Reflexión diaria
El agua unida al cáliz.
Nuestra firma son las pocas gotas de agua que se mezclan con el vino en el cáliz; nuestra firma, explica San Agustín, es sobre todo el amén que los fieles pronuncian en el momento de la comunión: A lo que sois respondéis: “Amén” y al responder lo suscribís. Se te dice, en efecto: “El cuerpo de Cristo”, y tú respondes: “Amén”. Sé miembro del cuerpo de Cristo, para que sea verídico tu “Amén” Sed lo que veis y recibid lo que sois…
P. Raniero Cantalamessa OFMCap
Tercera predicación de Cuaresma 2014
Reflexión diaria
La Eucaristía es nuestro Pan cotidiano.
Será también el pan cotidiano y del todo necesario para la vida. ¿Por ventura habremos de recibir la Sagrada Eucaristía cuando nos acerquemos a Cristo y empecemos a reinar con él? Luego la Eucaristía es también nuestro pan cotidiano Lc 11,3.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Sermón 57 c.7 n.7
Reflexión diaria
Debemos empezar a ser lo que recibimos.
Es preciso recibirle de tal forma, que no solamente reparemos con él las fuerzas del cuerpo, sino también las del alma. La virtud que este pan encierra es unidad, y reducidos a su cuerpo y convertidos en miembros suyos, debemos empezar a ser lo que recibimos.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Sermón 57 c.7 n.7
Reflexión diaria
Somos comidos por Cristo
La Eucaristía es un banquete en el que comemos con Cristo, comemos a Cristo, y somos comidos por Cristo.
San Agustín de Hipona
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Había comido y bebido dignamente el Cuerpo y la Sangre del Señor.
¿Cómo permaneció en él (permaneced en mí Jn 15,5) San Lorenzo?… Pues no le mataron rápidamente, sino que fue atormentado con el fuego; no se le concedió más tiempo de vida, sino que se le obligó a morir lentamente. Y en aquella prolongada muerte, en aquellos tormentos, no sintió los dolores, porque había comido y bebido dignamente (el Cuerpo y la Sangre del Señor).
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Sobre San Juan, Tratado 27 n.12
Reflexión diaria
La oblación, la víctima y el sacrificio.
Por este sacrificio viene a ser el mismo Dios sacerdote, siendo él mismo el que ofrece y él mismo la oblación, la víctima y el sacrificio.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Ciudad de Dios L.10 C.20
Reflexión diaria
La Iglesia aprende a ofrecerse a sí misma.
Fue su voluntad divina también que fuese sacramento cotidiano el sacrificio de la Iglesia, la cual, siendo cuerpo místico y verdadero de esta misma y suprema cabeza, aprende a ofrecerse a sí misma en virtud del mandato de Jesucristo.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Ciudad de Dios L.10 C.20
Reflexión diaria
¡Jesús se encarna de nuevo!
¡Oh sublime dignidad del sacerdote en cuyas manos Cristo Jesús se encarna de nuevo! ¡Oh celestial misterio obrado maravillosamente por el Padre, el Hijo y Espíritu Santo, con el ministerio del sacerdote!
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
¿Cuánto rezas tú por los difuntos?
Cuenta San Agustín que le preguntó uno: “¿Cuánto rezarán por mí cuando yo me haya muerto?”, y él le respondió: “Eso depende de cuánto rezas tú por los difuntos. Porque el Evangelio dice que la medida que cada uno emplea para dar a los demás, esa medida se empleará para darle a él”.
Reflexión diaria
La Santa Misa por los difuntos.
Quien por los difuntos oye la Santa Misa y ora, por sí mismo trabaja.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Que seamos nosotros mismos aquello que recibimos.
La virtud peculiar de este alimento es producir la unidad, unirnos tan estrechamente al Cuerpo de Cristo que, hechos miembros suyos, seamos nosotros mismos aquello que recibimos.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Sermo LVII, c. 7
Reflexión diaria
Ser transformado en Cristo.
Te rogamos, Padre, que nuestra participación en la mesa de tu Hijo nos santifique, para que como miembros de su Cuerpo nos transformemos en el mismo Cristo a quien recibimos. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración después de la comunión, Misal Romano.
Fiesta de San Agustín, Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
¡Tú serás transformado en mí!
Era como si oyera una voz de lo alto: “Soy el alimento de los fuertes; ¡crece y aliméntate entonces de mí! Pero tú no me transformarás en ti como un alimento corporal, sino que tú serás transformado en mí”.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
En la Eucaristía María extiende y perpetúa su Maternidad Divina.
San Agustín, Doctor de la Iglesia, decía:
En la Eucaristía “María extiende y perpetúa su Maternidad Divina”.
Y hablando sobre su madre Santa Mónica: “Ella no dejó pasar un día sin estar presente en el Divino Sacrificio ante tu Altar, oh Dios”.
Reflexión diaria
Cristo el Señor quiso que nosotros perteneciéramos a él, y consagró en su mesa el misterio de nuestra paz y unidad.
Para que exista esta especie visible de pan se han conglutinado muchos granos en una sola masa, como si sucediera aquello mismo que dice la Sagrada Escritura a propósito de los fieles: Tenían una sola alma y un solo corazón hacia Dios. Lo mismo ha de decirse del vino. Recordad, hermanos, cómo se hace el vino. Son muchas las uvas que penden del racimo, pero el zumo de las mismas se mezcla, formando un solo vino. Así también nos simbolizó a nosotros Cristo el Señor; quiso que nosotros perteneciéramos a él, y consagró en su mesa el misterio de nuestra paz y unidad.
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Sermón 272