Reflexión diaria
Cuando Jesús se digne venir a mí en la santa comunión.
Que la Bienaventurada Virgen María, purifique mi cuerpo para que sea el tabernáculo de Jesús, menos indigno de poseerlo cuando se digne venir a mí en la santa comunión.
San Pio de Pietrelcina
Reflexión diaria
No se puede vivir la verdadera vida sin el alimento de los fuertes.
En estos tiempos tan tristes, en que tantas almas apostatan de Dios, no sé convencerme de cómo se pueda vivir la verdadera vida sin el alimento de los fuertes… El medio seguro para poder uno mantenerse libre de la pestífera enfermedad que nos rodea, es el de fortalecernos con el alimento eucarístico. Por eso el mantenerse exento de culpa y progresar en el camino de la perfección no lo podrá alcanzar quien vive durante muchos meses sin nutrirse de la Carne del Cordero divino. Yo no sé lo que otros piensan acerca de esto, pero, para mí, dadas las circunstancias en que vivimos, es ilusorio el intentar convencerse de que puede dar un paso en el camino de la perfección quien se limita a comulgar una o dos veces al año.
San Pío de Pietrelcina
Epis. II, 92
Reflexión diaria
En la Santa Misa, Cristo atiende nuestras súplicas y las mejora.
La Santa Misa es como un vale que nos ha dejado Cristo, y con el cual nos presentamos al Padre para beneficiarnos del tesoro de los frutos de la cruz y de cuanto necesitamos para nuestra salvación. En la Santa Misa, Cristo atiende nuestras súplicas, las rectifica, las mejora y las presenta al Padre aludiendo al sacrificio ofrecido en la cruz.
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
¡Debería haber torrentes de lágrimas!
“¿Padre, por qué llora tanto durante la Santa Misa?”. “Hija mía, -replicó el Padre Pío,- ¿qué son esas pocas lágrimas comparadas con lo que sucede en el altar? ¡Debería haber torrentes de lágrimas!”.
Pregunta hecha a San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
Un Ángel, mil Ángeles, todo el Cielo, saben esto y piensan así.
“Padre, por favor explíquenos la Santa Misa”.
“¿Hijos míos, -replicó San Pío de Pietrelcina-, cómo puedo yo explicárselas? La Santa Misa es infinita como Jesús… pregúntenle a un Ángel lo que es la Santa Misa, y él les contestará en verdad: ‘yo entiendo lo que es y por qué se ofrece, mas sin embargo, no puedo entender cuánto valor tiene’. Un Ángel, mil Ángeles, todo el Cielo, saben esto y piensan así”.
Reflexión diaria
¿No ven a Nuestra Señora siempre al lado del Tabernáculo?
¿No ven a Nuestra Señora siempre al lado del Tabernáculo? ¿Y cómo no iba Ella a estar ahí, Ella, quien “estaba junto a la Cruz de Jesús” en el Calvario Jn 19,25?
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
¿Cómo será el Cielo?
¿Cómo será en el cielo nuestra unión con Jesús?
San Pío de Pietrelcina: ¡Ah!, la Eucaristía nos puede dar una idea.
Reflexión diaria
¡Es un loco de amor!
Si pudieran ver lo que Jesús actúa cuando viene a ustedes, morirían al instante de gozo. Somos todos indignos de recibirlo, pero es Él, amor infinito, que encuentra sus delicias en sus criaturas. ¡Es un loco de amor! Él está contento cuando nos ha dado todo de sí mismo.
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
La Santa Misa produce en nuestra alma efectos maravillosos.
Cada Santa Misa, escuchada con devoción, produce en nuestras almas efectos maravillosos, abundantes gracias espirituales y materiales que, nosotros mismos, no sabemos… ¡Es más fácil que la tierra exista sin el sol que sin el Santo Sacrificio de la Misa!
San Pío de Pieltrecina
Reflexión diaria
No hay otro remedio más poderoso que la comunión diaria.
Si la aridez persiste, seamos nosotros más persistentes todavía. No tienes que angustiarte, jamás tienes que dejar de acercarte al sagrado banquete del Divino Cordero, porque nada recogerá mejor tu espíritu que su Rey, ninguna cosa lo calentará tanto como su sol, nada lo endulzará tan suavemente como su bálsamo. No hay otro remedio más poderoso que éste, hija mía dilectísima.
San Pío de Pietrelcina
Epís. III, 710
Reflexión diaria
Frecuenten la comunión diaria.
Frecuenten la comunión diaria, despreciando siempre las dudas que son irracionales y confíen en la obediencia ciega y alegre. Epis III, 343
No puedo perdonarte ese modo tuyo de dejar con facilidad la comunión. Epis III, 343
San Pío de Pietrelcina
Reflexión diaria
La comunión diaria.
El Padre Pío regañaba y hasta amenazaba a sus hijas espirituales si no le obedecían en la práctica de la Eucaristía diaria:
“¿Acaso puedo alabarte por esto? ¡Jamás! Debías haber recordado que yo te dije: -Mientras no estés segura de encontrarte en pecado mortal, no debes ni puedes abstenerte de la comunión, sino haz un acto de contrición y disponte a obedecer-. Cuídate bien de comportarte otra vez como hasta ahora, de lo contrario te trataré como mereces”.
San Pío de Pietrelcina
Epis III, 343
Reflexión diaria
Reparar los desprecios y los sacrilegios
Sobre todo no te olvides en tu comunión de reparar los desprecios y los sacrilegios que cometen los hombres hacia la humanidad sagrada del Hijo de Dios en el sacramento del amor.
San Pío de Pietrelcina
Epis III, 62
Reflexión diaria
No se puede vivir la verdadera vida sin el alimento de los fuertes.
En estos tiempos tan tristes, en que tantas almas apostatan de Dios, no sé convencerme de cómo se pueda vivir la verdadera vida sin el alimento de los fuertes… El medio seguro para poder uno mantenerse libre de la pestífera enfermedad que nos rodea, es el de fortalecernos con el alimento eucarístico. Por eso el mantenerse exento de culpa y progresar en el camino de la perfección no lo podrá alcanzar quien vive durante muchos meses sin nutrirse de la Carne del Cordero divino. Yo no sé lo que otros piensan acerca de esto, pero, para mí, dadas las circunstancias en que vivimos, es ilusorio el intentar convencerse de que puede dar un paso en el camino de la perfección quien se limita a comulgar una o dos veces al año.
San Pío de Pietrelcina
Epis. II, 92
Reflexión diaria
Dos cirios que se funden juntos.
Padre, ¿qué hace Jesús en la comunión?
Se deleita con su criatura. La comunión es como una fusión, como dos cirios que se funden juntos y ya no se pueden distinguir.
Pregunta hecha a San Pío de Pietrelcina