Reflexión diaria
San Alberto Magno
Celebrados convenientemente todos los ritos de la Santa Misa, clama el diácono: Ite Missa est. Como si dijera: La hostia y nosotros en la hostia -missa est- está enviada al Padre: id con el aumento de virtudes como incorporados a la hostia y enviados -missi- a Dios. Y el coro responde: Deo gratias, porque esa es la gracia cumbre de la que el mismo Hijo dio gracias al Padre en tan alto sacramento. Tomó pan; lo bendijo, lo partió, dándoselo a los discípulosMt. 26…
San Alberto Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
El máximo amor.
Darse a sí mismo como alimento es signo del máximo amor.
San Alberto Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Los méritos infinitos de la Santa Misa.
El que celebra o asiste a la Santa Misa y reflexiona sobre su valor infinito, y hace formal intención de dar con ella toda la gloria posible a Dios, merece más que si ayunara a pan y agua todo un año y que si se azotara hasta derramar toda la sangre de sus venas, o rezara trescientas veces el Salterio entero.
San Alberto Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
La Eucaristía produce impulsos de un amor que es angélico.
La Eucaristía produce impulsos de un amor que es angélico, y tiene el poder único de poner en las almas un santo sentimiento de ternura hacia la Reina de los Ángeles. Ella nos ha dado a quien es Carne de su carne y Hueso de sus huesos, y en la Eucaristía ella continúa dándonos este banquete dulce, virginal, celestial.
San Alberto Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Glorifiquemos infinitamente a Dios.
Si uno, cuando asiste o celebra la Santa Misa, reflexiona sobre su valor infinito y, en consecuencia, tiene formal intención de glorificar con ella lo más posible a Dios, mediante el ofrecimiento del Sacrificio de Jesucristo, que es de mayor mérito que el de todos los mártires juntos, merece más que si ayunara a pan y agua todo un año y que si se azotara hasta derramar toda la sangre de sus venas y rezara trescientas veces el Salterio.
San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia