Reflexión diaria
Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía.
Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía; alimentémonos de aquel divino maná que contiene toda delicia; en la Comunión hagamos provisión de mansedumbre para todo el día: ¡tenemos tanta necesidad de ella!
San Pedro Julian Eymard
Jesús, dulce y humilde de corazón
Reflexión diaria
El sacerdote ya no pronuncia sus palabras, sino las de Cristo.
Mi alimento es la carne de Dios, mi bebida es la sangre de Dios. Tal vez dices: Mi pan es común. Pero este pan es pan antes de las palabras sacramentales; cuando se añade la consagración, el pan se hace carne de Cristo. ¿Y cómo puede ser que el pan sea cuerpo de Cristo? Esta consagración ¿con cuáles palabras se realiza y de quién son estas expresiones? Del Señor Jesús. Porque todo lo demás que se dice antes, son palabras del sacerdote. Pero, cuando llega el momento de efectuar el venerable sacramento, el sacerdote ya no pronuncia sus palabras, sino las de Cristo. Luego la palabra de Cristo es la que realiza el sacramento.
San Ambrosio
Doctor de la Iglesia
Sobre los oficios de los ministros IV, 4, 14
Reflexión diaria
¡Qué tremendos misterios ocurren durante la Santa Misa!
¡Qué tremendos misterios ocurren durante la Santa Misa! Un gran misterio sucede en la Santa Misa. ¡Con cuánta devoción debiéramos seguir y participar en esta muerte de Jesús! Un día conoceremos lo que Dios hace por nosotros en cada Santa Misa y el don que nos prepara en ella. Solamente su amor divino podía concebir un don similar.
Santa Faustina Kowalska
Diario, Cuaderno II
Reflexión diaria
Debemos aprender de los felices caminantes de Emaús.
Una de las dificultades de la oración ante el sagrario, es no acabar de darnos cuenta de que Jesús está allí, vivo y personalmente. ¡Se repite tanto en el sagrario la escena de Emaús, de estar con Jesús sin darnos cuenta de que Él está con nosotros! ¡Cuánto debemos aprender de los felices caminantes de Emaús, para llegar a sentir arder el corazón oyéndolo y reconocer a nuestro huésped Jesús al partir el pan!
San Manuel González
Qué hace y qué dice el Corazón de Jesús en el sagrario
Reflexión diaria
Porqué comulgar diariamente.
La comunión alimenta el alma a fin de que evite el pecado, resista las tentaciones de la carne y del diablo y pueda amar cada vez más a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas y con toda su mente.
P. Reginald Garrigou-Lagrange OP
La santificación del Sacerdote
Reflexión diaria
Jesús nos enseña a anonadarnos para asemejamos a Él.
En su forma eucarística, Jesús nos enseña a anonadarnos para asemejamos a Él: la amistad exige la igualdad de vida y de condición; para vivir de la Eucaristía nos es indispensable anonadarnos con Jesús, que en ella se anonada.
San Pedro Julian Eymard
Jesús, dulce y humilde de corazón
Reflexión diaria
Una hora en dulce comunión con Jesús.
Mil años de gozar la gloria humana, no vale tanto como pasar una hora en dulce comunión con Jesús en el Santísimo Sacramento.
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
Al pronunciar la palabra Eucaristía lo hemos dicho todo.
Recordad que la Santísima Eucaristía es Jesucristo con su pasado, presente y futuro; que es el último desenvolvimiento de la Encarnación y de la vida mortal del Salvador. Por la Sagrada Eucaristía Jesucristo nos comunica todas las gracias, a ella afluyen todas las verdades, y al pronunciar la palabra Eucaristía lo hemos dicho todo, puesto que es Jesucristo mismo.
San Pedro Julián Eymard
Directorio para la adoración
Reflexión diaria
¿Hubiera sido menos ofendido, si los hubiera amado menos?
¡Con cuánta ingratitud me pagan los hombres! ¿Hubiera sido menos ofendido, si los hubiera amado menos? Yo querría dejar de amarlos, pero mi Corazón está hecho para amar. . . Me dejan solo de noche y también de día en las iglesias. No se dan cuenta de que estoy en el sacramento del altar. Pocos hablan de esto y los que hablan, lo hacen con indiferencia o frialdad.
Jesús a San Pío de Pietrelcina
Epistolario I, p. 342
Reflexión diaria
Jesús creó el hermoso cielo de la Eucaristía.
Jesús creó el hermoso cielo de la Eucaristía. La Eucaristía es un hermoso cielo… Porque ¿no está el cielo allí donde está Jesucristo? Por eso, cuando comulgamos recibimos el cielo, puesto que recibimos a Jesucristo, causa y principio de toda felicidad y gloria del paraíso celestial.
San Pedro Julián Eymard
Reflexión diaria
Una especie de transustanciación se opera en el sacerdote.
Cuánto debe gozar el corazón del sacerdote en vivir sólo para dar a Jesús y darse con Él a las almas. Por la consagración sacerdotal el sacerdote ha dejado místicamente de ser un hombre para empezar a ser Jesús. Una especie de transustanciación se ha operado en él: las apariencias son del hombre, la sustancia es de Jesús. Tiene lengua, ojos, manos, pies, corazón como los demás hombres; pero, desde que ha sido consagrado, todos esos órganos e instrumentos no son del hombre sino de Jesús.
San Manuel González
Campos Giles José, El obispo del sagrario abandonado
Reflexión diaria
María nos da la Eucaristía.
María nos da la Eucaristía en oposición al alimento que nos da Eva. María es, además, el sagrario donde ha habitado el Verbo que se ha hecho carne, símbolo de la morada del Verbo en la Eucaristía. El mismo cuerpo de Jesús, nacido de María, es nacido para hacerse Eucaristía.
San Efrén
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
¡Si los ángeles pudieran envidiarnos!
El momento más solemne de mi vida es siempre el de la comunión. La añoro y, por cada una de ellas, doy gracias a la Santísima Trinidad. Si los ángeles pudieran envidiarnos, nos envidiarían por dos cosas: por no poder recibir la santa comunión y por no sufrir.
Santa Faustina Kowalska
Preparación para la santa comunión
Reflexión diaria
La Eucaristía es alimento para vivir siempre en Cristo Jesús
Los herejes se apartan de la Eucaristía, porque no confiesan que la Eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, la misma que padeció por nuestros pecados, la misma que por su bondad resucitó el Padre. La Eucaristía es alimento para vivir siempre en Cristo Jesús.
San Ignacio de Antioquía
Carta a los de Esmirna 7, 1. 44
Carta a los efesios, 20, 2
Reflexión diaria
La potencia del Espíritu divino.
Sin la potencia del Espíritu Divino, ¿cómo podrían unos labios humanos hacer que el pan y el vino se conviertan en el Cuerpo y la Sangre del Señor hasta el fin de los tiempos?
San Juan Pablo II
Carta del Jueves Santo de 1998