ofrece al Padre y se nos entrega de nuevo a nosotros los hombres: merece evidentemente que correspondamos con todo el amor de que seamos capaces. Dios no nos pide solamente la entrega de un acto externo, sino que ante todo espera nuestro amor: sólo así la ofrenda puede ser perfecta, agradable a Dios.
Mons. Javier Echevarría; Sínodo de la Eucaristía, octubre de 2005
Reflexión diaria
Tributen los fieles la máxima veneración a la Santísima Eucaristía.
Tributen los fieles la máxima veneración a la Santísima Eucaristía, tomando parte activa en la celebración del Sacrificio augustísimo, recibiendo este sacramento frecuentemente y con mucha devoción, y dándole culto con suma adoración; los pastores de almas, al exponer la doctrina sobre este sacramento, inculquen diligentemente a los fieles esta obligación.
Código de Derecho Canónico, n. 898
Reflexión diaria
Participemos en la Santa Misa de principio a fin.
Pedimos vehementemente a los pastores que instruyan a los fieles acerca de la importancia de participar en la Santa Misa entera.
Concilio Vaticano II; Lit. 56
Reflexión diaria
Es imperativo instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.
La Iglesia desea y pide que los cristianos no asistan a este Misterio de fe que es la Santa Misa como extraños y espectadores, sino que participen consciente, piadosa y activamente, y procuren instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.
Concilio Vaticano II; Lit. 48
Reflexión diaria
Se necesitan tres eternidades.
Para ofrecer bien el Santo Sacrificio se necesitarían tres eternidades: una para prepararla, otra para celebrarla y una tercera para dar gracias.
San Juan Eudes