Reflexión diaria
¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Discutían entre sí los judíos y decían: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?” Jesús les dijo: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre”.
Juan 6, 52-58
Reflexión diaria
Yo soy el pan de la vida.
“Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo”
Evangelio según San Juan 6, 48-51
Reflexión diaria
Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Jesús les respondió: “En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo”. Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Les dijo Jesús: “Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed”.
Evangelio según San Juan 6, 32-35
Reflexión diaria
¡Señor, danos siempre de ese pan!
En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.
Evangelio según San Juan 6, 32-34
Reflexión diaria
Yo soy el pan de la vida.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.
Evangelio según San Juan 6, 48-51
Reflexión diaria
Vida Eterna
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día.
Evangelio según San Juan 6,54
Reflexión diaria
En la Eucaristía somos comidos por Cristo.
“La Eucaristía es un banquete en el que comemos con Cristo, comemos a Cristo, y somos comidos por Cristo”. (San Agustín de Hipona)
“Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí”. (Jn 6, 57)