Reflexión diaria
Se hace nuestro alimento para asimilarnos a Él.
Jesús, realmente presente en el Sacramento del altar con el supremo Sacrificio de amor en la Cruz, se dona a nosotros, se hace nuestro alimento para asimilarnos a Él, para hacernos entrar en comunión con Él.
S.S. Benedicto XVI
Audiencia general
Miércoles 13 de junio de 2012
Reflexión diaria
La consagración, elemento central de nuestra vida cristiana.
¡Oh, si fuéramos a la Santa Misa a renovar el drama sagrado, a ofrecernos en el ofertorio con el pan y el vino que van a ser transformados en Cristo pidiendo nuestra transformación! La consagración sería el elemento central de nuestra vida cristiana. Teniendo la conciencia de que ya no somos nosotros, sino que tras nuestras apariencias humanas vive Cristo y quiere actuar Cristo.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Abrasando las almas de todos los asistentes.
…¿Quieres ver la soberana santidad de estos misterios? Imagínate, te ruego, que tienes ante los ojos al profeta Elías; mira la ingente muchedumbre que lo rodea, las víctimas sobre las piedras, la quietud y el silencio absoluto de todos y sólo el profeta que ora; y, de pronto, el fuego que baja del cielo sobre el sacrificio… Todo esto es admirable y nos llena de estupor.
Pues trasládate ahora de ahí y contempla lo que entre nosotros se cumple: verás no sólo cosas maravillosas, sino algo que sobrepasa toda admiración. Aquí está en pie el sacerdote, no para hacer bajar fuego del cielo, sino para que descienda el Espíritu Santo; y prolonga largo rato su oración, no para que una llama desprendida de lo alto consuma las víctimas, sino para que descienda la gracia sobre el sacrificio y, abrasando las almas de todos los asistentes, las deje más brillantes que plata acrisolada…
San Juan Crisóstomo, Doctor de la Iglesia
Sobre el sacerdocio lll, 4-6
Reflexión diaria
Padre, que sean uno, como nosotros somos uno.
En la Santa Misa, también nuestra unión de caridad se realiza en el grado más íntimo. La plegaria de Cristo “Padre, que sean uno…, que sean consumados en la unidad” Jn 17,22-23, se realiza en el sacrificio eucarístico.
San Alberto Hurtado
Reflexión diaria
Todo tu ser tiene que estar cargado de Eucaristía.
Todo tu ser tiene que estar cargado de Eucaristía. Si hay una carga divina, a la hora de manifestarte tendrías que estar haciendo llover a Dios, porque estás lleno de ese misterio infinito de Dios.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
Los mismos sacrificios del Señor manifiestan la unanimidad de los cristianos.
Los mismos sacrificios del Señor manifiestan la unanimidad de los cristianos, entrelazada con sólida e indisoluble caridad. Porque cuando el Señor llama cuerpo suyo al pan integrado por la unión de muchos granos, Él está indicando la unión de nuestro pueblo, a quien Él sostenía; y cuando llama sangre suya al vino exprimido de muchos granos y racimos y que unidos forman una cosa, indica igualmente nuestra grey, compuesta de una multitud reunida entre sí.
San Cipriano
Epist. ad Magnum, 6 PL 3, 1189
Reflexión diaria
A través de la Eucaristía se nos da la ocasión de fundirnos en Dios.
La Eucaristía es una manifestación del amor que se vive en la eternidad entre el Padre, el Hijo y el Espíritu. Así se aman Ellos, así se comulgan Ellos, se juntan, se funden, y así como Ellos viven fundidos, me dan a mí la ocasión de fundirme con Ellos a través de la Eucaristía. Y esta fusión hace que ponga en contacto el cielo con la tierra, y al dejar pasar por mí el cielo, produzca una vida, un calambre, un chasquido, y enriquezca mi tribu, mi tienda.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
Dos cirios que se funden juntos.
Padre, ¿qué hace Jesús en la comunión?
Se deleita con su criatura. La comunión es como una fusión, como dos cirios que se funden juntos y ya no se pueden distinguir.
Pregunta hecha a San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
En la Eucaristía se hace presente la obra restauradora de Cristo.
La Eucaristía constituye como una transfiguración por la cual la naturaleza creada queda inundada de luz divina y del resplandor del misterio de Cristo encarnado y salvador, cuya obra restauradora perdura y se hace presente de un modo inefable y consolador en el sacramento eucarístico.
P. Guillermo Pons; La Eucaristía, en los textos de los Padres de la Iglesia.
Reflexión diaria
Debemos llegar a ser un solo pan, un solo cuerpo.
“Como este fragmento de pan estaba disperso sobre los montes y reunido se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino” (IX, 4: Padres Apostólicos, BAC, Madrid 1993, p. 86).
El pan, hecho de muchos granos de trigo, encierra también un acontecimiento de unión: el proceso por el cual muchos granos molidos se convierten en pan es un proceso de unificación.
Como nos dice san Pablo (cf. 1 Co 10, 17), nosotros mismos, que somos muchos, debemos llegar a ser un solo pan, un solo cuerpo. Así, el signo del pan se convierte a la vez en esperanza y tarea.
SS Benedicto XVI; Homilía de Corpus Christi, 2006
Reflexión diaria
¿Cuáles son los frutos y efectos que recibimos en la Comunión?
A.- La Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo.
“Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dice: ‘Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él’ (Jn 6, 56). La vida en Cristo encuentra su fundamento en el banquete eucarístico: ‘Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí’ (Jn 6, 57) “.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1391
La Sagrada Eucaristía es capaz de producir por sí misma un aumento de gracia santificante mayor que cualquier otro sacramento, por contener al mismo Autor de la gracia. Por eso se puede decir que, al ser la gracia unión con Cristo, el fruto principal de la Eucaristía es la unión íntima que se establece entre quien recibe el sacramento y Cristo mismo.
Reflexión diaria
Quiero amar a Dios como Jesús lo ama.
Quiero amar a Dios como Jesús lo ama. Quiero amar a Dios con el amor mismo de Jesús. El amor de Jesús se expresó al máximo en el Calvario. La Santa Misa es el mismo sacrificio del Calvario, incruento.
Porque quiero amar a Jesús en el Calvario, lo amo en la Santa Misa; amándola, viviéndola lo mejor posible, aprendiendo cada vez más sobre la Santa Misa, uniéndome a las intenciones de nuestra Santa Madre Iglesia, disponiéndome a que Jesús me trasforme en Él mismo para amar al Padre como Él merece ser amado y así reciba la gloria que Él espera de mí y de todos.