Reflexión diaria
Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Jesús les respondió: “En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo”. Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Les dijo Jesús: “Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed”.
Evangelio según San Juan 6, 32-35
Reflexión diaria
Esta copa es la Nueva Alianza en mi Sangre.
Les dijo: “Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios”. Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: “Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios”. Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío”. De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros”.
Evangelio según San Lucas 22, 15-20
Reflexión diaria
Esta copa es la Nueva Alianza en mi Sangre.
Les dijo: “Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios”. Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: “Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios”. Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío”. De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros”.
Evangelio según San Lucas 22, 15-20
Reflexión diaria
Tomad, comed, éste es mi Cuerpo.
Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: “Tomad, comed, éste es mi cuerpo”. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: “Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre”.
Evangelio según San Mateo 26, 26-29
Reflexión diaria
Este es mi Cuerpo… Esta es mi Sangre…
Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: “Tomad, este es mi cuerpo”. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: “Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios”.
Evangelio según San Marcos 14, 22-25
Reflexión diaria
¿Por qué el Verbo se hizo carne?
El Verbo se encarnó para hacernos “partícipes de la naturaleza divina” (2 P 1, 4): “Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios” San Ireneo de Lyon. “Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios” San Atanasio de Alejandría “El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres”. Santo Tomás de Aquino
Catecismo de la Iglesia Católica n. 460
Reflexión diaria
Juntamente con su alma y su divinidad.
Inmediatamente después de la consagración existe bajo las especies de pan y vino el verdadero cuerpo y sangre de Nuestro Señor, juntamente con su alma y su divinidad, y ciertamente el cuerpo bajo la especie de pan y la sangre bajo la especie de vino en virtud de las palabras de la consagración.
Concilio de Trento
Reflexión diaria
Siempre la misma fórmula.
La fórmula de consagración, habiendo sido observada por Cristo, usóla siempre la Iglesia Católica.
Catecismo Tridentino
Reflexión diaria
¡Señor, danos siempre de ese pan!
En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.
Evangelio según San Juan 6, 32-34
Reflexión diaria
Yo soy el pan de la vida.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.
Evangelio según San Juan 6, 48-51
Reflexión diaria
Tomad, este es mi cuerpo.
Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: “Tomad, este es mi cuerpo.” Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: “Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.”
Evangelio según San Marcos 14, 22-25
Reflexión diaria
Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros.
Y les dijo: “Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.” Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: “Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.” Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.” De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.
Evangelio según San Lucas 22, 15-20
Reflexión diaria
Vida Eterna
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día.
Evangelio según San Juan 6,54
Reflexión diaria
Prenda de gloria futura y de felicidad perpetua.
Quiso Cristo que el sacramento de la Eucaristía sea además prenda de gloria futura y de felicidad perpetua.
Concilio de Trento
Reflexión diaria
Admirable y singular conversión de toda la substancia.
De la transubstanciación dan los Padre tridentinos la siguiente definición: Admirable y singular conversión de toda la substancia del pan en el cuerpo y de toda la substancia del vino en la sangre de Cristo, permaneciendo solamente las especies.
Concilio de Trento