Reflexión diaria
La primera piedra del sacrificio fue María Santísima.
La primera piedra del sacrificio fue María Santísima. Ara bendita y misteriosa donde se celebró la primera Santa Misa. Allí donde está el Hijo hay Misa, hay sacrificio, hay alabanza. Sé el Hijo. Tu vida será una Santa Misa.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Sedienta de Eucaristía
Reflexión diaria
La Santa Misa no es un acto, es un estado.
La Santa Misa no es un acto, es un estado. Un estado nuevo que coge hasta la última fibra del ser, hasta la última palpitación.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Sedienta de Eucaristía
Reflexión diaria
La Eucaristía sabe a María Santísima.
La Eucaristía sabe a vida eterna y sabe a María, porque la carne que se nos da en la Eucaristía es carne tomada de María.
Sierva de Dios Sor Teresa Mª de Jesús Ortega, o.p.
Reflexión diaria
Te quieren dar una riqueza que no tienes.
Porque eres pobre, porque eres la pobreza misma, porque te han hecho para el Infinito y para lo eterno y te quieren dar una riqueza que no tienes, es por lo que te han dado la Eucaristía. No por lo que eres, sino para que lo seas. No porque eres estupendo, sino para que lo seas. No porque tienes un amor a prueba de bomba, sino para que lo tengas.
Sierva de Dios M. Teresa María de Jesús Ortega, O.P.
Reflexión diaria
Hace falta mucho amor para haber inventado este don.
La Eucaristía tiene la dinámica de Dios, y Dios se mueve con toda su libertad eterna y mira a los hombres y maneja el mundo desde la Eucaristía. Hace falta mucho amor para haber inventado este don; un amor fuera de serie, que nos desborda. Si los hombres tienen miedo al misterio de la Eucaristía, es porque no tienen capacidad de amar.
Sierva de Dios M. Teresa María de Jesús Ortega, O.P.
Reflexión diaria
Todo tu ser tiene que estar cargado de Eucaristía.
Todo tu ser tiene que estar cargado de Eucaristía. Si hay una carga divina, a la hora de manifestarte tendrías que estar haciendo llover a Dios, porque estás lleno de ese misterio infinito de Dios.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
No puede haber banquete que pueda superar al de la Eucaristía.
No puede haber banquete que pueda superar al de la Eucaristía. Tener como alimento al Hijo de Dios, como anfitrión al Hijo de Dios, como aderezador de todo al Hijo de Dios, como acomodador al Hijo de Dios. Él tiene todos los papeles en este Banquete; da la vida, el agua, el pan… Sacia, nutre, mantiene, da vida eterna, invita, llama, prepara… Él todo. Estamos tan acostumbrados a este misterio que casi no caemos ni en la cuenta de él. Hay que estar bien despiertos a la realidad profunda de este misterio. Nos hemos familiarizado con él como con el aire que respiramos.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
A través de la Eucaristía se nos da la ocasión de fundirnos en Dios.
La Eucaristía es una manifestación del amor que se vive en la eternidad entre el Padre, el Hijo y el Espíritu. Así se aman Ellos, así se comulgan Ellos, se juntan, se funden, y así como Ellos viven fundidos, me dan a mí la ocasión de fundirme con Ellos a través de la Eucaristía. Y esta fusión hace que ponga en contacto el cielo con la tierra, y al dejar pasar por mí el cielo, produzca una vida, un calambre, un chasquido, y enriquezca mi tribu, mi tienda.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
Dios nos da una dimensión nueva.
Es como que Dios nos absorbe. Es un misterio de unidad, de ensanchamiento del Cuerpo Místico, eclesial. Lo que no he podido yo dar al Cuerpo Místico por mi inteligencia, por mis energías, por mi fuerza, por mi sacrificio… puedo dárselo en el momento en que Dios me da una dimensión nueva. Puedo dárselo por estar incorporado al Cristo Místico. A través de la Eucaristía soy más Cuerpo Místico, más Iglesia.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
El alma queda incorporada al sacrificio de Jesús.
La Santa Misa es una vida nueva, por donde se puede hacer la gran ofrenda, porque al pasar por ella, el alma queda incorporada al sacrificio de Jesús.
A través de la Santa Misa, la vida se convierte en un gran ofertorio de amor.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega
Sedienta de Eucaristía
Reflexión diaria
Te prepara para fundirte con Dios.
La Eucaristía es medio y fin. Te prepara para fundirte con Dios, y a la vez, te funde con Dios. Te prepara para purificarte, para adelgazarte, para hacerte más libre, más capaz, y viene a llenarte esas capacidades.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
La primera piedra del sacrificio fue María Santísima.
La primera piedra del sacrificio fue María Santísima. Ara bendita y misteriosa donde se celebró la primera Santa Misa. Allí donde está el Hijo hay Misa, hay sacrificio, hay alabanza. Sé el Hijo. Tu vida será una Santa Misa.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Sedienta de Eucaristía
Reflexión diaria
El Padre eligió lo mejor entre lo mejor.
El Padre eligió lo mejor entre lo mejor; algo que no se podía comprar ni vender; quiso darnos el misterio profundo de su Hijo, la Carne de su Hijo, la Sangre de su Hijo; su Hijo como Pan, como alimento, como manjar, como Vida. Todo se lo ha dado al hombre.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Eucaristía, banquete de amores y sacramento de unidad
Reflexión diaria
La Santa Misa es mi gran hora de transformación.
La Santa Misa es mi gran hora de transformación. El Sacerdote eterno me coge en sus manos y me presenta al Padre. Sólo al cogerme con sus manos, me toca la vida de alabanza, de amor. Pone una nueva potencia en mi alma, la potencia de que Dios me puede mirar sin volver sus ojos, la potencia de que el Padre me acepte y me llame hijo.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Sedienta de Eucaristía
Reflexión diaria
La Santa Misa no es un acto, es un estado.
La Santa Misa no es un acto, es un estado. Un estado nuevo que coge hasta la última fibra del ser, hasta la última palpitación.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Sedienta de Eucaristía