Reflexión diaria
No participemos en la Santa Misa rutinariamente.
Incúlquese con constancia a los jóvenes, que aprendan bien las palabras rituales de la Santa Misa y las pronuncien devotamente para no caer en el defecto de decirlas rutinariamente y con precipitación.
San Juan Bosco
Reflexión diaria
No puede darse en la tierra un culto más grande, más santo, más litúrgico.
No puede, pues, darse en la tierra un culto más grande, más santo, más litúrgico, en el que mejor se practiquen para con Cristo -oculto bajo las especies sacramentales-, las virtudes de fe, de esperanza, de caridad, de religión, de humildad, y los dones correlativos del Espíritu Santo, todos los cuales constituyen la perfección sacerdotal.
P. Reginald Garrigou-Lagrange OP
La santificación del Sacerdote
Reflexión diaria
Jesús mismo está en este Sacramento, está vivo y verdadero.
Jesús mismo está en este Sacramento y no otro, está vivo y verdadero; ni más ni menos que Él mismo en persona, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
San Loenardo Murialdi
Reflexión diaria
Dios bendice a toda la familia si un miembro de ella frecuenta la Comunión.
Dios bendice a toda la familia si un miembro de ella frecuenta la Comunión; lo mismo que se retira de las familias cuyos miembros no frecuentan la Sagrada Mesa. No hay para qué repetirlo: hay relación directa entre la vida espiritual y la Comunión: frecuencia y fervor son una misma cosa.
San Leonardo Murialdo
Reflexión diaria
El sacerdocio y la Eucaritía.
Si no hubiera el Sacramento del Orden no tendríamos el Sacramento de la Eucaristía.
San Juan María Vianney
Reflexión diaria
San José y la Eucaristía.
San José procuró a todos los elegidos el Pan del Cielo que sustenta la vida divina.
San Bernardino de Siena
Reflexión diaria
La Eucaristía es el don más grande que el Señor ha ofrecido a su Esposa.
La Eucaristía es el don más grande que el Señor ha ofrecido a su Esposa, la Iglesia permanente… Es compendio de las palabras, vida y obra de Jesús, ofrecida al Padre por nosotros… Es gloria de su Cuerpo Resucitado… Es fuente, centro y culmen de la vida cristiana.
Concilio Vaticano II
Reflexión diaria
¡Qué crezca en nosotros una piedad apasionada por la Santa Misa!
Al celebrar o al participar en la Santa Misa, sacerdotes y laicos han de actuar con piedad recia, doctrinal, y de forma amorosa, atenta, santamente apasionada. En la Eucaristía, donde tiempo y eternidad se encuentran, Cristo se ofrece al Padre y se nos entrega de nuevo a nosotros los hombres: merece evidentemente que correspondamos con todo el amor de que seamos capaces. Dios no nos pide solamente la entrega de un acto externo, sino que ante todo espera nuestro amor: sólo así la ofrenda puede ser perfecta, agradable a Dios.
Mons. Javier Echevarría
Sínodo de la Eucaristía, octubre de 2005
Reflexión diaria
¡Por Cristo, con Él y en Él!
Un laico, una religiosa, un sacerdote… que tuviese conciencia de que ofrece la Víctima de toda Santa Misa, vería eucaristizada toda su vida. ¡Nunca estaría solo! ¡Jamás se sentiría estéril! ¡Sería el mayor obrador de la paz! ¡Su vida tendría una plenitud inaudita! ¡Sería peregrino de todas las Iglesias, de todos los altares y de todos los sagrarios!
P. Carlos Miguel Buela
Nuestra Misa, pág. 98
Reflexión diaria
¿Hemos llorado en la Santa Misa?
San Ignacio de Loyola lloraba con frecuencia en la Santa Misa. Nosotros, hombres de poca fe, no lloramos, pues apenas sabemos lo que hacemos cuando asistimos a la Santa Misa.
San Ignacio de Loyola
Diario Espiritual No. 14
Reflexión diaria
La Eucaristía sabe a María Santísima.
La Eucaristía sabe a vida eterna y sabe a María, porque la carne que se nos da en la Eucaristía es carne tomada de María.
Sierva de Dios Sor Teresa Mª de Jesús Ortega, o.p.
Reflexión diaria
¡No sé si jamás ha salido de la mano del Altísimo misterio más profundo!
Hay en la Santa Misa tantos misterios como gotas de agua en el mar, como átomos de polvo en el aire y como ángeles en el cielo; no sé si jamás ha salido de la mano del Altísimo misterio más profundo.
San Buenaventura
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
En la Eucaristía somos comidos por Cristo.
La Eucaristía es un banquete en el que comemos con Cristo, comemos a Cristo, y somos comidos por Cristo.
San Agustín de Hipona
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene Vida Eterna.
Quien se alimenta de Cristo en la Eucaristía no tiene que esperar el más allá para recibir la vida eterna: la posee ya en la tierra como primicia de la plenitud futura, que abarcará al hombre en su totalidad.
San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia
Reflexión diaria
No hay medio más eficaz que la Santa Misa.
Cuando nos abate el recuerdo de nuestras faltas y procuramos reparar nuestras ofensas y satisfacer más ampliamente la justicia divina, para que nos absuelva de las penas del pecado, no hallamos medio más eficaz ni más consolador que la Santa Misa.
Beato Dom Columba Marmion
Jesucristo Vida del alma