Reflexión diaria
Nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán.
Así como el pan y el vino, recibida la palabra de Dios se hacen Eucaristía, es decir, Cuerpo y Sangre de Cristo, así también nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán a su debido tiempo para gloria de Dios Padre.
San Ireneo de Lyon
Contra los herejes V, 2, 3
Reflexión diaria
La celebración más elevada de la gloria divina.
Es indudable que la celebración más elevada de la gloria divina se realiza hoy en la liturgia. “Ya que la muerte de Cristo en la cruz y su resurrección constituyen el centro de la vida diaria de la Iglesia y la prenda de su Pascua eterna, la liturgia tiene como primera función conducirnos constantemente a través del camino pascual inaugurado por Cristo, en el cual se acepta morir para entrar en la vida” Vicesimus quintus annus, 6. Pero esta tarea se ejerce, ante todo, por medio de la celebración eucarística, que hace presente la Pascua de Cristo y comunica su dinamismo a los fieles.
San Juan Pablo II
Catequesis sobre la Eucaristía
27 de septiembre, 2000
Reflexión diaria
La Eucaristía es una confesión de la resurrección de Cristo.
Pues que la comunión de la mística bendición (la Eucaristía) es una confesión de la resurrección de Cristo, es claro y bien patente, por lo que Él dijo cuando por sí mismo celebró la forma del misterio; porque habiendo partido el pan, según está escrito, lo repartió, diciendo: Este es mi cuerpo, el que por vosotros se entrega para perdón de los pecados; haced esto en memoria mía Lc 22,19!. Así, la participación de los santos misterios es una verdadera confesión y memoria de haber el Señor muerto y de haber vuelto a la vida por nosotros y para nosotros, y además, de haber nosotros por esto recibido en su plenitud la bendición divina.
San Cirilo de Alejandría
Doctor de la Iglesia
Comentario a San Juan L.12 c.1
Reflexión diaria
La Eucaristía germen de la resurrección.
Así como el pan y el vino, recibida la palabra de Dios, se hacen Eucaristía, es decir, Cuerpo y Sangre de Cristo, así también nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán a su debido tiempo para gloria de Dios Padre.
San Ireneo de Lyon
Contra los herejes V, 2,3
Reflexión diaria
Jesús padece de una manera misteriosa en el santo sacrificio de la Misa.
El que ha resucitado de entre los muertos, no puede morir ya; padece, no obstante por nosotros, de una manera misteriosa en el santo sacrificio de la Misa.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
La Eucaristía germen de la resurrección.
Así como el pan y el vino, recibida la palabra de Dios se hacen Eucaristía, es decir, Cuerpo y Sangre de Cristo, así también nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán a su debido tiempo para gloria de Dios Padre.
San Ireneo de Lyon
Contra los herejes V, 2,3
Reflexión diaria
El verdadero alimento que nos da Jesús.
Cuando les dio pan y sació su hambre le llamaban profeta y trataban de hacerle rey; pero cuando los instruía sobre el alimento espiritual, sobre la vida eterna, cuando los desviaba de las cosas sensibles cuando les hablaba de la resurrección y levantaba sus ánimos, cuando más que nunca debieran admirarle, entonces murmuraban y se retiraban de Él.
San Juan Crisóstomo
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
¿Cuáles son los bienes celestes que nos vienen con Jesús, cuando lo recibimos en la Eucaristía? 2
En segundo lugar, la felicidad. Nuestra alma, al entrar en el Cielo, se verá en plena posesión de la felicidad del propio Dios, sin miedo a perderla o de verla disminuir. ¿Y en la comunión no recibimos alguna parcelita de esa real felicidad? No nos es dada en su totalidad, pues entonces nos olvidaríamos del Cielo. Pero, ¡cuánta paz, cuánta dulce alegría no acompaña en la comunión! Cuanto más el alma se desapega de las afecciones terrenas, tanto más ha de disfrutar de esa felicidad al punto de que el mismo cuerpo se resiente y desea ya el Cielo. Es aquello de santa Teresa: “Muero porque no muero”.
P. Antonio Rivero LC
La Eucaristía, Cap. 33: Eucaristía y Cielo
Reflexión diaria
¿Cuáles son los bienes celestes que nos vienen con Jesús, cuando lo recibimos en la Eucaristía? 1
En primer lugar, la gloria. Es verdad que la gloria de los Santos es una flor que sólo se abre ante el sol del Paraíso, gloria ésta que no nos es dada en la tierra. Pero recibimos el germen oculto, que la contiene toda entera, como la semilla que contiene la espiga. La Eucaristía deposita en nosotros el fermento de la resurrección, a causa de una gloria especial y más brillante que, sembrada en la carne corruptible, brotará sobre nuestro cuerpo resucitado e inmortal.
P. Antonio Rivero LC
La Eucaristía, Cap. 33: Eucaristía y Cielo
Reflexión diaria
En oblación al Padre y entregada a los hermanos.
De una manera concentrada la Eucaristía es la presencia de Cristo y de su misterio pascual, de todos los efectos de este misterio: la nueva alianza, la remisión de los pecados, el don del Espíritu. Pero es también la forma de vivir de la Iglesia: la Eucaristía plasma una Iglesia que ha de vivir, al igual que Cristo, en oblación al Padre y entregada a los hermanos.
La Eucaristía que edifica la Iglesia
P. Jesús Castellano Cervera ocd
Reflexión diaria
La Eucaristía: fármaco de inmortalidad.
Con la Eucaristía se asimila, por decirlo así, el “secreto” de la resurrección. Por eso San Ignacio de Antioquía definía con acierto el Pan eucarístico “fármaco de inmortalidad, antídoto contra la muerte”.
San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 18
Reflexión diaria
Jesús es a la vez víctima y sacerdote.
En toda Santa Misa Jesús es a la vez víctima y sacerdote: como víctima Él hace presente su muerte, como sacerdote hace presente su resurrección.
P. Raniero Cantalamessa ofmcap,
Predicador Pontificio.
Ciudad del Vaticano, 25 febrero 2005.
Reflexión diaria
Regenerados a una esperanza.
Ningún fiel debería regresar a casa de la Misa dominical sin sentirse en alguna medida también él “regenerado a una esperanza viva por la resurrección de Jesús de entre los muertos” (1P 1,3).
P. Raniero Cantalamessa ofmcap,
Predicador Pontificio.
Ciudad del Vaticano, 25 febrero 2005.
Reflexión diaria
El memorial de la Pasión y de la Resurrección.
La Santa Misa es memorial tanto de la Pasión como de la Resurrección.
P. Raniero Cantalamessa ofmcap, Predicador Pontificio.
Ciudad del Vaticano, febrero 25 de 2005
Reflexión diaria
Debemos redescubrir el domingo.
Es significativo que el día por excelencia de la celebración eucarística no sea el de la muerte de Cristo, el viernes, sino el día de la Resurrección, el domingo.
P. Raniero Cantalamessa ofmcap, Predicador Pontificio.
Ciudad del Vaticano, 25 febrero 2005