Reflexión diaria
El Cordero inmolado con que nos alimentamos todos los días.
Hay también quienes se hacen ovejas de los manjares. Nuestro Señor Jesucristo es bueno porque se ha hecho oveja de nuestro banquete. ¿Preguntas cómo se hizo? Oye al que dice: Nuestra Pascua, Cristo, ha sido inmolado 1 Cor 5,7, y considera cómo nuestros padres, en figura, despedazando el cordero, lo comían, significando la Pasión del Señor Jesús, con cuyo sacramento nos alimentamos todos los días.
San Ambrosio
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Ningún sacrificio más excelente.
Ningún sacrificio más excelente, ni más útil, ni más agradable a su divina Majestad que el sacrificio de la Santa Misa en el que las llagas de nuestro Mediador, sus azotes y oprobios que sufrió por nosotros, se ofrecen nuevamente a su Padre quien viendo inmolar al que había enviado al mundo, concede el perdón a los pecadores, auxilio a los débiles y a los justos la vida eterna.
San Lorenzo Justiniano
Reflexión diaria
Salvados de la perdición eterna.
Este sacrificio libra de la perdición eterna al alma renovando la muerte del Hijo de Dios.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Hijo mío te ofrezco todas las amarguras de mi Pasión.
“Hijo mío, mira, te ofrezco todas las amarguras de mi Pasión, para que las hagas tuyas y me las ofrezcas en retorno.” Por consiguiente, si tú dices: “Oh Jesús, os ofrezco vuestra dolorosa Pasión”, Él te responderá: “Hijo mío, yo doblo su valor”. Y si prosigues: “Oh Jesús, os ofrezco vuestra Sangre”, Él te responderá: “En cambio yo, hijo mío, te lavo con ella dos veces.”
Santa Matilde
Reflexión diaria
Todos participan de los méritos y de la virtud del sacrificio de la cruz.
Lo que fue en la cruz un sacrificio de Redención es en la Santa Misa un sacrificio de propiciación merced al cual todos participan de los méritos y de la virtud del sacrificio de la cruz.
San Juan Damasceno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Jesús padece de una manera misteriosa en el santo sacrificio de la Misa.
El que ha resucitado de entre los muertos, no puede morir ya; padece, no obstante por nosotros, de una manera misteriosa en el santo sacrificio de la Misa.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
La Eucaristía camino de fe que actualiza el misterio de la salvación.
En la eucaristía confluyen los dos ejes por los que discurre el camino de la fe. Por una parte, el eje de la historia: la eucaristía es un acto de memoria, actualización del misterio, en el cual el pasado, como acontecimiento de muerte y resurrección, muestra su capacidad de abrir al futuro, de anticipar la plenitud final. La liturgia nos lo recuerda con su hodie, el “hoy” de los misterios de la salvación…
S.S. Francisco
Encíclica Lumen Fidei 44
Reflexión diaria
La fe alcanza su máxima expresión en la eucaristía.
La naturaleza sacramental de la fe alcanza su máxima expresión en la eucaristía, que es el precioso alimento para la fe, el encuentro con Cristo presente realmente con el acto supremo de amor, el don de sí mismo, que genera vida…
S.S. Francisco
Encíclica Lumen Fidei 44
Reflexión diaria
Es Cristo mismo quien pronuncia la consagración.
No es el hombre quien convierte las cosas ofrecidas en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sino el mismo Cristo que por nosotros fue crucificado. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia aquellas palabras, pero su virtud y la gracia son de Dios.
San Juan Crisóstomo, Doctor de la Iglesia
De prodit. Iudae hom. 1, 6 PG 49, 380
Reflexión diaria
Cuando veas que está sobre el altar el Cuerpo de Cristo.
Cuando veas que está sobre el altar el Cuerpo de Cristo, di a ti mismo: por este Cuerpo no soy ya en adelante tierra y ceniza; ya no soy cautivo sino libre; por este Cuerpo, espero los cielos y estoy seguro de que obtendré los bienes que hay en ellos: la vida inmortal, la suerte de los apóstoles, la conversación con Cristo. Este es aquel Cuerpo que fue ensangrentado, traspasado con lanza y que manó fuentes saludables, la de la sangre, la del agua para toda la tierra… Este Cuerpo se nos dio para que lo tuviéramos y comiéramos, lo cual fue de amor intenso.
San Juan Crisóstomo, Doctor de la Iglesia
In epist. 1 ad Cor 24,4
Reflexión diaria
Hasta la consumación de los siglos en la Eucaristía y en las almas.
Ávido de sufrir, porque sus sufrimientos glorifican al Padre y son fuente de vida para las almas, no quedó Jesús satisfecho con los sufrimientos de su vida mortal, sino que quiere continuarlos hasta la consumación de los siglos en la Eucaristía y en las almas.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez
Vida Espiritual
Reflexión diaria
Una es la Iglesia Universal.
Una es la Iglesia Universal de los fieles, fuera de la cual nadie puede salvarse. En ella es a la vez sacerdote y sacrificio Jesucristo, cuyo Cuerpo y Sangre se contienen verdaderamente bajo las especies de pan y de vino en el sacramento del altar, por haberse transubstanciado, en virtud de la divina potencia, el pan en el Cuerpo y el vino en la Sangre.
Concilio Lateranense IV en 1215
Reflexión diaria
Jesús se ofreció a sí mismo como sacrificio y hostia.
La voluntad de su Padre fue que su bendito y glorioso Hijo, a quien nos dio para nosotros y que nació por nuestro bien, se ofreciese a sí mismo como sacrificio y hostia, por medio de su propia sangre, en el altar de la cruz; no para sí mismo, por quien todo fue hecho, sino por nuestros pecados, dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos seamos salvos por Él y que lo recibamos con un corazón puro y con nuestro cuerpo casto. Pero son pocos los que quieren recibirlo y ser salvos por Él, aunque su yugo es suave y su carga ligera 2CtaF 6-15.
San Francisco de Asís
Carta a toda la Orden
Reflexión diaria
La Santa Misa es el acto más importante de nuestra Santa Religión.
La Santa Misa es el acto más importante de nuestra Santa Religión, porque es la renovación y perpetuación del sacrificio de Cristo en la cruz.
P. Jorge Loring
Reflexión diaria
Importancia de la disposición de oblación total de sí mismo. 2
…Cristo se da a nosotros, pero sólo después de haber muerto por nosotros; se entrega como manjar, pero después de haberse ofrecido como víctima. Y en la Eucaristía -sacrificio y sacramento-, los caracteres de víctima y alimento son inseparables.
Por eso es tan importante esta disposición habitual de oblación total de sí mismo. Cristo se nos da en la medida con que nosotros nos damos a Él, a su Padre, a nuestros prójimos, que son los miembros de su cuerpo místico; esta disposición fundamental nos hace semejantes a Cristo, pero a Cristo víctima; es el lazo de unión entre Él y nosotros.
Beato Dom Columba Marmión
Jesucristo, vida del alma