Reflexión diaria
Nadie es capaz de expresar la suavidad de este sacramento.
. . .Finalmente, nadie es capaz de expresar la suavidad de este sacramento, en el cual gustamos la suavidad espiritual en su misma fuente y celebramos la memoria del inmenso y sublime amor que Cristo mostró en su pasión. . .
Santo Tomás de Aquino
Doctor de la Iglesia
Opúsculo 57, en la Solemnidad de Corpus Christi, lect. 1-4
Reflexión diaria
No hay ningún sacramento más saludable que éste.
. . .No hay ningún sacramento más saludable que éste, pues por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales.
Se ofrece, en la Iglesia, por los vivos y por los difuntos para que a todos aproveche, ya que ha sido establecido para la salvación de todos. . .
Santo Tomás de Aquino
Doctor de la Iglesia
Opúsculo 57, en la Solemnidad de Corpus Christi, lect. 1-4
Reflexión diaria
¡Oh banquete precioso y admirable!
¡Oh banquete precioso y admirable, banquete saludable y lleno de toda suavidad! ¿Qué puede haber, en efecto, más precioso que este banquete en el cual no se nos ofrece, para comer, la carne de becerros o de machos cabríos, como se hacía antiguamente, bajo la ley, sino al mismo Cristo, verdadero Dios?. . .
Santo Tomás de Aquino
Doctor de la Iglesia
Opúsculo 57, en la Solemnidad de Corpus Christi, lect. 1-4
Reflexión diaria
¡Amo la Santa Misa!
El hombre que no ama la Santa Misa no ama a Jesucristo.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Reflexión diaria
Todos debieran comulgar con frecuencia.
. . .Dile que los que no están muy atareados han de comulgar con frecuencia, porque tienen tiempo para ello, y que los que tienen mucho trabajo también, porque lo necesitan, pues los que trabajan mucho y andan cargados de penas, han de tomar alimentos sólidos y frecuentes. Dile que recibes el Santísimo Sacramento para aprender a recibirlo bien, porque no se hace bien lo que no se hace con frecuencia.
San Francisco de Sales
Doctor de la Iglesia
Introducción a la vida Devota -Fliotea-
Reflexión diaria
Dos clases de personas comulgan con frecuencia.
. . .Dile que son dos las clases de personas que han de comulgar con frecuencia: las perfectas, porque, estando bien dispuestas, faltarían si no se acercasen al manantial y a la fuente de perfección, y las imperfectas, precisamente para que puedan aspirar a ella; las fuertes, para no enflaquecer, y las débiles, para robustecerse; las enfermas, para sanar, y las que gozan de salud, para no caer enfermas. . .
San Francisco de Sales
Doctor de la Iglesia
Introducción a la vida Devota -Fliotea-
Reflexión diaria
La Comunión frecuente fuente de todo bien.
Si el mundo te pregunta por qué comulgas con tanta frecuencia, dile que lo haces para aprender a amar a Dios, para purificarte de tus imperfecciones, para consolarte en sus aflicciones, para apoyarte en tus debilidades…
San Francisco de Sales
Doctor de la Iglesia
Introducción a la vida Devota -Fliotea-
Reflexión diaria
El fruto propio de la Eucaristía.
Cristo Nuestro Señor, por su inmenso amor, se hizo lo que somos para perfeccionarnos hasta ser lo que Él mismo es.
San Ireneo de Lyon
Reflexión diaria
La Eucaristía es Él.
La Iglesia renueva sin cesar su fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Porque de eso estamos hablando: de una persona, de un ser vivo, y no de una cosa o una idea. La Eucaristía es Él. Y todos, en la Iglesia, vivimos por Él, con Él y gracias a Él, y soñando con unirnos algún día plenamente a Él. O al menos, así debería ser.
Anónimo
Reflexión diaria
¡Qué incomparable honor tenemos al participar de la Santa Misa!
¡Qué incomparable honor tenemos al participar de la Santa Misa! Si pusiéramos juntos todos los méritos y todas las virtudes de todos los santos que existieron y existirán, con todo el amor de los bienaventurados, incluidos los ángeles y la misma Santísima Virgen María, todos juntos no podrían dar a Dios tanto honor ni tanta alabanza ni satisfacción como recibe en una sola Santa Misa.
Beato Pedro Vignes
Reglamento de vida I, 21, art II
Reflexión diaria
Es Cristo mismo quien pronuncia la consagración.
No es un hombre quien hace que las ofrendas se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino el mismo Cristo sacrificado por nosotros, el cual está representado por el sacerdote en la Santa Misa.
San Juan Crisóstomo
De proditione Iudae I, 6
Reflexión diaria
El Verbo, que a todo da vida.
Cuando celebramos en las iglesias el santo, vivificador e incruento sacrificio de la Misa, no consideramos que lo que tenemos delante sea el cuerpo de un hombre común como nosotros o que lo sea la sangre preciosa, sino que lo recibimos como lo que se ha convertido: el Cuerpo y la Sangre propios del Verbo, que a todo da vida.
San Cirilo de Alejandría
Explanatio 12 capitulorum Anathem. 11
Reflexión diaria
¡Qué exceso de amor y de humildad en Jesús!
¡Qué exceso de amor y de humildad en Jesús al haberle pedido al Padre poder permanecer con nosotros todos los días hasta el fin del mundo! Y ¡qué exceso de amor también del Padre que, viendo cómo tratan tan mal a su divino Hijo en este sacramento del amor, permite que siga permaneciendo entre nosotros y recibiendo nuevas injurias! ¿Cómo permites, oh Padre, que tu Hijo sea recibido sacrílegamente por tantos cristianos indignos? Padre, no puedo pedirte que lo saques de en medio de nosotros, ¿cómo podría yo, débil y flaco, vivir sin este alimento eucarístico?
Jesús a San Pío de Pietrelcina
Epistolario I, p. 343
Reflexión diaria
Nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán.
Así como el pan y el vino, recibida la palabra de Dios se hacen Eucaristía, es decir, Cuerpo y Sangre de Cristo, así también nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán a su debido tiempo para gloria de Dios Padre.
San Ireneo de Lyon
Contra los herejes V, 2, 3
Reflexión diaria
Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía.
Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía; alimentémonos de aquel divino maná que contiene toda delicia; en la Comunión hagamos provisión de mansedumbre para todo el día: ¡tenemos tanta necesidad de ella!
San Pedro Julian Eymard
Jesús, dulce y humilde de corazón