Reflexión diaria
La fe en las palabras del Señor.
El temor, ciertamente, nos lo enseña el Apóstol cuando dice: El que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación 1Cor. 11,29; y la persuasión integra la engendra la fe en las palabras del Señor, que dijo: Este es mi cuerpo, que se da por vosotros; haced esto en memoria mía Lc. 22,19.
San Basilio
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Acerquémonos y saciémonos.
Dejemos de lado las excusas vanas y perversas y acerquémonos a la cena que nos saciará interiormente. No nos lo impida la soberbia altanera; no nos engría o sujete y aparte de Dios la ilícita curiosidad; la sensualidad de la carne no nos aleje del placer del corazón. Acerquémonos y saciémonos. ¿Quiénes se acercaron sino los mendigos, los débiles, los cojos y los ciegos? No vinieron los ricos sanos, quienes creían que andaban bien y que tenían la vista despierta, es decir, los que presumían mucho de sí.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Te convertirás en Mí.
San Agustín en el libro de sus Confesiones, parece como que oyó la voz de Cristo que le decía: “Tú no me convertirás en ti, como haces con el alimento de tu carne, sino que tú te convertirás en Mí”.
Reflexión diaria
Se le llama también Comunión.
Se la llama Comunión porque por ella comulgamos con Cristo, por ella participamos de su Carne y de su Divinidad, y por ella comulgamos y nos unimos mutuamente.
San Juan Damasceno
Reflexión diaria
A él ves, a él tocas, a él comes.
Cuantos dicen ahora de Cristo: ¡Quisiera ver su forma, su figura, sus vestidos, su calzado! Pues helo ahí, a él ves, a él tocas, a él comes. Tú te contentas con ver sus vestiduras, mas él te concede no solo verle, sino comerle, tocarle, recibirle dentro de ti.
San Juan Crisóstomo
Reflexión diaria
Si vosotros sois el cuerpo y los miembros de Cristo…
Si vosotros sois el cuerpo y los miembros de Cristo, sobre la mesa del Señor está el misterio que sois vosotros mismos y recibís el misterio que sois vosotros.
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Reflexión diaria
Unidos recíprocamente unos a otros.
¿Qué es, en efecto, el pan? Es el cuerpo de Cristo. ¿En qué se transforman los que lo reciben? En cuerpo de Cristo; pero no muchos cuerpos sino un sólo cuerpo. En efecto, como el pan es sólo uno, por más que esté compuesto de muchos granos de trigo y éstos se encuentren en él, aunque no se vean, de tal modo que su diversidad desaparece en virtud de su perfecta fusión; de la misma manera, también nosotros estamos unidos recíprocamente unos a otros y, todos juntos, con Cristo.
San Juan Crisóstomo
Reflexión diaria
Jamás con una conciencia manchada y corrompida.
También yo alzo la voz, suplico, ruego y exhorto encarecidamente a no sentarse a esta sagrada Mesa con una conciencia manchada y corrompida. Hacer esto, en efecto, nunca jamás podrá llamarse comunión, por más que toquemos mil veces el cuerpo del Señor, sino condena, tormento y mayor castigo.
San Juan Crisóstomo
Reflexión diaria
Llamó al pan su cuerpo viviente.
Llamó al pan su cuerpo viviente, lo llenó de sí mismo y de su Espíritu […], y quien lo come con fe, come Fuego y Espíritu. […]. Tomad, comed todos de él, y coméis con él el Espíritu Santo. En efecto, es verdaderamente mi cuerpo y el que lo come vivirá eternamente.
San Efrén
Reflexión diaria
La fe te lo asegura.
No veas en el pan y en el vino meros y naturales elementos, porque el Señor ha dicho expresamente que son su cuerpo y su sangre: la fe te lo asegura, aunque los sentidos te sugieran otra cosa.
San Cirilo de Jerusalén
Reflexión diaria
Ofrecemos siempre el mismo Cordero
Nosotros ofrecemos siempre el mismo Cordero, y no uno hoy y otro mañana, sino siempre el mismo. Por esta razón el sacrificio es siempre uno sólo […]. También nosotros ofrecemos ahora aquella víctima, que se ofreció entonces y que jamás se consumirá.
San Juan Crisóstomo
Reflexión diaria
¿Quien nos podrá separar o dividir?
Concorpóreos con Él y con los demás. ¿Quien podrá separar o dividir (…) a los que por aquel único santo cuerpo fueron hechos uno con Cristo? Porque si todos participamos de un solo pan 1Cor 10,7, formamos todos un solo cuerpo, pues Cristo no se puede dividir.
San Cirilo de Alejandría
Reflexión diaria
Todas las cosas referentes a nuestro Redentor.
Todas las cosas referentes a nuestro Redentor, que antes eran visibles, ha pasado a ser ritos sacramentales.
San Leon Magno
Reflexión diaria
Levantemos el corazón.
El sacerdote dice “Levantemos el corazón” porque verdaderamente en esta hora tremenda conviene levantar el corazón a Dios, y no rebajarlo a la tierra y a los negocios terrenos (…). Después respondéis: Lo tenemos levantado hacia el Señor, asintiendo al mandato por medio de lo que confesáis. Nadie, pues, asista de tal manera que diciendo con la boca: Lo tenemos levantado hacia el Señor, con la intención tenga su espíritu en los negocios de la vida. En todo tiempo, pues, debemos acordarnos de Dios. Y si esto, por la debilidad humana, es imposible, al menos en esta hora debemos procurarlo.
San Cirilo de Jerusalén
Catequesis mistagógicas
Reflexión diaria
Tal es el sacrificio de los cristianos.
La Eucaristía es el sacrificio de Cristo y de la Iglesia, como escribe San Agustín: “Esta ciudad plenamente rescatada, es decir, la asamblea y la sociedad de los santos, es ofrecida a Dios como un sacrificio universal (…) por el Sumo Sacerdote que, bajo la forma de esclavo, llegó a ofrecerse por nosotros en su pasión para hacer de nosotros el cuerpo de tan gran Cabeza (…). Tal es el sacrificio de los cristianos: siendo muchos no formamos más que un solo cuerpo en Cristo.