Reflexión diaria
Hemos de imitar lo que hacemos.
Quienes celebramos los misterios de la pasión del Señor, hemos de imitar lo que hacemos. Y entonces la hostia ocupará nuestro lugar ante Dios, si nos hacemos hostia nosotros mismos.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
De nuevo se inmola por nosotros en este misterio.
Libra el alma de la eterna perdición esta víctima singular, la cual por el misterio nos renueva la muerte del Unigénito, porque, aunque resucitado de entre los muertos, ya no muere, ni la muerte tiene ya dominio sobre él; sin embargo viviendo en sí mismo inmortal e incorruptible, de nuevo se inmola por nosotros en este misterio.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Es necesario que nos inmolemos a nosotros mismos.
Es necesario que al hacer estas cosas nos inmolemos a nosotros mismos a Dios en la contrición del corazón, porque los que celebramos los misterios de la Pasión del Señor debemos imitar lo que hacemos.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Dial, 4,59
Reflexión diaria
Líbranos de todo mal.
Todos los días en que uno oiga devotamente la Santa Misa podrá esperar fundadamente verse libre o preservado de muy grandes males y peligros del alma y cuerpo.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
La Santa Misa para el perdón de los pecados veniales de las almas del Purgatorio.
Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos Santas Misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Cuando nos presentamos como víctimas.
El sacrificio del altar será a nuestro favor verdaderamente aceptable como nuestro sacrificio a Dios, cuando nos presentamos como víctimas.
San Gregorio Magno,
Papa, Padre y Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Las Misas Gregorianas.
Cuenta el gran Papa y Doctor de la Iglesia San Gregorio Magno (+604) que, siendo todavía abad de un monasterio, antes de ser Papa, había un monje llamado Justo, que ejercía con su permiso la medicina. Una vez, había aceptado sin su permiso una moneda de tres escudos de oro, faltando gravemente así al voto de pobreza. Después se arrepintió y tanto le dolió este pecado que se enfermó y murió al poco tiempo, pero en paz con Dios. Sin embargo, San Gregorio, para inculcar en sus religiosos un gran horror a este pecado, lo hizo sepultar fuera de las tapias del cementerio, en un basural, donde también echó la moneda de oro, haciendo repetir a los religiosos las palabras de San Pedro a Simón mago: “Que tu dinero perezca contigo “. A los pocos días, pensó que quizás había sido demasiado fuerte en su castigo y encargó al ecónomo mandar celebrar treinta misas seguidas, sin dejar ningún día, por el alma del difunto.
El ecónomo obedeció y el mismo día que terminaron de celebrar las treinta misas, se apareció Justo a otro monje, Copioso, diciéndole que subía al cielo, libre de las penas del purgatorio, por las treinta misas celebradas por él. Estas misas, se llaman ahora, en honor de San Gregorio Magno, misas gregorianas. Estas treinta misas seguidas, celebradas por los difuntos, todavía se acostumbra celebrarlas y, según revelaciones privadas, son muy agradables a Dios.
Reflexión diaria
La Santa Misa hace que se le suspendan las penas…
Durante la celebración de la Santa Misa, se suspenden las penas de las almas por quienes ruega y ora el sacerdote, y especialmente de aquellas por las que ofrece la Santa Misa.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Muchas almas salen del Purgatorio.
Por cada Santa Misa celebrada u oída con devoción, muchas almas salen del Purgatorio, y a las que allí quedan se les disminuyen las penas que padecen.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
La Santa Misa para el perdón de los pecados veniales de las almas del Purgatorio.
Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos Santas Misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Debemos imitar lo que hacemos ofreciéndonos a nosotros mismos.
Es necesario que cuando celebremos el Sacrificio Eucarístico nos inmolemos a nosotros mismos a Dios en contrición de corazón, porque los que celebramos los misterios de la Pasión del Señor debemos imitar lo que hacemos. Pues entonces en verdad será para nosotros la oblación hecha a Dios , cuando nos hiciéremos a nosotros mismos oblación.
San Gregorio Magno, Doctor de la Iglesia
Diálogos L.4 C.59
Reflexión diaria
Salvados de la perdición eterna.
Este sacrificio libra de la perdición eterna al alma renovando la muerte del Hijo de Dios.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
La Santa Misa para el perdón de los pecados veniales de las almas del Purgatorio.
Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Las Misas Gregorianas.
Cuenta el gran Papa y Doctor de la Iglesia San Gregorio Magno (+604) que, siendo todavía abad de un monasterio, antes de ser Papa, había un monje llamado Justo, que ejercía con su permiso la medicina. Una vez, había aceptado sin su permiso una moneda de tres escudos de oro, faltando gravemente así al voto de pobreza. Después se arrepintió y tanto le dolió este pecado que se enfermó y murió al poco tiempo, pero en paz con Dios. Sin embargo, San Gregorio, para inculcar en sus religiosos un gran horror a este pecado, lo hizo sepultar fuera de las tapias del cementerio, en un basural, donde también echó la moneda de oro, haciendo repetir a los religiosos las palabras de San Pedro a Simón mago: “Que tu dinero perezca contigo “. A los pocos días, pensó que quizás había sido demasiado fuerte en su castigo y encargó al ecónomo mandar celebrar treinta misas seguidas, sin dejar ningún día, por el alma del difunto.
El ecónomo obedeció y el mismo día que terminaron de celebrar las treinta misas, se apareció Justo a otro monje, Copioso, diciéndole que subía al cielo, libre de las penas del purgatorio, por las treinta misas celebradas por él. Estas misas, se llaman ahora, en honor de San Gregorio Magno, misas gregorianas. Estas treinta misas seguidas, celebradas por los difuntos, todavía se acostumbra celebrarlas y, según revelaciones privadas, son muy agradables a Dios.
Reflexión diaria
La Santa Misa hace que se le suspendan las penas…
Durante la celebración de la Santa Misa, se suspenden las penas de las almas por quienes ruega y ora el sacerdote, y especialmente de aquellas por las que ofrece la Santa Misa.
San Gregorio Magno
Doctor de la Iglesia