Reflexión diaria
Que todos vuelvan la mirada y el corazón a la divina Hostia saludable.
Si queréis contribuir en lo que de vosotros dependa, a extender por el mundo y en lo futuro el precioso bien de que en este momento gozáis, haced que todos vuelvan la mirada y el corazón a la divina Hostia saludable y pedid esta gracia: la unidad en la caridad.
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Reflexión diaria
¡Qué distinto sería!
¡Oh cuán distintas serían, en verdad, las familias, las ciudades, las naciones y el mundo entero si las almas todas, acercándose con frecuencia a este divino horno de amor, recibieran en sí una centella de aquel fuego hasta formar en ellas un benéfico incendio que destruyese todas las impurezas, limpiase todas las escorias, suavizase todas las diferencias, redujese a ceniza todos los egoísmos y calentase la frialdad de los corazones, devolviéndoles el palpitar sincero del amor fraternal y generoso!
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Reflexión diaria
Para rehacer la primordial unidad de la familia humana.
La fe y la comunión eucarística son realmente el vínculo ofrecido por Dios a los hombres para rehacer la primordial unidad de la familia humana, rota por el primer pecado.
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Reflexión diaria
La Santa Misa realiza la unión fraterna.
La fe en la Eucaristía, su perenne presencia, la mística renovación del sacrificio del Gólgota, la comunión física y espiritual con el único Redentor, Cristo, no sólo recuerda e impulsa a los hombres a la unión fraterna, sino que la realiza en aquel Cuerpo Místico del que forman parte muchísimos miembros actuales y al que todos están llamados a unirse
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Reflexión diaria
Quedamos glorificados al ser hechos partícipes.
Quedamos consumados en la unidad con Dios Padre por el mediador Cristo, ya que al recibir en nosotros corporal y espiritualmente, como acabo de decir, al que es Hijo por naturaleza y en verdad, el cual tiene unión substancial con el Padre, quedamos glorificados al ser hechos partícipes y consortes de la naturaleza que está sobre todas las cosas.
San Cirilo de Alejandría
Comentario a San Juan L.11 c.12
Reflexión diaria
Mezclado y unido con nosotros por la mística bendición.
Nos unimos, pues, unos con otros según los modos ya indicados; mas nos unimos también con Dios. Y cómo y de qué manera, nos lo ha explicado clarísimamente el Señor, y manifestando la utilidad de su enseñanza ha dicho: Yo en ellos y tú en mí para que sean consumados en la unidad Jn 17,23. Porque está en nosotros el Hijo corporalmente, como hombre, mezclado y unido con nosotros por la mística bendición (Eucaristía), y está también espiritualmente como Dios, por la fuerza y la gracia de su propio Espíritu, restaurando nuestro espíritu para una vida nueva y haciéndonos partícipes de su divina naturaleza.
San Cirilo de Alejandría
Doctor de la Iglesia
Comentario a San Juan L.11 c.12
Reflexión diaria
Debemos empezar a ser lo que recibimos.
Es preciso recibirle de tal forma, que no solamente reparemos con él las fuerzas del cuerpo, sino también las del alma. La virtud que este pan encierra es unidad, y reducidos a su cuerpo y convertidos en miembros suyos, debemos empezar a ser lo que recibimos.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Sermón 57 c.7 n.7
Reflexión diaria
La unión con Cristo y de unos con otros es absoluta.
Pues si la unión con Cristo y de unos con otros es absoluta, nos unimos también, en cuanto a las voluntades, con todos los que juntamente con nosotros comulgan. Pues esta unión viene a realizarse por voluntad y no sin nuestro consentimiento: Porque todos somos un solo cuerpo, porque participamos de un mismo pan, como dice San Pablo 1 Cor 10,17.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Participación plena, consciente, activa y fructuosa. 2
¿Qué quiere decir plena? Que debe manifestarse tanto en lo exterior “actitudes, gestos, oraciones, cantos…” como en lo interior, con firme voluntad de unirse a Cristo y a todo el Cuerpo Místico.
P. Carlos Miguel Buela IVE, Nuestra Misa
* Concilio Vaticano II,
Sacrosanctum Concilium, 11
Reflexión diaria
Venimos a ser miembros unos de otros.
Se llama (la oblación eucarística) participación, porque por medio de ella participamos de la Divinidad de Jesús. Se dice comunión, y lo es realmente, porque por ella comulgamos nosotros con Cristo y recibimos su carne y su Divinidad, y por medio de ella nos unimos y comulgamos unos con otros, ya que, por participar de un mismo pan 1Cor 10,17, todos somos un mismo cuerpo de Cristo y una misma sangre, y venimos a ser miembros unos de otros, puesto que somos concorpóreos de Cristo.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Los principales frutos y beneficios del Santo Sacrificio de la Misa. 4
9. Da fortaleza para abandonar totalmente todas las ocasiones próximas del pecado.
10. Otorga la gracia de la unión y de la reconciliación con el prójimo, si hubiera alguien con quien no se estuviese tan unido como se debiera.
11. Alcanza poderosa ayuda para cumplir debidamente las obligaciones del propio estado y para realizar todas las acciones de manera cristiana.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,2,5-10