Reflexión diaria
¡Resucitó!
En la Vigilia Pascual, la noche de la nueva creación, la Iglesia presenta el misterio de la luz con un símbolo del todo particular y muy humilde: el cirio pascual. Esta es una luz que vive en virtud del sacrificio. La luz de la vela ilumina consumiéndose a sí misma. Da luz dándose a sí misma. Así, representa de manera maravillosa el misterio pascual de Cristo que se entrega a sí mismo, y de este modo da mucha luz. Otro aspecto sobre el cual podemos reflexionar es que la luz de la vela es fuego. El fuego es una fuerza que forja el mundo, un poder que transforma…
…El cirio, se debe principalmente a la labor de las abejas. Así, toda la creación entra en juego. En el cirio, la creación se convierte en portadora de luz. Pero, según los Padres (de la Iglesia), también hay una referencia implícita a la Iglesia. La cooperación de la comunidad viva de los fieles en la Iglesia es algo parecido al trabajo de las abejas. Construye la comunidad de la luz. Podemos ver así también en el cirio una referencia a nosotros y a nuestra comunión en la comunidad de la Iglesia, que existe para que la luz de Cristo pueda iluminar al mundo.
Benedicto XVI; Homilía de la Vigilia Pascual 2012.
Reflexión diaria
Un solo cuerpo somos.
La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan.
1 Corintios, 10 16-17
Reflexión diaria
Anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga
Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío”. Asimismo también la copa después de cenar diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío”. Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga.
1 Corintios 11, 23-26
Reflexión diaria
Tomad y comed… Tomad y bebed…
“Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros”.
(Mt 26, 26; Lc 22, 19; 1 Co 11, 24)
“Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”.
(Mc 14, 24; Lc 22, 20; 1 Co 11, 23)
Reflexión diaria
¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Discutían entre sí los judíos y decían: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?” Jesús les dijo: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre”.
Juan 6, 52-58
Reflexión diaria
Yo soy el pan de la vida.
“Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo”
Evangelio según San Juan 6, 48-51
Reflexión diaria
Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Jesús les respondió: “En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo”. Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Les dijo Jesús: “Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed”.
Evangelio según San Juan 6, 32-35
Reflexión diaria
Esta copa es la Nueva Alianza en mi Sangre.
Les dijo: “Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios”. Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: “Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios”. Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío”. De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros”.
Evangelio según San Lucas 22, 15-20
Reflexión diaria
La Santa Misa es la oración perfecta.
“¡La Santa Misa es la manera más perfecta de hacer oración!”
San Pablo VI
“La Santa Misa es la oración perfecta y no puede ser sustituida. Toda otra oración encuentra su origen y cima en la Santa Misa”.
Padre Jordi Rivero
Reflexión diaria
La oración unida con ese divino sacrificio de la Misa.
La oración, unida con ese divino sacrificio de la Misa, tiene una fuerza indecible; de modo que por este medio abunda el alma de celestiales favores como apoyada sobre su Amado.
San Francisco de Sales
Reflexión diaria
La Sagrada Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia.
Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, a Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la vida a los hombres por medio del Espíritu Santo. Así los hombres son invitados y llevados a ofrecerse a sí mismos, sus trabajos y todas las cosas creadas junto con Cristo.
Decreto, Presbyterorum Ordinis, n. 5
Reflexión diaria
Porque alimentó a Jesús.
En el sacrificio eucarístico la Iglesia venera ante todo la memoria de la gloriosa siempre Virgen María, pero también la del bienaventurado José porque alimentó a aquel que los fieles comerían como pan de vida eterna.
San Juan Pablo II
Exhortación Apostólica Redemptoris Custos
Reflexión diaria
El cielo de nuestra alma.
Dios no baja del cielo todos los días para quedarse en un copón dorado, sino para encontrar otro cielo que le es infinitamente más querido que el primero: el cielo de nuestra alma, creada a su imagen.
Santa Teresa de Lisieux
Reflexión diaria
¡Cuerpo y Sangre, Pan y Vino!
Reconoced en el pan lo que colgó del madero, y en el cáliz lo que manó del costado.
San Agustín; Sermón 228
Reflexión diaria
Para participar de la Eucaristía.
A nadie le es lícito participar de la Eucaristía sino al que crea que son verdad las cosas que enseñamos, y se haya lavado en aquel baño que da el perdón de los pecados y la nueva vida, y lleve una vida tal como Cristo enseñó.
San Justino