Reflexión diaria
Cristo ofrece en sí mismo a sus miembros místicos.
Así como el divino Redentor, al morir en la cruz, se ofreció a sí mismo al Eterno Padre como cabeza de todo el género humano, así también en esta oblación pura no solamente se ofrece al Padre celestial como Cabeza de la Iglesia, sino que ofrece en sí mismo a sus miembros místicos, ya que a todos ellos, aun a los más débiles y enfermos, los incluye amorosísimamente en su corazón.
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Enc. Mystici Corpis Christi, 29 junio 1943
Reflexión diaria
Identificarse con Cristo.
Durante la celebración de la Santa Misa hay que identificarse con los textos que se leen y con los gestos que se realizan.
Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan
El gozo de la esperanza
Reflexión diaria
Nos amó así por la divina unidad de su pureza.
Ese amor y ese sacrificio de Jesús en la Eucaristía suponen su pureza divina. Nos amó así, se nos dio así, se inmoló así por nosotros, por la divina unidad de su pureza.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez
Reflexión diaria
¡Que alegría, que momento incomparable!
¡Que alegría, que momento incomparable! Este momento en que Jesús cerca de mi lecho de dolor, espera que mi corazón sea purificado para darse a mí en su Sacramento de Amor, prenda suprema de vida eterna. Me parece que mi pobre y pequeñito ser desaparece, ya que no soy yo misma, es tanta la calma y la paz divina que inunda mi corazón.
Sierva de Dios Marta Robín
Reflexión diaria
Convertirnos en eucaristía viviente.
Vivir en su unión, darnos a Él sin medida, inmolarnos por su amor es convertirnos en eucaristía viviente.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martinez
Reflexión diaria
Para unirse a nosotros de manera inefable.
Para unirse a nosotros de manera inefable y dársenos sin medida e inmolarse a cada instante por nuestro amor, instituyó la Eucaristía por la que Él se hace nuestro compañero, nuestra vida y nuestro rescate.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martinez
Reflexión diaria
Vivir la vida de Cristo no es otra cosa que reproducir sus misterios.
Ahora bien, vivir la vida de Cristo no es otra cosa que reproducir sus misterios. Los misterios de la vida de Cristo, como hechos históricos, pasaron; pero como disposiciones del alma de Jesús, no han pasado, las conserva Cristo en al Eucaristía y las conserva sobre todo en el cielo. Y esas disposiciones íntimas del Corazón de Cristo son el alma, son lo esencial, son lo íntimo de todos sus misterios.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez
Reflexión diaria
El mundo eucarístico de la Iglesia.
El mundo eucarístico de la Iglesia, que cree, que espera, que guía, que está destinada a la resurrección, que proclama la Trinidad, que renueva siempre el mundo, la sociedad. Éste es mi deseo y mi oración para todos ustedes.
¡Alabado sea Jesucristo!
Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan
El gozo de la esperanza
Reflexión diaria
Eucristizar, eucristizar.
¿Qué deberíamos hacer en nuestra vida? “Eucristizar, eucristizar”. Convertirlo todo en Eucaristía para que podamos tener: el hombre eucarístico, la Iglesia eucarística, la tierra eucarística, y así toda la vida es eucarística.
Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan
El gozo de la esperanza
Reflexión diaria
Más que nunca hijos de María.
Somos intercesores, y estas funciones in persona Christi nos ayudan a ser santos. Estas funciones renuevan en nosotros la memoria de nuestra Ordenación, cuando nos impusieron las manos. In persona Christi no se da sólo la memoria de nuestra ordenación, sino la identificación con Cristo, y cuando pronunciamos las palabras de la consagración nos sentimos más que nunca hijos de María.
Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan
El gozo de la esperanza
Reflexión diaria
In persona Christi.
Al celebrar la Santa Misa nos hacemos santos porque lo hacemos in persona Christi, como in persona Christi hacemos las meditaciones, la oración, la acción de gracias, la alabanza, la oblación y la intercesión.
Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan
El gozo de la esperanza
Reflexión diaria
Cuántos velos le cubren a mis ojos.
Cuántos velos le cubren a mis ojos, ¡el conopeo, el sagrario, el copón, las especies eucarísticas…! A través de todos esos velos, vislumbro su Humanidad sacratísima llena de encanto, de majestad, de belleza, de armonía. Y siento que esa maravilla es apenas el joyel precioso que encierra el inenarrable tesoro, la Divinidad que la penetra y la llena con su plenitud divina.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martinez
Reflexión diaria
Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
Así es el amor sacerdotal que realiza en el altar el prodigio eucarístico. En la Misa podemos repetir, como un eco audaz, las palabras del Padre: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martinez
Reflexión diaria
¡Dentro de mí está la pureza infinita y la suprema bendición.!
Tenía en mis manos la Custodia; cerca de mis ojos la Hostia Santa. Y mi alma se llenó de luz. Si dentro de mí está la pureza infinita y la suprema bendición, ¿cómo no se han de difundir en torno mío la pureza y las bendiciones? Pero ese tesoro del cielo está escondido en un vaso de miserias; ¡bendito sea Dios que así es! ¡Benditas esas miserias que me cubren con un velo lo divino que me deslumbraría! No podría vivir sin ellas, porque son la paz de mi vida, el imán con que atraigo al Señor y lo que hace posible vivir en la tierra llevando en el alma la vida de Dios.
Siervo de Dios Mons. Luis María Martinez
Reflexión diaria
La Santísima Eucaristía es Jesús mismo.
La Santísima Eucaristía no es un trozo del árbol de la cruz, sino Aquél que estuvo clavado en ella. No es la corona de espinas ensangrentada, sino la misma cabeza coronada. No es la lanza que traspasó el Corazón del Salvador, sino el Corazón Sacratísimo traspasado, aquel Corazón que en la aurora pascual empezó a latir nuevamente e hizo correr la sangre por las venas del Salvador resucitado.
Siervo de Dios Mons. Tihámer Tóth
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