Reflexión diaria
¡Solo queda Jesús!
¡Oh, el momento divino de la consagración! El sacerdote casi desaparece … ¡Solo queda Jesús! Todo está tranquilo. Es Jesús quien, en el Sacerdote, toma el pan, toma el vino: pronuncia las palabras divinas y está en el altar, en una nueva forma de ser, en la que la sangre se separa del cuerpo bajo la especie eucarística en la que está inmolado, como lo estaba en la cruz.
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
Dónde está Jesús está la Verdad.
¡Dónde está Jesús que se inmola a sí mismo, está la Verdad que se extiende en las mentes y el amor que inflama los corazones!
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
¡La justicia y la paz se besan!
La Hostia se ha elevado … El cielo se inclina sobre la tierra; ¡La misericordia de Dios desciende, la justicia y la paz se besan!
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
Que los fieles la vivan.
Para sanar al mundo, todo lo que se tiene que hacer es multiplicar las Misas y hacer que los fieles la vivan. Los fieles no pueden vivir sino es siguiendo la liturgia de la Iglesia.
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
Nos acercaremos con confianza al trono de Dios.
Los fieles se acercan al altar; reconciliados por la Sangre divina, se acercan a Jesús para vivir en Él … Entonces, un día, al aparecer en la patria eterna, encontraremos su gloriosa Sangre derramada por nosotros y nos acercaremos con confianza al trono de Dios.
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
¡Escapará de la oscuridad del mal!
¡Oh, el día en que la Iglesia Católica multiplicará la Santa Misa, reuniendo a los sacerdotes en una vida de fervor y haciéndoles celebrar la Santa Misa varias veces, ese día marcará el verdadero renacimiento del mundo y escapará de la oscuridad del mal!
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
No hay enseñanza más viva.
El Evangelio no es solo una lectura; en la Santa Misa está vivo, es la voz de Jesús. No hay enseñanza más viva en la Iglesia que la enseñanza del Evangelio en la Santa Misa.
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
No hay apostolado más hermoso.
No hay apostolado más hermoso que una Santa Misa celebrada bien y santamente. ¡La ruina del mundo se debe principalmente a la Santa Misa mal celebrada!
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
Suficiente para evangelizar.
No se necesita de muchas las palabras donde se vive la Santa Misa: ¡Las palabras de la liturgia son suficientes para evangelizar la tierra!
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo
Reflexión diaria
Ser Eucaristía para Jesús 3.
Jesús, así como tú te has hecho mi alimento y me das todo, también yo me he hecho alimento tuyo, no me queda otra cosa que darte, porque todo lo que soy, todo es tuyo.
Sierva de Dios Luisa Piccarreta
Reflexión diaria
Ser Eucaristía para Jesús 2.
Cuando el alma se nutre de la Eucaristía, yo, viendo el verdadero fruto de mi alimento, el cual es divinizar al alma y convertir todo en mí, me alimento del alma, es decir, de sus pensamientos, de su amor y de todo lo demás que es suyo.
Sierva de Dios Luisa Piccarreta
Reflexión diaria
Ser Eucaristía para Jesús.
Así como Yo me hago alimento de la criatura, la criatura puede hacerse mi alimento, convirtiendo todo su interior en mi alimento, de modo que sus pensamientos, afectos, deseos, inclinaciones, latidos, suspiros, su amor, todo, todo lo deberían hacer para mí.
Sierva de Dios Luisa Piccarreta
Reflexión diaria
El sacrificio es continuo, perpetuo.
En el sacramento de la Eucaristía, el sacrificio es continuo, perpetuo, es la fuerza que hago al Padre para que use Misericordia con las criaturas y con las almas para obtener su amor, y me encuentro en continuo contraste de morir continuamente, si bien todas muertes de amor.
Sierva de Dios Luisa Piccarreta
Reflexión diaria
Al poner sobre el altar la Víctima divina.
Al poner sobre el altar la Víctima divina, el sacerdote la ofrece al Padre como oblación para gloria de la Santísima Trinidad y para bien de todas las almas.
Siervo de Dios S.S. Pio XII
Reflexión diaria
El sacerdote tiene el poder de obrar en virtud y en persona del mismo Cristo.
Idéntico, pues, es el Sacerdote, Jesucristo, cuya sagrada Persona representa su ministerio. El cual, en virtud de la consagración sacerdotal, se asemeja al Sumo Sacerdote y tiene el poder de obrar en virtud y en persona del mismo Cristo. Por esto dice San Juan Crisóstomo, el sacerdote con su acción sacerdotal, en cierto modo, “presta a Cristo su lengua y le ofrece su mano”.
Siervo de Dios S.S. Pio XII