Reflexión diaria
¡Qué incomparable honor tenemos al participar de la Santa Misa!
¡Qué incomparable honor tenemos al participar de la Santa Misa! Si pusiéramos juntos todos los méritos y todas las virtudes de todos los santos que existieron y existirán, con todo el amor de los bienaventurados, incluidos los ángeles y la misma Santísima Virgen María, todos juntos no podrían dar a Dios tanto honor ni tanta alabanza ni satisfacción como recibe en una sola Santa Misa.
Beato Pedro Vignes
Reglamento de vida I, 21, art II
Reflexión diaria
Es Cristo mismo quien pronuncia la consagración.
No es un hombre quien hace que las ofrendas se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino el mismo Cristo sacrificado por nosotros, el cual está representado por el sacerdote en la Santa Misa.
San Juan Crisóstomo
De proditione Iudae I, 6
Reflexión diaria
El Verbo, que a todo da vida.
Cuando celebramos en las iglesias el santo, vivificador e incruento sacrificio de la Misa, no consideramos que lo que tenemos delante sea el cuerpo de un hombre común como nosotros o que lo sea la sangre preciosa, sino que lo recibimos como lo que se ha convertido: el Cuerpo y la Sangre propios del Verbo, que a todo da vida.
San Cirilo de Alejandría
Explanatio 12 capitulorum Anathem. 11
Reflexión diaria
¡Qué exceso de amor y de humildad en Jesús!
¡Qué exceso de amor y de humildad en Jesús al haberle pedido al Padre poder permanecer con nosotros todos los días hasta el fin del mundo! Y ¡qué exceso de amor también del Padre que, viendo cómo tratan tan mal a su divino Hijo en este sacramento del amor, permite que siga permaneciendo entre nosotros y recibiendo nuevas injurias! ¿Cómo permites, oh Padre, que tu Hijo sea recibido sacrílegamente por tantos cristianos indignos? Padre, no puedo pedirte que lo saques de en medio de nosotros, ¿cómo podría yo, débil y flaco, vivir sin este alimento eucarístico?
San Pío de Pietrelcina
Epistolario I, p. 343
Reflexión diaria
Nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán.
Así como el pan y el vino, recibida la palabra de Dios se hacen Eucaristía, es decir, Cuerpo y Sangre de Cristo, así también nuestros cuerpos, alimentados con la Eucaristía, resucitarán a su debido tiempo para gloria de Dios Padre.
San Ireneo de Lyon
Contra los herejes V, 2, 3
Reflexión diaria
Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía.
Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía; alimentémonos de aquel divino maná que contiene toda delicia; en la Comunión hagamos provisión de mansedumbre para todo el día: ¡tenemos tanta necesidad de ella!
San Pedro Julian Eymard
Jesús, dulce y humilde de corazón
Reflexión diaria
El sacerdote ya no pronuncia sus palabras, sino las de Cristo.
Mi alimento es la carne de Dios, mi bebida es la sangre de Dios. Tal vez dices: Mi pan es común. Pero este pan es pan antes de las palabras sacramentales; cuando se añade la consagración, el pan se hace carne de Cristo. ¿Y cómo puede ser que el pan sea cuerpo de Cristo? Esta consagración ¿con cuáles palabras se realiza y de quién son estas expresiones? Del Señor Jesús. Porque todo lo demás que se dice antes, son palabras del sacerdote. Pero, cuando llega el momento de efectuar el venerable sacramento, el sacerdote ya no pronuncia sus palabras, sino las de Cristo. Luego la palabra de Cristo es la que realiza el sacramento.
San Ambrosio
Doctor de la Iglesia
Sobre los oficios de los ministros IV, 4, 14
Reflexión diaria
¡Qué tremendos misterios ocurren durante la Santa Misa!
¡Qué tremendos misterios ocurren durante la Santa Misa! Un gran misterio sucede en la Santa Misa. ¡Con cuánta devoción debiéramos seguir y participar en esta muerte de Jesús! Un día conoceremos lo que Dios hace por nosotros en cada Santa Misa y el don que nos prepara en ella. Solamente su amor divino podía concebir un don similar.
Santa Faustina Kowalska
Diario, Cuaderno II
Reflexión diaria
Debemos aprender de los felices caminantes de Emaús.
Una de las dificultades de la oración ante el sagrario, es no acabar de darnos cuenta de que Jesús está allí, vivo y personalmente. ¡Se repite tanto en el sagrario la escena de Emaús, de estar con Jesús sin darnos cuenta de que Él está con nosotros! ¡Cuánto debemos aprender de los felices caminantes de Emaús, para llegar a sentir arder el corazón oyéndolo y reconocer a nuestro huésped Jesús al partir el pan!
San Manuel González
Qué hace y qué dice el Corazón de Jesús en el sagrario
Reflexión diaria
Porqué comulgar diariamente.
La comunión alimenta el alma a fin de que evite el pecado, resista las tentaciones de la carne y del diablo y pueda amar cada vez más a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas y con toda su mente.
P. Reginald Garrigou-Lagrange OP
La santificación del Sacerdote
Reflexión diaria
Jesús nos enseña a anonadarnos para asemejamos a Él.
En su forma eucarística, Jesús nos enseña a anonadarnos para asemejamos a Él: la amistad exige la igualdad de vida y de condición; para vivir de la Eucaristía nos es indispensable anonadarnos con Jesús, que en ella se anonada.
San Pedro Julian Eymard
Jesús, dulce y humilde de corazón
Reflexión diaria
Una hora en dulce comunión con Jesús.
Mil años de gozar la gloria humana, no vale tanto como pasar una hora en dulce comunión con Jesús en el Santísimo Sacramento.
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
Al pronunciar la palabra Eucaristía lo hemos dicho todo.
Recordad que la Santísima Eucaristía es Jesucristo con su pasado, presente y futuro; que es el último desenvolvimiento de la Encarnación y de la vida mortal del Salvador. Por la Sagrada Eucaristía Jesucristo nos comunica todas las gracias, a ella afluyen todas las verdades, y al pronunciar la palabra Eucaristía lo hemos dicho todo, puesto que es Jesucristo mismo.
San Pedro Julián Eymard
Directorio para la adoración
Reflexión diaria
¿Hubiera sido menos ofendido, si los hubiera amado menos?
¡Con cuánta ingratitud me pagan los hombres! ¿Hubiera sido menos ofendido, si los hubiera amado menos? Yo querría dejar de amarlos, pero mi Corazón está hecho para amar. . . Me dejan solo de noche y también de día en las iglesias. No se dan cuenta de que estoy en el sacramento del altar. Pocos hablan de esto y los que hablan, lo hacen con indiferencia o frialdad.
Jesús a San Pío de Pietrelcina
Epistolario I, p. 342
Reflexión diaria
Jesús creó el hermoso cielo de la Eucaristía.
Jesús creó el hermoso cielo de la Eucaristía. La Eucaristía es un hermoso cielo… Porque ¿no está el cielo allí donde está Jesucristo? Por eso, cuando comulgamos recibimos el cielo, puesto que recibimos a Jesucristo, causa y principio de toda felicidad y gloria del paraíso celestial.
San Pedro Julián Eymard