Reflexión diaria
La carne de María Stma. está en la de su Hijo.
Preparando el altar, y después de revestirme, y durante la Santa Misa, movimientos internos muy intensos y muchas e intensas lágrimas y llanto, con frecuente pérdida del habla, y también al final de la Santa Misa, y por largos períodos durante la Santa Misa, en la preparación y después, la clara visión de nuestra Señora, muy propicia ante el Padre, hasta tal grado, que las oraciones al Padre y al Hijo y en la consagración, no podía sino sentir y verla, como si fuera parte o la puerta, para toda la gracia que sentía en mi corazón. En la consagración de la Santa Misa, ella me enseñó que su carne estaba en la de su Hijo, con tanta luz que no puedo escribir sobre ello. No tuve duda de la primera oblación ya hecha.
San Ignacio de Loyola
Reflexión diaria
¿Hemos llorado en la Santa Misa?
San Ignacio de Loyola lloraba con frecuencia en la Santa Misa. Nosotros, hombres de poca fe, no lloramos, pues apenas sabemos lo que hacemos cuando asistimos a la Santa Misa.
San Ignacio de Loyola
Diario Espiritual No. 14
Reflexión diaria
Vi cómo estaba en aquel Santísimo Sacramento, Jesucristo, Nuestro Señor.
Un día, durante la elevación del Corpus Domini (o sea, la Hostia Consagrada), vi con los ojos interiores unos como rayos blancos que venían de arriba; y aunque esto, después de tanto tiempo no lo puedo bien explicar, sin embargo lo que vi con el entendimiento, claramente, fue cómo estaba en aquel Santísimo Sacramento, Jesucristo, Nuestro Señor.
San Ignacio de Loyola,
Fundador de los Jesuitas
Reflexión diaria
“Estaba, en aquel Santísimo Sacramento, Jesucristo, Nuestro Señor”
En su autobiografía, el mismo San Ignacio de Loyola, estando en Manresa (España), declara: “Estando en este pueblo, en la Iglesia de dicho Monasterio oyendo la Santa Misa un día, y alzándose el “Corpus Domini” (o sea, la Hostia Consagrada), vi con los ojos interiores unos como rayos blancos que venían de arriba; y aunque esto después de tanto tiempo no lo puedo bien explicar, sin embargo lo que vi con el entendimiento, claramente, fue como estaba en aquel Santísimo Sacramento, Jesucristo, Nuestro Señor”.
Reflexión diaria
¿Hemos llorado en la Santa Misa?
San Ignacio de Loyola lloraba con frecuencia en la Santa Misa. Nosotros, hombres de poca fe, no lloramos, pues apenas sabemos lo que hacemos cuando asistimos a la Santa Misa.
San Ignacio de Loyola; Diario Espiritual No. 14