Reflexión diaria
La Comunión diaria.
Es muy cierto, no somos dignos de tal regalo. Sin embargo, acercarse al Santísimo Sacramento en un estado de pecado mortal es una cosa, y ser indigno es otra muy distinta. Todos nosotros somos indignos, pero es Él quien nos invita. Él es quien lo desea. Vamos y humillémonos delante de Él y recibámoslo con un corazón contrito y lleno de amor.
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
¡Comulguemos con frecuencia!
Si las almas no se acercan con frecuencia al fuego eucarístico, permanecen frías, sin aliento, tibias, sin méritos. Y ¿qué consuelo puede recibir Jesús de esas almas que no tienen la fuerza de volar sobre todo lo creado?
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
Ni un solo día dejaríamos de ir a la Santa Misa.
¡Ah! Si las almas del Purgatorio pudieran volver a este mundo, ¡qué no harían por asistir a una sola Misa! Si pudierais vosotros mismos comprender su excelencia, sus ventajas y sus frutos, ni un solo día querríais pasar sin participar en ella.
San Pedro Julián Eymard
Obras Eucarísticas
Reflexión diaria
Esforcémonos por ir diariamente a la Santa Misa.
Si supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella.
Santo Cura de Ars
Reflexión diaria
Que el pan eucarístico sea comido cada día.
San Cipriano, San Basilio, San Ambrosio y San Agustín, convergen para indicar que la voluntad divina, es la de que: el pan eucarístico sea comido cada día por los miembros de la Iglesia de Cristo.
Reflexión diaria
El pan eucarístico debe ser consumido cada día.
Cuando Jesucristo nos manda pedir en la oración dominical nuestro pan de cada día, hay que entender esto, como casi todos los Padres de la Iglesia lo enseñan, no tanto el pan material, alimento del cuerpo, cuanto el pan eucarístico que debe ser consumido cada día.
San Pio X
Decreto Sacra Tridentina Synodus
Reflexión diaria
Nutrirnos diariamente del Pan Celestial.
Mediante esta comparación (Jn 6,59) con el pan y el maná, los discípulos podían comprender fácilmente que, siendo el pan el alimento cotidiano del cuerpo y que habiendo sido el maná el alimento cotidiano de los Hebreos en el desierto, de la misma manera, el alma cristiana podría nutrirse cada día del Pan Celestial.
San Pio X
Decreto Sacra Tridentina Synodus
Reflexión diaria
El Pan Eucarístico y el Pan de la Palabra.
La misma Iglesia, que recomienda la comunión cotidiana del cuerpo de Cristo, aconseja también la audición o la lectura cotidiana de su Palabra, ofrecida precisamente como alimento en la liturgia eucarística.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Reciban a menudo la Sagrada Comunión.
Oh, cristianos, ¿desean ustedes probar su verdadero amor hacia sus seres queridos que se han ido? ¿Desean mandarles su más preciosa ayuda y la llave Dorada del Cielo? Reciban a menudo la Sagrada Comunión por el reposo de sus almas.
San Buenaventura, Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Indispensable para el encuentro con el Señor.
El camino de Emaús se transforma en símbolo de nuestro camino de fe: las Escrituras y la Eucaristía son los elementos indispensables para el encuentro con el Señor.
S.S. Francisco
Rezo del Regina Caeli en el tercer domingo de Pascua
4 de mayo del 2014
Reflexión diaria
El pan nuestro de cada día.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy Mt 6,11. Después de pedir el reino de los cielos no se nos manda pedir el de la tierra, pues nos lo prohíbe él mismo al decirnos: No estéis preocupados por lo que habéis de comer y beber Mt 6,25. Mas como él es el pan que bajó del cielo, pedimos y suplicamos que ese mismo pan con el que cada día, es decir, perennemente, hemos de ser alimentados en la eternidad, hoy, esto es, en la vida presente, lo tomemos del convite del santo altar para fortaleza del cuerpo y alma.
San Pedro Crisólogo
Doctor de la Iglesia
Sermón 70
Reflexión diaria
Por cuantas veces se participa en la Santa Misa.
Mi Hijo ama tanto a quienes asisten al Santo Sacrificio de la Misa, que, si fuera necesario, él moriría por ellos tantas veces por cuantas veces han participado en la Santa Misa.
La Santísima Virgen María
al Beato Alain de La Roche op
Reflexión diaria
La Santa Misa nuestra primera preocupación y nuestra primera acción.
Quienes trabajan manualmente y cuya mente se ha de ocupar en asuntos temporales y externos durante el día, deben hacer de la Santa Misa su primera preocupación y su primera acción, con el fin de no distraerse con facilidad, al asistir a ella, con los pensamientos con que se llenaría su mente si oyeran la santa Misa después de haberse dedicado a lo que es propio de su empleo; así se separa lo santo de lo profano y no se corre el peligro de perder el fruto que se pueda obtener de la práctica más santa de nuestra religión.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,3,3
Reflexión diaria
No faltar a la Santa Misa ni un solo día.
No hay obligación de oír la misa los demás días; con todo, no se debe descuidar y, a pesar de las ocupaciones que se tenga, hay que hacer lo posible para no faltar a ella ni un solo día. Hay que convencerse de que ese tiempo no estará perdido, sino bien empleado, y de ordinario, mucho mejor que si se empleara en el trabajo; pues por medio de tan santa acción se atraerán las gracias y bendiciones de Dios sobre todo lo que hay que hacer a lo largo del día.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,3,2
Reflexión diaria
Un encuentro cotidiano muy personal e íntimo con el Señor.
Revisando nuestra propia práctica eucarística, sostenidos por una fe viva en la presencia de Jesús y en su amor, aspiremos a lo óptimo, es decir, a hacer del encuentro con la Eucaristía un encuentro cotidiano muy personal e íntimo con el Señor, tal, que esa presencia se vea reflejada en nuestra conducta diaria, revelándose y manteniéndose siempre a la altura de nuestra fe.
Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México
Quinto Congreso Eucarístico Nacional Tijuana 2011
*S.S. Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011