Reflexión diaria
Les serán atenuadas las penas del purgatorio.
Dice San Jerónimo que a las almas por las que está obligado a orar el que oye la Santa Misa -su padre, su madre, sus parientes y bienhechores-, durante el espacio de tiempo en que oye la Santa Misa, les serán atenuadas las penas del purgatorio.
San Vicente Ferrer
Las propiedades de la Santa Misa
Reflexión diaria
La Santa Misa y las almas del Purgatorio.
Cuando se celebra la Santa Misa por un alma del Purgatorio, aquel fuego tan abrasador suspende su acción, y el alma cesa de sufrir todo el tiempo que dura la celebración del Santo Sacrificio.
San Jerónimo
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Lo que hay sobre el sagrado altar ya no es simple pan y vino ordinario.
Antes de las palabras del sacerdote y de la bajada del Espíritu Santo, las oblaciones no son sino puro pan y vino ordinario; pero después de aquellas tremendas epíclesis y de la venida del Espíritu adorable, vivificador y bueno, lo que hay sobre el sagrado altar ya no es simple pan y vino ordinario, sino el Cuerpo y la Sangre preciosos e inmaculados de Cristo, Dios de todas las cosas, los cuales purifican de toda inmundicia a aquellos que con temor y gran deseo se hacen participantes de ellos.
San Nilo de Ancira
Cartas L.1 c.44
Reflexión diaria
Primera plegaria eucarística de San Juan Damasceno.
Señor Jesucristo, Dios nuestro, el único que tienes poder para perdonar los pecados a los hombres, no tomes en cuenta, como bueno y amador de los hombres que eres, ninguno de mis deslices conscientes o inconscientes, y hazme digno de recibir sin condenación tus divinos, gloriosos, inmaculados y vivíficos misterios, no para castigo, no para aumento de pecados, sino para purificación y santificación y arras de la vida y del reino futuro, para muralla y socorro contra los enemigos y para destrucción de éstos; para borrar mis muchos delitos. Porque tú eres Dios de misericordia, de compasión y de amor a los hombres; y a ti entonamos la gloria con el Padre y con el Espíritu Santo ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Primera plegaria eucarística
Reflexión diaria
Para rechazar todo el mal y para purificar toda inmundicia.
El cuerpo y la sangre de Cristo es lo que viene para sostén de nuestro cuerpo y alma; cuerpo de Cristo, que no se consume ni se corrompe…, sino que entra en nuestra sustancia y sirve para nuestra conservación, para rechazar todo el mal y para purificar toda inmundicia.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Nos hacemos cuerpo de Cristo.
Purificado por él, nos unimos al cuerpo de Cristo y a su Espíritu y nos hacemos cuerpo de Cristo.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13
Reflexión diaria
Nos divinizamos al contacto del fuego divino.
Honrémoslo con toda pureza espiritual y corporal… Lleguémonos a él con ardiente deseo y recibamos al cuerpo del Crucificado. Y presentando ojos, labios y frente, recibamos la brasa divina, para que el fuego del amor impaciente que hay en nosotros, tomando calor de este carbón encendido, queme nuestros pecados e ilumine nuestros corazones y ardamos y nos deifiquemos con el contacto del fuego divino.
San Juan Damasceno,Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 C.13
Reflexión diaria
Los principales frutos y beneficios del Santo Sacrificio de la Misa. 3
5. Remite la pena temporal debida tanto por el pecado mortal como por el pecado venial.
6. Obtiene la remisión de los pecados y la gracia de la conversión.
7. Atrae de Dios las gracias que se necesitan para preservarse de caer en el pecado.
8. Proporciona la gracia de abandonar los malos hábitos, por inveterados que sean.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,2,5-10
Reflexión diaria
Cuando Jesús se digne venir a mí en la santa comunión.
Que la Bienaventurada Virgen María, purifique mi cuerpo para que sea el tabernáculo de Jesús, menos indigno de poseerlo cuando se digne venir a mí en la santa comunión.
San Pio de Pietrelcina
Reflexión diaria
La Santa Misa es el centro de la congregación de los fieles.
Es, pues, la celebración eucarística el centro de la congregación de los fieles que preside el presbítero. Enseñan los presbíteros a los fieles a ofrecer al Padre en el sacrificio de la misa la Víctima divina y a ofrendar la propia vida juntamente con ella; les instruyen en el ejemplo de Cristo Pastor, para que sometan sus pecados con corazón contrito a la Iglesia en el Sacramento de la Penitencia, de forma que se conviertan cada día más hacia el Señor.
Concilio Vaticano II
Presbyterium Ordinis 5
Reflexión diaria
Les serán atenuadas las penas del purgatorio.
Dice San Jerónimo que a las almas por las que está obligado a orar el que oye la Santa Misa -su padre, su madre, sus parientes y bienhechores-, durante el espacio de tiempo en que oye la Santa Misa, les serán atenuadas las penas del purgatorio.
San Vicente Ferrer
Las propiedades de la Santa Misa
Reflexión diaria
La Santa Misa y las almas del Purgatorio.
Cuando se celebra la Santa Misa por un alma del Purgatorio, aquel fuego tan abrasador suspende su acción, y el alma cesa de sufrir todo el tiempo que dura la celebración del Santo Sacrificio.
San Jerónimo
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
La Santa Misa aprovecha más que cualquier oración.
Más aprovecha para la remisión de la culpa y de la pena, es decir, para la remisión de los pecados, oír una Santa Misa que todas las oraciones del mundo.
Beato Eugenio III, Papa
Reflexión diaria
En la Eucaristía Jesús viene… 3
– Viene con tanta claridad que no hay corazón tan ciego y en tinieblas tan densas que no pueda iluminar y purificar con su presencia.
– Viene tan lleno de santidad y de gracia, que no hay indolente e indevoto al que no pueda excitar a mover a devoción.
Santa Matilde de Hackeborn
Reflexión diaria
En la Eucaristía Jesús viene… 1
– Viene con tanta humildad, que nadie de los que participan es tan miserable que no se incline y venga a él el Señor, abajado profundamente hasta el hombre.
– Viene con tal paciencia, que allí no hay pecador o enemigo que no sea recibido con mansedumbre, si quiere arrepentirse y que se le perdonen con gozo todos sus pecados.
Santa Matilde de Hackeborn